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La bancarrota no implica el cierre del tercer fabricante más importante de vehículos de Estados Unidos. Y Chrysler podría crear una empresa conjunta con la compañía italiana Fiat tal vez el mismo jueves, como parte de su plan de reestructuración.

Chrysler se declarará en bancarrota

La tercera fabricante más importante de vehículos de Estados Unidos pedirá protección bajo la ley de quiebras, al fracasar las negociaciones con un importante grupo de acreedores de la automotriz.

30 de abril de 2009

WASHINGTON  — La Casa Blanca esperaba haber evitado la bancarrota de Chrysler, pero las negociaciones con los fondos de alto riesgo que poseen la mayor parte de su deuda fracasaron durante la noche.

Los funcionarios pidieron no ser identificados pues los planes para presentar el pedido de protección bajo el Capítulo 11 — al amparo de acreedores — de la ley de quiebras no han sido aún formalmente anunciados.

La bancarrota no implica el cierre del tercer fabricante más importante de vehículos de Estados Unidos. Y Chrysler podría crear una empresa conjunta con la compañía italiana Fiat tal vez el mismo jueves, como parte de su plan de reestructuración.

El presidente Barack Obama se propone hablar del sector automotor estadounidense en una conferencia de prensa al mediodía .

Los acreedores no desean hacer más concesiones para reducir los US$6.900 millones de deudas con garantía real contraídas por Chrysler LLC. Esa reducción era una condición imperativa para que la automotriz pudiera presentar su plan de reestructuración antes de que expire el jueves por la noche el plazo otorgado por el gobierno.

La bancarrota permitirá a un juez decidir la cuantía que recibirán los acreedores por sus préstamos.

El Departamento del Tesoro trabajó intensamente la semana pasada para superar los obstáculos y exigencias planteadas por los acreedores a fin de que Chrysler presente un plan de viabilidad, ante la crisis que encara la industria automotriz de Detroit.

Junto con la aceptación de un acuerdo con Fiat, el sindicato United Auto Workers ratificó el miércoles por la noche un pacto de concesiones laborales y de beneficios salariales. El Departamento del Tesoro llegó a un acuerdo a principios de semana con cuatro bancos que poseen la mayor parte de la deuda de Chrsyler a cambio de US$2.000 millones en metálico.

Empero, el gobierno dijo que unos 40 fondos de alto riesgo que tienen el 30% debían firmar igualmente un acuerdo para que el pacto fuera viable. Esos acreedores consideraron las condiciones injustas y estimaron que tendría más suerte con el juez de bancarrotas y la posibilidad de recibir más por cada dólar invertido en la automotriz.

(AP)