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Acciones de bancos empujan bolsas europeas a mínimos en dos semanas

Las acciones cayeron el lunes en Europa y cerraron en su nivel más bajo en dos semanas, luego de que las conversaciones por un canje de deuda griego no llegaron a una buena conclusión y los datos de gasto del consumidor estadounidense estuvieron por debajo de los pronósticos, golpeando a sectores cíclicos.

30 de enero de 2012

También pesaba sobre el ánimo de los inversores una ampliación del diferencial entre los rendimientos de los bonos portugueses y alemanes a 10 años a máximos en la era euro, alimentando temores de que Portugal podría eventualmente seguir a Grecia y tener que reestructurar su deuda.

"La promesa de concluir las negociaciones por la deuda griega no ha sido cumplida y la gente no espera muy buenas noticias provenientes de la cumbre de la Unión Europea porque ya se ha prometido y anunciado mucho", dijo Philippe Gijsels, jefe de investigación de BNP Paribas Fortis Global Markets.

"Además de eso la gente está preocupada porque Portugal podría seguir el ejemplo de Grecia. Esto podría resultar en una saludable corrección de los precios de las acciones, pero los inversores deberían mantenerse a la defensiva y cautelosos e invertir en compañías que presentan buenos balances, fuertes flujos de ingresos, y dividendos", agregó.

Mientras tanto, los líderes europeos luchaban por reconciliar austeridad con crecimiento.

Sin embargo, tres funcionarios de la Unión Europea dijeron a Reuters que los líderes alcanzaron un acuerdo respecto a la introducción de un mecanismo permanente de rescate de la zona euro a partir de julio del 2012, y que el tratado que regiría ese fondo sería firmado en una fecha posterior.

Gijsels dijo que la gente también está preocupada porque Portugal podría seguir el mismo camino de Grecia.

El temor a que Portugal pueda necesitar un segundo rescate para evitar una caótica quiebra se acrecentaba debido a que los bancos elevaron el costo de asegurar los bonos del Gobierno contra cesación de pago, e insistieron en que el dinero sea pagado en efectivo en lugar de durante varios años.

El índice bursátil PSI 20 de la bolsa portuguesa, que descendió un 2,5 por ciento, tuvo un desempeño inferior al de los mercados de la región en general.

El índice FTSEurofirst 300 de las principales acciones europeas cerró con una caída del 0,99 por ciento, a 1.030,43 puntos, en el que es su nivel más bajo de cierre desde mediados de enero luego de haber tocado un máximo de seis meses la semana pasada.

El sector bancario fue uno de los más castigados. El índice STOXX Europe 600 bancario cayó un 3,11 por ciento, liderado por las acciones de los bancos franceses al calor de un propuesto impuesto a las transacciones financieras que busca implementar el gobierno del presidente Nicolas Sarkozy.

El índice de volatilidad Euro STOXX 50, el principal indicador de la aversión al riesgo en Europa, saltó más de un 10 por ciento, lo que indica que el apetito por activos de mayor riesgo -como las acciones- disminuyó por la incertidumbre que rodea a la crisis de deuda de la zona euro y el decepcionante panorama macroeconómico.

El gasto del consumidor estadounidense se mantuvo estable en diciembre, la medición más baja del gasto desde junio, mientras que Francia redujo a la mitad el pronóstico de crecimiento económico para este año a 0,5 por ciento tomando en cuenta la desaceleración en toda Europa.

Asimismo, la economía española se contrajo en el último trimestre del 2011 por primera vez en dos años.

Sin embargo, algunos analistas continuaban siendo positivos. JP Morgan confirmó su postura alcista sobre los activos de más riesgo, argumentando que los positivos datos de gerentes de compras y el respaldo monetario de los bancos centrales pueden ayudar a respaldar el reciente repunte en las bolsas.

Los analistas dijeron que la mejor estrategia de inversión sigue siendo mantenerse a la defensiva e invertir en compañías de sectores tales como cuidado de la salud y servicios públicos.

Las acciones de este último sector tuvieron un desempeño inferior al de otros sectores defensivos el año pasado por las preocupaciones relacionadas con la energía nuclear y la regulación gubernamental luego del incidente con la planta japonesa de Fukushima.