La calificadora dijo que con los nuevos precios del crudo aumentaron los riesgos para la banca en Colombia.

Finanzas

S&P pone bajo la lupa a los tres bancos más importantes de Colombia

Bancolombia, Banco de Bogotá y Davivienda mantuvieron su calificación BBB- pero su perspectiva es ahora negativa. La calificadora aumentó la percepción de riesgo sobre industria bancaria colombiana.

18 de febrero de 2016

Standard and Poor’s empeoró de estable a negativa su perspectiva de calificación crediticia para los tres bancos más grandes del país: Bogotá, Davivienda y Bancolombia y a sus filiales en Centroamérica. Sin embargo, las firmas mantuvieron su grado de inversión en BBB-.

Hace un par de días la agencia calificadora habría hecho un llamado de alerta al gobierno colombiano sobre una potencial rebaja a sus calificaciones si no adelanta las reformas fiscales de ingresos y gastos que necesita.

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La revisión de perspectiva también afectó a Findeter y a la Financiera de Desarrollo Nacional, responsable de cofinanciar las vías de cuarta generación, que tienen una nota de BBB.

¿Qué hay detrás?

Básicamente S&P cree que con los nuevos precios del petróleo los riesgos para la industria bancaria colombiana aumentaron. Por ejemplo, el informe menciona que el alto déficit en la cuenta corriente hará a Colombia más dependiente de la deuda en los próximos dos años, la inflación y el alza del dólar están reduciendo los ingresos de las familias y la economía se está desacelerando. Sin embargo, la exposición de la banca al sector de hidrocarburos es manejable.

La firma proyecta un crecimiento de la cartera de entre 13% y 14% en 2016 y en torno a 15% para el cierre de 2017, en comparación con la tasa de crecimiento anual compuesta de 20% de los últimos seis años.

El otro gran reparo de S&P a la banca local es su dependencia de los grandes depositantes. “El crédito se está expandiendo más rápido que los depósitos totales en el sistema, y la participación de los depósitos minoristas como porcentaje del total de los depósitos sigue siendo baja. Lo último podría incrementar los riesgos del sistema debido a una mayor dependencia de las fuentes de fondeo mayoristas, que consideramos menos estables en tiempos de dificultades económicas y de mercado. Más aún, a pesar de los recientes cambios regulatorios para fortalecer la capitalización del sistema, todavía consideramos que existe margen para mejorar el marco regulatorio”, indica el reporte.

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Del lado positivo se destacó la mayor transparencia de la banca colombiana frente a otros países similares, la estabilidad en el tiempo de los depósitos y la ausencia de distorsiones importantes en el sistema.