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Eike Batista, uno de los principales multimillonarios de la región.

Internacional

¿De billonario a pobre?

El hombre más rico de Brasil, Eike Batista, perdió más de US$14.000 millones en pocas semanas. ¿Qué hizo para perder la mitad de su fortuna?

4 de julio de 2012

Los últimos tres meses se han convertido en una verdadera pesadilla para el magnate brasilero Eike Batista. En la última semana de junio, las acciones de OGX Petróleo e Gás Participações SA, la principal petrolera privada de Brasil y la base del imperio petrolero y minero de Batista, se desplomaron en los mercados de valores luego de que la compañía anunciara que sus dos primeros pozos comenzarían a producir cerca de 5.000 barriles de crudo al día, por debajo de las proyecciones iniciales de 20.000 barriles por día.

Este recorte de 75% en los estimativos de producción de OGX hizo que los inversionistas comenzaran a salir también de las acciones en otras compañías del magnate, como el astillero OSX, la minera MMX y los puertos de LLX Logística, entre otras, dada su alta dependencia de los ingresos de la petrolera y los contratos entre sí.

“El bajo nivel de producción respecto a las expectativas pone en tela de juicio todos los supuestos detrás del programa de crecimiento de OGX”, dice un informe del Bank of America Merrill Lynch. “Es una gran decepción que probablemente tendrá un efecto prolongado en las evaluaciones hechas sobre la compañía. Las acciones podrían perder hasta 70% de su valor”, afirma, por su parte, JP Morgan.

Las acciones de OGX han caído más de 50% desde marzo de este año. Con esto, Batista, que fue clasificado hace tan solo tres meses como el séptimo hombre más rico del mundo por la revista Forbes, con una fortuna estimada de US$30.000 millones, habría descendido al puesto 46 al perder unos US$14.500 millones, es decir, casi la mitad de su riqueza.

Esta fuerte caída en tan poco tiempo ha hecho que algunos analistas estén describiendo a Batista como el primer “one-bubble-man” (hombre burbuja). Estos recuerdan cómo Batista fundó una petrolera de la nada hace cinco años –en medio del boom de exploración en las costas de Brasil– y un año después, sin haber perforado ni un solo pozo y con solo 30 empleados, la sacó a bolsa, en una emisión que recaudó US$3.600 millones.

Esta fue la primera de cuatro ofertas iniciales que ha hecho de sus compañías petroleras, mineras, portuarias y de astilleros. Incluso planeaba la salida a bolsa de su nueva empresa, la carbonífera CCX, en el mercado de valores colombiano.

Pero el magnate brasileño –acostumbrado a realizar intrépidas predicciones de crecimiento, incluso había dicho que su meta era sobrepasar al magnate mexicano Carlos Slim y convertirse en el hombre más rico del mundo–, se defiende diciendo que OGX está pasando de ser una empresa de exploración a una de producción, que ha tenido un éxito exploratorio de 85% y que tiene la suficiente caja para cumplir sus planes de negocio.

De hecho, Batista –de 55 años– vendió el 26 de marzo una participación de su grupo EBX al fondo de riqueza soberana de Abu Dhabi (5,63% por US$2.000 millones) y a General Electric Co (0,8% por US$300 millones) para reforzar la empresa y diversificarse en otros sectores como metales preciosos, entretenimiento y deportes.

El mundo está a la expectativa de la estrategia que adelantará el magnate para superar este mal trago que está pasando.