Las emisiones de los denominados bonos de infraestructura deberán financiar cerca de $30 billones durante los próximos seis años, según cálculos de la ANI.

infraestructura

Salvación, en los fondos de pensiones

Para Anif en el mediano plazo se deben incrementar las inversiones de las Administradoras de Fondos de Pensiones en infraestructura, tanto las directas como indirectas.

12 de octubre de 2013

Las AFP de Colombia han sido conservadoras a la hora de “apostar” por los portafolios de los grandes proyectos de inversión y con obvia razón. Existen elevados riesgos que todavía se observan en las fases de estructuración y construcción de la mayoría de los grandes proyectos de infraestructura en Colombia.

La participación de las AFPs en el financiamiento de proyectos al cierre de 2011, era de casi un 19% de su portafolio de inversión, éstas se hacían de forma indirecta a través de bonos, acciones o de fondos de capital privado. Sobresalían las participaciones accionarias en empresas eléctricas-energéticas (16% de los fondos).

A junio de 2013, la inversión total en infraestructura representaba cerca del 18% de dichos portafolios de las AFP. En cambio, la porción de inversión directa de las AFP en estos proyectos ha sido mucho más modesta, pues ella sólo representaba un 0.7%.

Pero los nuevos proyectos necesitarán muchos recursos y la demanda del sector privado excederá las fuentes bancarias tradicionales.

“Por ello, se requiere que el mercado de capitales supla gran parte de este faltante a través de los “bonos de infraestructura””, dice un estudio de Anif.

Las emisiones de los denominados bonos de infraestructura deberán financiar cerca de $30 billones durante los próximos seis años, según cálculos de la ANI.

En este sentido, Anif recalca que allí será fundamental el papel de las Administradoras de Fondos de Pensiones como demandantes “naturales” de dichos bonos, dada la coincidencia de plazos y rentabilidades.

La meta hacia el mediano plazo debe ser incrementar dichas inversiones de las AFP en infraestructura, tanto las directas como indirectas. En materia de inversiones directas, los “bonos de infraestructura” jugarán un papel crucial, pero ello supone alinear los riesgos (ambientales, sociales, jurídicos) y los incentivos (garantías, liquidez, aseguramiento).

Respecto a los instrumentos indirectos, estos dependerán de la rentabilidad y gobernabilidad de las empresas del sector, donde actualmente se destacan las participaciones accionarias de las AFP en ISA (14.9%), Isagen (10.5%) y Ecopetrol (3.6%).