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Tradeco de México participó en la construcción del puente atirantado Baluarte, el más alto de ese país.

Infraestructura

Apuesta billonaria

Este año llegarán al país algunas de las firmas de ingeniería más grandes del mundo. ¿Quiénes son y detrás de qué negocios van?

18 de enero de 2012

La promesa del presidente de la República, Juan Manuel Santos, de desembolsar este año $6,6 billones para obras de infraestructura tiene a más de un gigante de la construcción mundial con los ojos puestos en Colombia. En 2013 serán $7 billones y en 2014 otros $9 billones los que se destinarán a superar el atraso del país en materia de obras.

La muestra de ese apetito se confirmó durante el reciente Congreso de Infraestructura, donde representantes de más de 52 empresas internacionales asociadas a la construcción de obra civil se dieron cita en Cartagena en busca de oportunidades.

Las perspectivas a corto plazo para las compañías foráneas no pueden ser mejores: los líos en varias de las obras nacionales han minado el prestigio de los ingenieros locales y al mismo tiempo el gobierno del presidente Santos promete, con chequera en mano, billonarios recursos para el sector. En 2014 serán $14 billones (entre el sector público y privado) los que se invertirán en vías, aeropuertos y sistemas de movilidad. Esto, sin contar con el plan de expansión de energía, producto de la reciente subasta de proyectos de generación eléctrica.

Varias compañías multinacionales están interesadas en quedarse con una buena parte de ese pastel, como China Railway, la tercera empresa de construcción civil en el mundo, y la más grande en el área ferroviaria. Participa en diversos proyectos de infraestructura a gran escala en países del sudeste de Asia y África y la revista Fortune la ubica entre las 500 empresas más grandes del planeta. En 2009 firmó un contrato por US$7.500 millones con el gobierno venezolano para la ampliación de la red férrea.

También tiene interés China Camc Engineering Co., cuya vocación apunta a los negocios fuera de su país en sectores como transporte, ingeniería hidráulica, ingeniería eléctrica y materiales de construcción. También está China Harbour Engineering Company. Fundada en 1980, considerada la segunda empresa de dragados en el mundo y con negocios de infraestructura básica, tales como ingeniería marina, dragado y recuperación de carreteras, construcción de puentes, ferrocarriles y aeropuertos.

Pero no solo del Lejano Oriente proviene el interés. La crisis económica en Europa ha motivado a firmas como Construcciones Lujan y Comsa Emte, de España, así como Egis de Francia, pongan sus ojos, o mejor, sus excavadoras, en Colombia. Lujan es especialista en estaciones para trenes de alta velocidad, ferrocarriles y presas. Comsa Emte es el segundo mayor grupo español de infraestructura entre los que no cotizan en bolsa, y tiene presencia en 15 países. En cuanto a Egis, es una de las compañías de ingeniería más grandes de Francia, especializada en la construcción de grandes túneles.

Las americanas


En el continente también hay gran interés. Aunque ya ha tenido alguna participación en obras colombianas, el grupo Tradeco de México quiere profundizar y entrar pisando duro al país en 2012. “Hicimos un estudio de mercadeo que concluyó que Colombia es un punto clave para nuestra compañía en la región. Somos líderes en puentes atirantados y elevadizos”, asegura el mexicano Luis Alfonso Parra, representante de la constructora para Suramérica. Construyeron la autopista Durango - Mazatlán en México y el puente Baluarte, el atirantado más grande de México con 1.124 metros de longitud y una altura de 403 metros.

También OAS, una de las cinco mayores empresas de infraestructura de Brasil y que desarrolla actualmente megaobras en ese país como la ampliación del aeropuerto de Sao Paulo y algunos de los estadios para el Mundial 2014, busca pista en Colombia.

Otras firmas proveedoras de equipos, como Ellicott, fabricante de dragas en Estados Unidos, ven oportunidades con proyectos como el presentado por el gobierno para el río Magdalena y que requiere un dragado masivo de sedimentos y reducción de curvas.

El abanico de propuestas internacionales luce llamativo y hace soñar a millones de colombianos que esperan tener una infraestructura que facilite el salto al desarrollo. Pero serán las entidades de gobierno las que dirán la última palabra sobre quién se lleva los contratos.