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Luiz Inacio Lula da Silva, presidente de Brasil.

Auge económico transforma a Brasil

Personas en ese país que no imaginaron tener para comprar sus pertenencias están viviendo una revolución gracias a la prosperidad económica de ese país.

31 de enero de 2008

A María Nazare de Souza se le ilumina el rostro cuando muestra su tesoro recién adquirido: un salón de belleza de dos sillas, con un diminuto apartamento de dos habitaciones arriba de él.

Después de pagar renta durante años en el barrio pobre de Heliópolis, de Souza y su esposo alcanzaron a cumplir un sueño casi imposible: convertirse en propietarios de su propio apartamento, con la ayuda de sus ahorros y un préstamo que les exigirá hacer pagos de apenas 107 reales (unos 59 dólares) mensuales.

Souza tiene la esperanza de que pronto pueda tener crédito para reemplazar su estufa, su horno de microondas y su refrigerador de segunda mano con aparatos nuevos. Alrededor de ella, en este barrio pobre donde habitan unas 180.000 personas, los camiones que transportan televisores de plasma comprados a plazos pasan junto a autos nuevos y las casas de concreto rápidamente están reemplazando a las chozas de madera.

El auge económico y los créditos más bajos han permitido que Brasil entre en un frenesí de consumo y millones de personas buscan obtener préstamos por primera vez en su vida.

Ante la estabilidad de la economía, un descenso en el desempleo, incrementos en sus exportaciones y una inflación baja, los bancos están buscando ampliar su clientela.

Los brasileños acaudalados y algunas corporaciones internacionales están invirtiendo miles de millones de dólares en Brasil, la nación más grande de América Latina y que muchos creen está bien preparada para enfrentar cualquier revés económico mundial.

El Producto Interno Bruto de Brasil aumentó a un promedio del 5% durante el 2007 y la economía del país deberá crecer otro 4,5% en este año.

Lo que parece respaldar este enorme auge económico es la enorme demanda de los recursos naturales brasileños, pues es la mayor exportadora de mundo de carne de res y de pollo, de etanol, de mineral de hierro, de azúcar, café y jugo de naranja.

Brasil se ubica segundo detrás de Estados Unidos en exportaciones de frijol de soya.

Además, dos grandes descubrimientos de yacimientos de petróleo y gas natural en alta mar por parte de Petroleo Brasileiro S.A. (Petrobras) en los últimos tres meses permitirían a la empresa exportar de hidrocarburos y podría llegar a ser miembro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

Además, se están construyendo tantos edificios de apartamentos que se calcula que las ventas de cementos aumentarán un 11% en comparación con las cifras sin precedente del año pasado.

Los aviones a Disney World viajan atestados y la clase media-alta de Brasil está aprovechando la fortaleza del real para hacer visitas al extranjero.

El real brasileño, una de las monedas de más alto crecimiento en el planeta, subió un 17% en relación con el dólar y un 7% frente al euro.

El presidente Luiz Inacio Lula da Silva resalta el florecimiento económico, que se ha extendido por todos los sectores hasta la clase trabajadora, como una prueba de un gran cambio social. Asimismo, ha ampliado los programas de asistencia alimenticia para los pobres y ha prometido empleos a través de un gran incremento en las inversiones estatales de infraestructura.

La recaudación de impuestos ha aumentado notablemente en los últimos años gracias al impulso de las empresas y ha incrementado sus esfuerzos de recaudación en un país que era famoso por su evasión fiscal.

Los expertos concuerdan que los ciclos económicos tradicionales brasileños de auge y recesión podrían ser una cosa del pasado. Sin embargo, muchos de ellos están divididos en cuanto a si este crecimiento económico, lento y sostenido, podrá sacar a las grandes masas de brasileños de la miseria.

Los brasileños que nacen pobres están destinados históricamente a morir pobres. El cambiar esa visión marcaría un enorme cambio social para el país y para el mismo Lula, un ex trabajador sisserúrgico que alcanzó la fama como líder sindical y se convirtió en el primer presidente de la clase trabajadora.

Mientras Brasil acumula millonarios a un ritmo sin precedente y la división entre ricos y pobres sigue siendo extrema, la clase trabajadora brasileña está adquiriendo bienes que anteriormente estaban fuera de su alcance, indicó Nuno Camera, un economista para América Latina de la unidad de banca de inversiones Dresdner Keinwort, perteneciente al Dresdner Bank AG.

"Cuando sabes que puedes progresar a pesar de tu clase social y de tu origen, nace la esperanza y trabajas con más entusiasmo. Antes, cuando uno sufría la inflación, uno pensaba 'no puedo comprar. Sólo compraré mi arroz y mis frijoles"', indicó Camera.

 

 

 

 

AP