Descalabro bursátil

Corridori no es profeta en su tierra

El italiano que recibió préstamos millonarios de la comisionista Interbolsa no es un prestigioso hombre de negocios. En su país fue socio de una pequeña agencia de seguros y en su ciudad natal nadie lo recuerda.

27 de noviembre de 2012

Alessandro Corridori, el mayor accionista de Fabricato la principal textilera colombiana, se identifica sólo con su pasaporte, no deja que se le tomen fotos y ante las autoridades no reside en ninguna parte.

Al empresario italiano que recibió más de $150.000 millones en préstamos de Interbolsa no lo conocen ni en su casa. Su último domicilio en Italia fue un apartamento al lado de las vías del tren en Grosseto, su ciudad natal, en Via Etruria #8. En colaboración con el diario regional Il Tirreno se pudo comprobar que en esa dirección vive una mujer desde hacer treinta y cinco años quien dice no conocer a Corridori. 

Grosseto es una ciudad de cerca de 100.000 habitantes cerca del mar, en la región Toscana. Allí nadie recuerda al empresario nacido el 5 de junio de 1970. Periodistas del Tirreno consultaron con personas del municipio, la cámara de comercio, la policía y con habitantes de distintos barrios pero nadie lo conoce. 
A finales de 2009, Corridori comenzó a recibir préstamos millonarios de Interbolsa que lo convertirían en el mayor accionista de Fabricato. En noviembre de ese año, el italiano solicitó trasferir su residencia a Colombia. 

Sobre Alessandro Corridori, el presidente de Interbolsa Rodrigo Jaramillo dijo recientemente: “El nuevo inversionista llegaba precedido de un buen prestigio, no sólo como empleado de Parmalat, sino como corredor de valores en Milán, vinculado a operaciones del Grupo Allianz”. 

En Italia hay más de 300 personas con el apellido Corridori y ninguna de ellas, incluido Alessandro, aparece relacionada ni con Parmalat, ni con la bolsa de valores de Milán, ni con el Grupo Allianz.  “No tenemos referencias de ningún Alessandro Corridori”, dicen varias fuentes consultadas en la Bolsa de Milán, el Banco Central de la República y la Guardia de Finanzas italiana. Periodistas del principal diario económico del país europeo Il Sole 24ore, con sede en la ciudad de Milán, confirmaron que Corridori es un nombre anónimo para los inversionistas italianos y para la prensa. 

Al conocer la historia sobre Interbolsa y Alessandro Corridori, publicada en el anterior número de la revista Dinero, el periodista investigativo de la revista italiana L’Espresso Vittorio Malagutti consultó diversas fuentes en su país. Éstas aseguraron que el accionista italiano jamás trabajó para Parmalat o grupo Allianz. Corridori sólo aparece como ex socio de una pequeña agencia aseguradora de Florencia de nombre Servizi assicurativi Snc.

A mediados de 2010, seis meses después de trasferir su residencia a Colombia, Alessandro Corridori ya era el principal accionista de Fabricato, una empresa con más de 1.500 trabajadores. Bajo su gestión las acciones de Fabricato triplicaron su valor en un año y medio. 

En mayo de 2011, mientras los negocios de Corridori iban viento en popa, las autoridades italianas decidieron cancelar su residencia tanto en Colombia como en Italia y declararlo persona con paradero desconocido. No conocen sus negocios en Colombia y en las direcciones y teléfonos dadas por él, no aparece. 

De Corridori se sabe más de su pasado amoroso que de su pasado como empresario. El primer contrato que firmó Alessandro Corridori en Colombia fue el de su matrimonio con la colombiana Gloria Eugenia Garcés González, en 2003. El italiano renovó su pasaporte desde Colombia en 2007, con el consenso legal de su primera esposa la italiana Paola Campa. Entre 2009 y 2011, mientras estuvo registrado como italiano residente en Colombia, Interbolsa le concedió préstamos que más adelante la llevarían a la bancarrota. Fue en Interbolsa que Corridori conoció a su actual pareja, Claudia Jaramillo Palacios, quien hasta julio trabajó como corredora de la firma. 

De Alessandro Corrdiori, empresario de 42 años, se conocen dos fotografías, una publicada en la revista Dinero y otra en el diario económico La República. En la primera aparece con barba de tres días y cabello largo trenzado. En la segunda, de traje y corbata en una oficina. Fue imposible contactar al empresario antes de esta publicación, Alessandro Corridori no contesta ninguno de sus antiguos teléfonos.

Por Alice Pipitone, especial para Dinero.com