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Comercio exterior

Conquistadores brasileños

Las grandes empresas brasileñas se encuentran abocadas a la expansión internacional. Y los ahorros de los brasileños se dirigen también a los mercados extranjeros.

16 de diciembre de 2005

Entre 2003 y 2004, el volumen de inversiones que empresas y personas físicas brasileñas mantienen en el exterior aumentó casi un 13% hasta alcanzar los US$93.200 millones. Una cantidad que equivale al importe de casi el 90% del total de las exportaciones del país, y al 10,8% den su producto interior bruto (PIB). El resultado, divulgado por el Banco Central de Brasil, tiene como base las declaraciones formales de 11.245 empresas y personas con inversiones de más de US$100.000 en el exterior.

Los capitales brasileños en el exterior tienen que ser aún mayores que las cifras adelantadas por el Banco Central de Brasil, pero no hay ninguna proyección confiable sobre el volumen de dinero mantenido de forma ilegal, y tampoco se han divulgado estimaciones sobre el volumen que alcanzarán estas partidas en 2005. Se considera, en Brasil, que la fuerte revalorización del real (la moneda brasileña avanzó este año alrededor de un 18% con respecto al dólar estadounidense) hace prever un crecimiento en los recursos destinados al mercado internacional.

Ese volumen de dinero incluye las inversiones directas de compañías brasileñas en el exterior, además de aplicaciones en los mercados financieros y depósitos en bancos cuya sede está en otros países.Del total declarado, un 80% corresponde a personas jurídicas y un 20% a personas físicas. Casi la mitad (49,5%) de ese dinero tuvo como destino inicial los llamados "paraísos fiscales". Las islas Caimán tenían, el año pasado, US$13.930 millones de brasileños; Bahamas, 7.825 millones; las islas Vírgenes Británicas, 6.460 millones; Luxemburgo, 3.115 millones.

Se considera en Brasil que gracias a las facilidades fiscales y tributarias ofrecidas por esos países, los recursos destinados a inversiones hacen una escala inicial para luego ser destinados a otros puertos. Analistas señalan que el mayor volumen de recursos brasileños invertidos en el exterior es una clara señal de que aumentó sensiblemente, a partir de 2002, el interés de las empresas instaladas en el país por expandir sus actividades hacia otros mercados. El funcionario del Banco Central responsable por la investigación, Ricardo Liao, asegura que esos resultados reflejan "la mayor inversión de inversiones en el exterior".

Desde que empezó en Brasil un proceso de apertura económica, a principios de los años noventa, luego consolidado en las dos presidencias de Fernando Henrique Cardoso (1995-2002) y mantenido por Lula da Silva, aumentó el número de empresas brasileñas actuando en el exterior. En los últimos cuatro o cinco años, se diversificaron bastante los mercados en que productos brasileños son negociados, con la consecuente expansión de empresas e instituciones financieras de Brasil operando en un número creciente de países.



Es un reflejo de la "internacionalización" de la economía brasileña, dicen analistas. Los rubros que concentran la mayor parte de esas inversiones son siderurgias, fábricas de bebidas y el sector financiero.



Sea como sea, comparado con otras economías, la brasileña tiene pocas empresas que invierten en el exterior. El volumen de esas inversiones es menor que el registrado en otras regiones: el equivalente al 10,8% del PIB brasileño que las empresas del país (incluidas las estatales, como Petrobras) invierten en el extranjero sitúa a Brasil muy por debajo de otros países latinoamericanos, como Argentina y Chile, que invierten en el exterior, respectivamente, un 16,7% y un 19,1% de su PIB.



Además, analistas recuerdan que en 2004 ocurrió la fusión entre dos cervecerías, la belga Interbrew y la brasileña Ambev, que ayudó, de manera significativa, a aumentar las inversiones directas del país en el exterior. La operación hizo que el volumen de recursos brasileños invertidos en Dinamarca saltara de los 10 millones de dólares de 2003 a 6.460 millones en 2004, ya que las dos partes involucradas en el negocio optaron por crear una nueva empresa en aquel país.

La fusión ciertamente contribuyó para el aumento de los recursos que empresas y bancos brasileños invierten en el exterior. Aun así, el total invertido en ese negocio quedó muy por debajo de los 6.825 millones enviados a las Bahamas, y a los 13.930 millones destinados a las islas Caimán.

La presencia brasileña en el exterior se debe, esencialmente, a la valorización de mercado de las empresas del país en el extranjero, y a los préstamos que circulan entre compañías de un mismo grupo. El fuerte incremento experimentado por las exportaciones en los últimos años, por su vez, contribuyó para mayor inserción de la economía brasileña en el escenario internacional. Todo eso, sumado al crecimiento de capitales de Brasil en el exterior consolidan un escenario que para el Banco Central es considerado positivo.

Los activos brasileños situados en el exterior se dividen esencialmente en ocho categorías, y una de las principales es la de inversiones directas (69.200 millones) de las cuales 54.000 millones se refieren a participaciones de más de un 10% en el capital de empresas extranjeras. También hay capital brasileño en inversiones en cartera por valor de 8.224 millones de dólares, y otros 10.418 millones en depósitos en bancos e instituciones financieras. En dirección contraria, las inversiones directas recibidas por Brasil en 2004 registraron un aumento del 79% con relación al año anterior, alcanzando los US$18.200 millones de dólares. Ha sido un aumento superior al de la media de América Latina (44%), aunque inferior al de Argentina, que recibió 4.300 millones en 2004, frente a los 1.900 millones del año anterior, con un aumento de 125%.  De los 68.000 millones de dólares en inversiones directas extranjeras recibidos por América Latina en 2004, a Brasil le tocó el 26%. El segundo mayor receptor ha sido México, donde llegaron 16.600 millones de dólares, un crecimiento del 45% en comparación con el año anterior.

El total logrado por toda América Latina es muy inferior al recibido por Estados Unidos (96.000 millones de dólares) o el Reino Unido (78.000 millones), y supera por 8.000 millones los 60.000 millones recibidos por China. Otro aspecto destacado por los medios financieros brasileños es la presencia de empresas nacionales en la Bolsa de Valores de Nueva York. Los ADRs (American Depositary Receipts) de compañías de Brasil (37 sociedades) van a cerrar el año con un volumen financiero histórico: 103.000 millones de dólares en 2005, frente a los 60.000 millones del año pasado. El exceso de liquidez internacional y la valorización del real frente al dólar explican el éxito de papeles de compañías brasileñas en Wall Street, además de los buenos resultados de la economía de Brasil.