El principal responsable del retroceso en Europa era el temor de una probable propagación de los problemas que confronta Goldman Sachs & Co.

Qué vendrá ahora

Economistas de Nueva York opinan sobre lo que sigue en la crisis. Recesión global inevitable. Los inversionistas aficionados deben quedarse en casa.

7 de octubre de 2008

Los lunes se están volviendo el peor día para los mercados de capitales internacionales. Muchas de las noticias de quiebras y dificultades se anuncian en los fines de semana para que no tengan efecto sobre las transacciones de las bolsas, pero su efecto acumulado se traslada con una fortaleza mortal para el primer día hábil.

El lunes fue un día que algunos calificaron como de pánico en Nueva York. El Dow Jones, índice de la bolsa de esa ciudad, cayó hasta 7% aunque al final del día recuperó algo de sus pérdidas. El de la bolsa de Sao Paulo, el Bovespa cayó un escalofriante 15%, aunque también se recuperó un poco.

Pero a medida que se producen en secuencia lunes negros, va quedando claro que el diagnóstico es diferente. “Ya las autoridades perciben que es una crisis sistémica. Que la relación entre segmentos del sector financiero y entre países es distinta y que por eso la respuesta debe ser diferente”, sostiene Boris Segura, economista del banco de inversión Morgan Stanley en Nueva York.

Esto se ha visto con más fuerza en las últimas semanas. “Antes la intervención de hacía un poco ad-hoc, sin ver gran foto”, dice. Se rescataba una que otra entidad. Hoy se habla de defensas coordinadas de países a los sistemas bancarios.

Y es que los problemas financieros no han desaparecido. “Los países están en crisis, muchos países están al borde de la recesión, así que no se puede descartar la quiebra de un banco grande, es muy factible”, le dijo a Dinero.com Rafael de la Fuente, economista del banco francés BNP Paribas en Nueva York.

Hoy en día, ante cualquier situación de quiebra de bancos, es de esperar que el gobierno se haga cargo y trate de solucionar el problema. “Esperaría que otros países sigan el ejemplo de Alemania y den una garantía de deposito global a sus bancos, lo que ayudaría un poco a apaciguar la crisis”, opina De la Fuente. “Es claro que la crisis es inevitable y es clave la intervención del gobierno de cada país para suavizar la recesión”, añade.

Para Boris Segura, lo más difícil de vencer en este momento es la sensación de pánico. Se podría hacer en parte si los bancos centrales importantes del mundo salieran juntos a recortar sus tasas de interés. Pero el lío es que incluso si inundan los mercados de liquidez, como lo han hecho, las entidades asustadas, no la prestan. “El que la recibe no la circula”, explica.

“Parte de que el dólar esté en rally, obedece a que la gente se sienta sobre los dólares”, dice Segura.

Entonces la primera tarea sería la de recuperar la confianza en que habrá liquidez en el mundo. Una tarea difícil pero que empieza, según el economista del Morgan Stanley, por “no hacer locuras, no mandar señales equivocadas. No defender los niveles de tipo de cambio, más bien acomodar volatilidad y sobre todo, no volverse hiperactivo”.


Pero además la crisis financiera, está empujando al mundo en una recesión global que parece inevitable. “Se espera una recensión mundial, independientemente de lo que pase (con los bancos). Ante esta situación no hay nada que hacer. Tanto el mundo como los países emergentes sufrirán un recesión, ante eso no hay nada que hacer”, vaticina pesimista Rafael de la Fuente.


¿Y qué hacer?
Los pronósticos del Paribas no los comparten todos los economistas. A pesar de la depreciación de las monedas y de economías más débiles, Boris Segura no ve una crisis para el vecindario. “En América Latina aprendimos la lección y la baja en el ciclo no parece ser terrible”, afirma.

Esa es una buena noticia, que permite prever tiempos muy deslucidos, pero no una catástrofe enorme.

Sin embargo, en concreto, en el mercado de valores nacional, la instrucción parece ser cautela para los novatos. Es un período de altísima volatilidad en el que se pierden fortunas en cuestión de horas. “Para el inversionista de la calle, el inversionista más casual, es un momento para estar marginado de los mercados y esperar a que el agua se tranquilice”, señaló ayer lunes el presidente de la Bolsa de Valores de Colombia, Juan Pablo Córdoba.

No obstante la turbulencia es un momento para que los inversionistas más avezados hagan su agosto. “Sin duda para el inversionista profesional con conocimiento, lo que hay son oportunidades en este tipo de movimiento de los mercados”, añade Córdoba.

El presidente de la Bolsa también comparte la idea de que los problemas más serios serán temporales. “Es posible que no sigan extendiendo algunas líneas de crédito, pero no es un tema de preocupación. Esperamos que se normalice la situación en las próximas semanas”, concluye.

Ahora habrá que esperar y ver qué tan seria puede ser la caída de dominós el próximo lunes.