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El precio medio de venta fue de US$172.600, una contracción del 4,3% frente al mismo periodo hace un año y con una ganancia del 0,2% ante octubre.

Estados Unidos

Constructores apuntan a los hispanos

Para el 2010, el total de estas viviendas crecería de los 10 millones actuales a 13,5 millones. El índice total de personas que poseen una vivienda subió en la década de 1990 a su mayor nivel, 68%, y entre los hispanos aumentó más rápido, un 6%, para colocarse en el 48%.

16 de abril de 2007

Germán Gonzales se crió en el sur de San Antonio, en una comunidad hispana donde muy pocos empresarios de bienes raíces querían invertir. Pero la situación ha cambiado mucho desde entonces. Gonzales, de 34 años, y su esposa compraron hace cinco años una vivienda de 225,6 metros cuadrados (2.429 pies cuadrados), con tres alcobas en un vecindario de la zona llamado Lago Vista. La pareja se enamoró de la casa por su diseño de espacios abiertos y su gran pórtico, características que los constructores idearon con la intención de atraer a los compradores hispanos.

Compradores como Gonzales están ayudando a transformar el mercado estadounidense de la vivienda. Los hispanos han aumentado en número y valoran mucho la compra de una vivienda, dos factores que han llevado a que los constructores y prestamistas se decidan a seducirlos con nuevos diseños, mercadeo y opciones de financiación.

La inmigración no constituye la causa principal de ese crecimiento, dijo Henry G. Cisneros, secretario el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano durante el gobierno del presidente Bill Clinton. Las familias hispanas estadounidenses tienden a ser más jóvenes y numerosas, dijo Cisneros, quien ha fundado CityView, una empresa de desarrollo de bienes raíces en San Antonio. Además, el número de esas familias aumenta no sólo en estados como Florida, Texas y California, sino en todo el Medio Oeste y en otras zonas del país.

Entre esas familias está la primera generación de hispanos de clase media que ingresan al mercado inmobiliario estadounidense en una escala considerable, añadió Cisneros, quien además es editor del libro "Casa y Comunidad: Latino Home and Neighborhood Design". "Esto no es ya un segmento adjunto al mercado de la vivienda, sino una estrategia central de negocios casi para cualquiera que se dedique construir casas", afirmó. "En algunos mercados, ellos sostendrán el auge de los mercados y serán la razón primordial del crecimiento".

Los constructores están respondiendo con diseños que buscan atender esta nueva diversidad en los compradores, dijo Cisneros. Por ejemplo, hay diseños para familias multigeneracionales que quieren más alcobas, con baños en los pasillos para que todos puedan compartirlos.

Los planos de la vivienda ponen énfasis en los espacios de reunión en la parte frontal de las viviendas, facilitando que los vecinos socialicen, dijo Fernando Pagés Ruiz, constructor especializado en viviendas asequibles para las minorías étnicas en Lincoln, Nebraska.

Pagés Ruiz es autor del libro "Building an Affordable House: Trade Secrets for High-Value, Low-Cost Construction", y dijo que algunos constructores crean fraccionamientos enteros para hispanos, con patios comunes. "Se trata de una mentalidad diferente", dijo. "Aquí no se trata de buscar privacidad sino compañía al aire libre".

Los constructores están contratando personal bilingüe y distribuyen material publicitario en inglés y español. Pagés Ruiz dijo que los compradores hispanos resultan atractivos para los constructores, en parte porque suelen tener vínculos familiares estrechos, lo que hace menos probable que no cumplan con el pago de los préstamos.

"Los hispanos tienen la cultura de ser propietarios de una vivienda. La casa es importante, lo mismo que pintarla, poseerla, ser libre dentro de ella; en otras palabras: invitar a la mamá y a los vecinos y tener experiencias familiares dentro de la vivienda sin preocuparse por el casero", dijo. "Si uno cae en mora, dentro del contexto de una sociedad hispana, la familia y los amigos pueden ayudarle".

Muchos hispanos tienden a evitar las deudas y a realizar sus compras en efectivo, y por lo tanto, algunos pueden tener poco o nulo historial de crédito, dijo Frances Martínez Myers, presidenta de la Asociación Nacional de Profesionales Hispanos en Bienes Raíces. "Hemos visto que algunos prestamistas comienzan a desarrollar y adaptar productos que atraigan o se ajusten más adecuadamente a las necesidades del mercado hispano".

Los prestamistas están respondiendo con programas que requieren poco o ningún enganche, están aceptando formas alternativas para comprobar el historial crediticio o están aceptando claves de identificación de impuestos en vez de los números de Seguridad Social para otorgar los créditos. Pagés Ruiz avizora más cambios. Los hispanos son un mercado ideal para el nuevo modelo urbano de uso mixto de una vivienda _tienden a abrir negocios en sus casas y en distritos comerciales cercanos_, dijo.

"Estos diseños se volverán más comunes y serán para todos".

 

 

 

AP