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El ministerio de Defensa lanzó un novedoso programa para empresas que quieran tener una presencia internacional en aviación, defensa y alta tecnología.

8 de julio de 2008

 

Si todo sale bien, dentro de cinco años Colombia aparecerá en el mapa mundial de las empresas que trabajan en aviación, defensa y equipos de alta tecnología. Esta vez el programa de promoción de estas actividades que hoy son incipientes en el país, no lo lidera el ministerio de Desarrollo, sino el de Defensa.

Para conseguir que se constituyan y prosperen empresas en estos sectores hay un sistema: el programa de cooperación industrial y offsets.

¿Cómo funciona?

Los offsets son esquemas en los que se les pide a las empresas que concursen en las licitaciones de equipos para las fuerzas armadas, que ofrezcan beneficios adicionales al país como el de crear la infraestructura para darles mantenimiento a los bienes adquiridos. El gobierno puede además solicitar que el concursante se comprometa a contratar con las empresas domésticas, el mantenimiento para clientes en otros países del mundo.

Los offsets son elementos tan importantes en los procesos de suministro de bienes para defensa en el mundo, que pueden decidir más que el precio quién se gana una licitación. La competencia es fuerte y por eso algunos concursantes se comprometen incluso a hacer cosas antes de saber el resultado.

Por supuesto, estas operaciones en las que el precio no es la única variable son más difíciles de monitorear para garantizar su transparencia, pero a la vez, crean oportunidades que de otra forma no se presentarían.

Un primer ensayo de este sistema se hizo con el fabricante brasilero de aviones Embraer. Con el offset, los aviones Super Tucanos comprados en 2004 serán mantenidos por empresas colombianas.

Hay dos razones fundamentales para hacer acuerdos de offsets. Una, dice Jacques Chahal-Purewal, vicepresidente de negocios internacionales de la firma de consultoría griega Epicos, una empresa que tiene experiencia de 20 años en este tipo de operaciones. La primera, que “es una compensación económica para la industria local que le permite mejorar su competitividad y su eficiencia”.

La segunda, tiene un gran sentido en las estrategias de seguridad. De un lado hace que un país dependa menos de proveedores extranjeros, pedo además evita circunstancias como que en el evento de una guerra, el fabricante pueda rehusarse a mantener y reparar los equipos que vendió.

El corazón del proyecto
Para utilizar al máximo los offsets, el ministerio de Defensa estableció un programa de cinco años y encargó su desarrollo a Epicos. El plan se mueve en varios frentes.

De un lado, en septiembre se comenzará a hacer un inventario de las empresas que se dedican a la aviación, defensa y alta tecnología. Se establecerá qué hacen y qué capacidad tienen. En la lista aparecerán las empresas estatales que trabajan en esos temas, pero también firmas privadas.

El resultado del inventario será una relación de las capacidades que tiene el país, y permitirá identificar mercados de nicho en el mundo que pueden atender. Esta identificación es casi el ideal de los expertos en productividad y en competitividad, porque se trata de desarrollar sectores de exportación completamente nuevos. Algo similar a lo que pasó con el café en los treinta del Siglo veinte y con las flores en los setenta.

Esta la fase del inventario participarán con Epicos, las universidades de los Andes de Bogotá, Bolivariana de Medellín y San Buenaventura de Cali.

Simultáneamente, en asocio con las cámaras de comercio, el Ministerio y Epicos realizarán seminarios en Cartagena, Medellín, Cali, Bucaramanga y Bogotá para explicarles a los empresarios cómo pueden beneficiarse de los programas de offset, el alcance del programa previsto y las maneras en las que pueden participar.

A la vez se afinará la política de offsets para que el país tenga mucha claridad frente a lo que quiere conseguir con este tipo de programas. “En muchos países del mundo que usan offsets, nunca han desarrollado una estrategia para enfocar sus offsets”, dice Jacques Chahal-Purewal.

El plan de cinco años, terminará cuando Epicos y las universidades pongan en marcha un grupo de empresas en las tres áreas de enfoque de los offsets colombianos.

Otro de los elementos más importantes de los offset está en que se obliga a las empresas internacionales a trabajar con firmas locales, a las cuales les transmiten partes de sus estándares y sus conocimientos, pero más relevante, se convierten en compradores de sus productos y con ello e vuelven la carta de presentación que les abre el mercado mundial a los nacionales.

Muchas veces las empresas locales construyen relaciones estrechas con su contraparte internacional, y se abren grandes oportunidades de negocios cuando se identifican sinergias, explica el ejecutivo de Epicos.

Por eso al programa del ministerio se vinculará también a Exostar, una empresa que cuenta entre sus socios a Boeing, Rolls-Royce, Bae Systems, Lockheed Martin y Raytheon, fabricantes muy reconocidos en equipos de aviación. Exostar ayudará a las empresas colombianas del programa a ofrecer sus productos entre los socios y al mercado mundial. En 2007 se transaron con la mediación de Exostar US$40.000 millones.

Con este andamiaje, si los demás socios de negocios están bien escogidos, Colombia podría convertirse en un jugador internacional reconocido en aviación, defensa y alta tecnología al final del programa y convertiría el gasto de defensa en un interesante motor de iniciativas empresariales y de apoyo al sector productivo privado.