Si se ve la situación actual y se compara con la de entonces no parece que haya excesiva diferencia: crisis de crédito, cierre de empresas, desempleo, descenso del consumo, etc. | Foto: Archivo Semana

Finanzas

¿Estamos en una nueva Gran Depresión?

Las similitudes entre la época actual y la Gran Depresión son asombrosas en muchos aspectos, pues ambos períodos arrancaron después de un ciclo de crédito desbordado. ¿Hasta qué punto estamos en una situación similar?

11 de agosto de 2012

Y es que si se mira bien, la crisis del 29 desemboca en la Gran Depresión, que llegaría a su punto máximo en torno a 1933, se desencadenó como consecuencia de la quiebra bancaria, entre 1929 y 1932 quebraron 5.096 bancos y eso llevó a la restricción de acceso a los créditos.

Como consecuencia de esa restricción de créditos se produjo la quiebra de miles de empresas y un aumento considerable del paro, que determinó la disminución del consumo y el consiguiente aumento de los stocks que provocó un descenso apreciable de los precios, con el fin de frenar esta caída se reduce voluntariamente la producción.

La crisis acentuó las desigualdades sociales, los patrimonios de los más ricos no mermaron mucho y los efectos de la depresión afectó de lleno a las clases medias y bajas, que fueron empobreciéndose cada vez más. Muchos buscaron la solución en posiciones políticas extremas que, entre otras cosas, desembocaron en la Segunda Guerra Mundial.

Si se ve la situación actual y se compara con la de entonces no parece que haya excesiva diferencia: crisis de crédito, cierre de empresas, desempleo, descenso del consumo, etc. 

Sin embargo los analistas resaltan que hay cosas que son diferentes y que pueden evitar que las consecuencias sean similares. Entonces se plantearon políticas proteccionistas en todos los países, se penalizaron las importaciones, se repatriaron fondos des invirtiendo en otros países y se buscaron salidas a la crisis de forma individual y cada uno con sus medios.

"No parece que la concepción del mundo globalizado que tenemos actualmente sea un caldo de cultivo para que se repitan los hechos del pasado. Además tenemos a un conjunto de economías emergentes que garantizan la demanda externa y que evitan el colapso de economías eminentemente exportadoras", resaltó Camilo Cifuentes, analista de los mercados internacionales. 

Además, al contrario de lo que ocurrió entonces, la inversión de estas economías emergentes no se limita a sus países y contribuyen al sostenimiento de otras economías comprando su deuda.

Por tanto no parece, en el entorno macroeconómico, que podamos vivir una situación similar a la de los años 30. Pero eso no quita que en un aspecto microeconómico y en ciertos países, no se den unas condiciones sociales que recuerden las de la Gran Depresión.