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AGROINDUSTRIA

El millonario negocio de importar abejas hacia Colombia

La drástica reducción en la población de abejas y abejorros está llevando a algunas empresas locales a importar estos animales. Los frutos se reflejan en las cuentas de los agricultores.

17 de julio de 2019

Uno de los negocios agroindustriales más interesantes que germinan en la actual XXII Feria Agroexpo de Bogotá es la importación de abejorros polinizadores desde Argentina. El uso intensivo de pesticidas y otros químicos han reducido drásticamente esta población en el país lo que ha derivado en graves problemas de productividad para el campo colombiano.

Por todo esto, la compañía colombiana Sáenz Fety anunció su interés de importar estos animales desde Argentina, donde una firma de origen belga tiene unos cultivos y producción de colmenas. Se trata de una sofisticada biofábrica que provee de este tipo de especies a casi toda América Latina. “Colombia no tiene ni el 10% de los abejorros que debería tener. Eso se traduce en unos productos más pequeño y desuniformes”, cuenta Alejandro Sáenz, el encargado de desarrollar nuevos negocios en Sáenz Fety.

El ejecutivo plantea limitaciones como la que enfrenta la producción de aguacate hass en el país, en parte, por la falta de una buena oferta de abejorros que ayuden a polinizar bien las plantaciones.

La importación de este tipo de insumos biológicos de producción está pendiente de un permiso por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales, que al parecer, ha demorado todo el proceso.

¿Cómo se importan?

La biofábrica de Argentina procesa una caja con una reina y cerca de 60 abejorros obreros. El dispositivo, con un diseño especial para proteger los animales en el transporte aéreo, incluye una zona con solución azucarada, la cual sirve de alimento por varios días.

Una vez superado el viaje la colmena es trasladada a las fincas y centros de producción para que cumplan con su misión: pasar de una flor a otra el polen. “Cada animal realiza un vuelo de 2 horas en donde poliniza, luego vuelve a la colmena en donde la reina tiene la función de poner huevos”, comenta el experto.

El problema es que una de estas colmenas tiene una ‘vida útil’ de 6 a 8 semanas, tienen un precio cercano de US$200 y se necesitan unas 3 colmenas por hectárea. 

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Sin embargo, Sáenz explica que los frutos de esta apuesta económica se recupera al ver los resultados en productividad. Una plantación puede incrementar un 30% la cosecha, eso sin contar que los alimentos cuentan con una mejor forma y tamaño, dos cosas que son muy bien recibidas en mercados locales e internacionales.

¿Por qué no se cultivan en Colombia? La respuesta de la industria es que solo dos firmas en el mundo, uno de ellas la belga, tienen la capacidad técnica de criar estos abejorros en cautiverio; la Universidad Militar Nueva Granada ha realizado experimentos pero no ha logrado cerrar el ciclo.

Se trata de una oportunidad de negocio interesante en un país llamado a convertirse en una de las 7 potencias agrícolas del mundo, según la FAO.

“Es posible tener ácaros depredadores de arañas o pestes, o incluso avispas que funjan como biopesticidas”, explica Sáenz. 

Según un artículo de Semana Sostenible, en Colombia hay alrededor de 115.000 colmenas y la proyección de los empresarios es llegar a 150.000 al finalizar 2020, así como pasar de producir 3.600 toneladas de miel al año, a 4.000 toneladas al término del año entrante. 

Así mismo, se puede decir que hay cerca de 20.000 especies de abejas, muchas de ellas con poblaciones en declive debido a  pesticidas, los cultivos transgénicos, las plagas, la agricultura intensiva, el cambio climático o la urbanización que restringe sus hábitats.

También se sabe que más del 75% de los cultivos que alimentan el planeta dependen de alguna forma de la polinización de insectos y otros animales, por lo que su ausencia podría acabar con el café, las manzanas, las almendras, los tomates o el cacao, según la FAO.

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