La caída de los precios de las materias primas que exporta América Latina también continuará amenazando a estos mercados emergentes. Con este escenario, la tendencia es que los inversores sigan alejándose de posiciones en activos de riesgo como los latinoamericanos y corran a refugiarse en el dólar o en instrumentos de deuda denominados en esa divisa.

Inversionistas

Monedas de A.L a la defensiva ante temores globales

Las monedas de América Latina podrían extender esta semana las profundas bajas que exhibieron en septiembre, causadas por la preocupación ante una crisis económica y de deuda mundial que parece no hallar una solución creíble, por lo que los bancos centrales seguirían atentos a eventuales medidas.

3 de octubre de 2011

El temor a que Grecia declare un cese de su deuda en el corto plazo, combinado con la desaceleración de la economía mundial y de un enfriamiento del crecimiento en algunos de los principales mercados de la región, seguirá impactando a monedas como el real de Brasil y el peso de México.

La caída de los precios de las materias primas que exporta América Latina también continuará amenazando a estos mercados emergentes. Con este escenario, la tendencia es que los inversores sigan alejándose de posiciones en activos de riesgo como los latinoamericanos y corran a refugiarse en el dólar o en instrumentos de deuda denominados en esa divisa.

El real de Brasil pasó de ser una de las monedas más apreciadas del mundo para perder cerca de un 18 por ciento en septiembre.

Su desempeño esta semana dependerá de Grecia y Europa.

"Las economías global y local están próximas a entrar en una nueva fase", dijo el analista Mauricio Rosal de la correduría Raymond James. "Cualquier previsión está sujeta a niveles poco comunes de incertidumbre", agregó.

El 18 y 19 de octubre tendrá lugar una nueva reunión del Comité de Política Monetaria del Banco Central de Brasil y va a depender de cómo actúe la autoridad monetaria sobre la tasa de interés para establecer el rumbo de la moneda, evalúan operadores.

"Creo que puede haber una presión menor sobre el real. Como la posición técnica mejoró mucho y el Banco Central dijo que no va a renovar los vencimientos de swaps, puede ser que a fin de octubre en lugar de que el real se deprecie, se aprecie", dijo Alfredo Barbutti, economista jefe de la correduría BGC Liquidez.

El real se depreció más de un 2 por ciento frente al dólar el viernes, para cerrar a 1,8815 unidades en el mercado interbancario.

También en septiembre, el peso mexicano perdió más del 12 por ciento de su valor, con lo que fue el tercero de peor desempeño en América Latina tras el real y el peso chileno.

"He visto al tipo de cambio muy sensible a estos cambios en la percepción de riesgo global y a los niveles de incertidumbre", dijo sobre el peso mexicano Mario Correa, director de estudios económicos de Scotiabank.

Si el panorama global se aclara, el peso mexicano podría caer hacia niveles por debajo de los 13,50 unidades por dólar. Sin embargo, Correa es escéptico sobre una pronta resolución a los problemas del entorno global.

"Creo que vamos a ver al tipo de cambio moviéndose en un rango bastante amplio, quizá en niveles de 13,50 hasta niveles de 14,20, dependiendo de cómo vayan dándose las cosas en los mercados globales", aclaró.

La moneda mexicana perdió el viernes 17,35 centavos a 13,8815/13,8835 pesos por dólar.

A la espera de datos y decisiones

Los mercados aguardarán hasta el viernes para saber el número de empleos que se crearon en septiembre en Estados Unidos, un dato que es visto como un termómetro para medir el nivel de la desaceleración económica.

Además, el lunes se reunirán los ministros de Finanzas de la zona euro para evaluar la situación griega y el reforzamiento del Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF por su sigla en inglés), que le daría más atribuciones para ayudar a los países miembros en problemas.

Un operador en el mercado de cambios de Chile afirmó que el peso chileno seguirá indexado a la suerte de los mercados globales y al precio de su principal producto de exportación, el cobre, que el viernes cerró su peor trimestre en tres años.

"Por lo tanto, es muy difícil apostar a un rango de precios para el dólar, lo único seguro es que seguirá mostrando una alta volatilidad y se moverá de acuerdo a la evolución que tengan los mercados globales", agregó.

En septiembre, el peso chileno llegó a perder más de un 12 por ciento golpeado por la caída del precio del cobre y cerca de un 11 por ciento en el trimestre. El viernes, la moneda local retrocedió un 1,33 por ciento para terminar a 519,5/519,8.

En Argentina, el firme control del Banco Central, con operaciones de compra o venta de dólares en el mercado de contado y negocios en las plazas de futuros, mantiene estabilizada la paridad cambiaria del peso.

"Con esta estrategia, ha mantenido al dólar en una meseta que, por el momento, no vislumbra desniveles en el corto y mediano plazo", dijo la financiera Puente.

El peso argentino en la plaza mayorista, donde opera el Banco Central, se mantendrá estabilizado a 4,2025/4,205 por dólar, en tanto que en la plaza marginal rondará las 4,44 unidades para la venta, según prevén los operadores.

En septiembre, el banco central se desprendió de unos 1.650 millones de dólares de sus reservas para sostener la cotización del peso argentino.

El analista Boris Segura, director ejecutivo para América Latina de Nomura Securities International, dijo en una nota que las autoridades parecen resistirse a que el peso sufra una depreciación significativa antes de las elecciones, en vista de que han colocado la estabilidad de la moneda local en un "punto de honor" de la campaña electoral.

Sin embargo, en el mediano plazo, Nomura tiene una perspectiva bajista sobre el peso argentino.

Argentina celebrará elecciones presidenciales el próximo 23 de octubre, y las encuestas ubican a la presidenta Cristina Fernández como la favorita para ganar un segundo mandato.


Reuters