El oro marcó, hoy, un nuevo máximo histórico al terminar la sesión a US$1.431,2 la onza

Qué está moviendo el oro

Seis indicadores críticos que mueven el precio de este metal precioso señalan la misma dirección. Los inversionistas renovaron su interés en el oro como un refugio para preservar la riqueza en tiempos de incertidumbre.

27 de septiembre de 2010

El oro cerró el viernes en US$1.301,6 por onza. Este metal precioso completó una semana en la que marcó récords en todas sus sesiones a excepción del martes, y con los que ha continuado esa tendencia imparable desde que semanas anteriores que también ha registrado máximos históricos. Las razones de este constante aumento se pueden determinar al observar seis indicadores críticos que apuntan a que los inversionistas al sentir incertidumbre se mueven hacia activos más seguros y que más guardan valor.

Crecimiento en la oferta de dinero mundial. Años de políticas monetarias expansivas y trillones de dólares en la economía a causa de los estímulos económicos para salir de la recesión. La consecuencia del exceso de dinero en el mundo son las presiones inflacionarias y por lo tanto los inversionistas reducen su confianza en el efectivo como depósito de valor. Esto lleva a los inversionistas a comprar oro para preservar su riqueza.

Volatilidad en el precio de las acciones y el petróleo. Después de varios años de mercados al alza, los mercados de acciones y mercancías tuvieron una caída dramática en el 2008 cuando la economía entró en recesión. Mientras que los mercados se han recuperado parcialmente de sus mínimos, continúan presentando volatilidad y muchos inversionistas siguen concentrados en la idea de preservar su capital. El oro se presenta como un recurso seguro frente a otros activos como los inmuebles y las materias primas. Uno de los efectos de la crisis de 2008 fue el aumento de una diversidad de inversionistas de oro y la fuerte demanda ejercida por este grupo, además de la de los inversionistas tradicionales, han agotado el inventario y la producción de lingotes y monedas de oro.

China. El oro ha sido muy apreciado durante mucho tiempo en China, uno de los consumidores y productores más grandes del mundo. El crecimiento del mercado de oro en China ha sido en parte por el gran superávit comercial que tiene con Estados Unidos y Europa que le genera grandes cantidades de moneda extranjera y también porque China tiene una de las más altas tasas de ahorro en el mundo. A pesar de que China compra grandes cantidades de títulos del Tesoro del gobierno de Estados Unidos, para diversificar su portafolio de reservas, ha incrementado las compras de oro.

Mínimos del precio del oro en los 90. Después de alcanzar un máximo de US$850 por onza en 1980, el oro cayó a un mínimo de US$252 la onza en 1999. El efecto de haber alcanzado estos mínimos, sumado a los controles ambientales, fue que las compañías mineras detuvieran el gasto en exploración de nuevos hallazgos de oro. Esta falta de inversión hace que la oferta de oro actual no crezca al mismo ritmo que la demanda mundial.


Bajas tasas de interés. Cuando las tasas de interés están bajas, muchos inversionistas muchos inversionistas prefieren no invertir en títulos valores con pagos atados a la tasa de interés pues su valor disminuye y optan por comprar activos con un valor real y que sirvan como cobertura como el oro.

Crisis de crédito. La economía norteamericana ha sufrido problemas de liquidez por las grandes pérdidas en el mercado de crédito de vivienda y en general su sistema financiero. Para superar la crisis, la reserva federal ha disminuido las tasas de interés hasta cero. La consecuencia, la debilidad del dólar como moneda de referencia, por lo tanto muchos inversionistas han optado por comprar oro al dar una promesa más clara de ser un activo que preserva valor.