| Foto: John Jairo Bonilla

ANÁLISIS

Bonos Odinsa: una buena noticia para la infraestructura y el mercado de capitales colombiano

La emisión exitosa de bonos por $400 mil millones por parte de Odinsa es una muy buena noticia para el sector de la infraestructura y para el desarrollo de nuestro mercado de capitales. Tuvo una sobredemanda de 2,3 veces el monto ofrecido.

4 de octubre de 2017

Los recursos serán usados en la recomposición de la deuda de la compañía, lo que le permitirá continuar con sus planes de inversión en el futuro.

El sector de la infraestructura, por buenas y malas razones, ha sido protagonista en las noticias económicas de los últimos meses. La puesta en marcha de un programa tan ambicioso como el de Cuarta Generación de Concesiones, que hoy es una realidad, ubica al sector en un lugar privilegiado de la discusión sobre cómo superar nuestros atrasos estructurales. De esta manera se ha convertido en lo que podríamos llamar un eficiente instrumento de política fiscal de estímulo a nuestra economía y promete consolidar esa condición en los próximos años.

El tamaño y ambición del programa de infraestructura ha atraído capitales de inversión nacionales y extranjeros, entre ellos algunos de notable trayectoria, como Grupo Argos, al convertirse en accionista mayoritario de Odinsa. No obstante, también ha creado cuellos de botella que han demandado esfuerzos para que la creatividad y flexibilidad afloren en muchos espacios y grupos de interés, en pro de seguir permitiendo el desarrollo del programa.

El cuello de botella más visible ha sido el de la financiación de los proyectos y de los promotores de los mismos. La forma como tradicionalmente se han financiado proyectos y compañías ya no es suficiente. La creatividad y flexibilidad se han manifestado en la participación de la banca internacional, en el importante rol de la Financiera de Desarrollo Nacional –FDN- y de la Asociación Nacional de Infraestructura –ANI- y en las emisiones internacionales de bonos proyecto. En este sentido, la noticia de la emisión de Odinsa es otra manifestación de creatividad y flexibilidad, ya que se trata del primer bono corporativo emitido por un participante tan relevante del sector.

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Lo que es buena noticia para la infraestructura es aún mejor para el desarrollo de nuestro mercado de capitales, que hasta la fecha era terreno exclusivo para emisores corporativos con calificación de riesgo AAA y AA+. Se trata de una restricción autoimpuesta por el mercado, que a fuerza de repetición se volvió cierta y que incluso permeó los reglamentos de inversión de algunos actores. El efecto más visible y nocivo de esa restricción fue la creación de la percepción de que el mercado de capitales es un club cerrado a muy pocos.

Odinsa es un emisor calificado AA-, una calificación que sigue perteneciendo a la categoría de grado de inversión local y que, más que evidenciar debilidades de crédito, lo que hace es acoplarse al momento de madurez de la compañía y a la industria en general, en su etapa de inversión actual. Esta transacción se convierte en prueba de que una calificación inferior a AA+ ya no es excluyente para una opción en el mercado de capitales local.

Cabe mencionar que esta operación contó con la participación de Banca de Inversión Bancolombia, que lideró la estructuración de la transacción; Valores Bancolombia, que actuó como agente líder colocador; y Bancolombia, que desde su balance soportó la operación con el Compromiso de Suscripción de Valores, un mecanismo que aseguraba que un eventual defecto de demanda fuera cubierto por el banco.

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La potencia del emisor, Odinsa, representada en su robusto y diversificado portafolio de activos, el respaldo de Grupo Argos, con su fortaleza financiera, y el esquema de gobierno corporativo, sumado a un muy buen trabajo de comunicación con los inversionistas, no hicieron necesaria la utilización del Compromiso de Suscripción de Valores. Sin embargo, fue un respaldo que contribuyó al éxito de la emisión.

Las buenas noticias son siempre bienvenidas, sobre todo en épocas de predominante pesimismo e incertidumbre. Que el sector de la infraestructura vea materializado un nuevo instrumento para financiar sus propósitos, que son los de todo el país, y que el mercado de capitales reciba señales de hacia dónde y cómo expandirse, son muy buenas noticias.

Luis Ignacio Gómez, vicepresidente de estructuración de Mercado de Capitales de Banca de Inversión Bancolombia