La Cumbre de los Pueblos pide replantear las relaciones americanas sin EE.UU.

En una entrevista con Efe, el portavoz de esta anticumbre, Enrique Daza, explicó que si bien las Cumbres de los Pueblos nacieron en los años noventa contra el Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA), proyecto fracasado en 2005, el objetivo sigue siendo buscar alternativas al sistema neoliberal de sumisión a EE.UU.

"La pobreza, la desigualdad, la inequidad, se han tocado en todas las Cumbres de las Américas (desde la primera en 1994), de las 1.200 decisiones tomadas, 100 o 200 se refieren a temas de pobreza, pero nunca se ha aplicado ninguna", recordó Daza, un psicólogo bogotano que lleva 40 años en la lucha social y que es secretario de la Alianza Social Continental.

En ese sentido, el portavoz vaticinó que esta Sexta Cumbre, la oficial y que culminará el fin de semana con la reunión de 33 gobernantes del continente, entre ellos el estadounidense Barack Obama, "va a tener un resultado igual a las anteriores".

Y es que esta cita se celebra bajo el lema "Conectando las Américas: Socios para la prosperidad" y tiene por objetivo debatir sobre, entre otros asuntos, integración, pobreza y desigualdad.

"El Gobierno colombiano propuso los temas para que no ocasionaran discrepancias en un continente dividido, escogió temas neutros, insípidos, porque nadie va a estar en contra de que se acabe la pobreza o haya computadores en las zonas rurales", remarcó el vocero de la anticumbre.

Para Daza, lo deseable es "que hubiera un replanteamiento de las relaciones interamericanas en el sentido de que Estados Unidos gravita sobre el continente como una potencia influyente y amenazante".

A su juicio, EE.UU. "tiene el control" y "vasta influencia" de una buena parte de los países de la región mediante los Tratados de Libre Comercio (TLC), la militarización de la lucha contra el narcotráfico y sus multinacionales.

"El papel de Estados Unidos ha sido clave y hasta el momento no ha beneficiado a América Latina. Están mejor los países que se alejan de Estados Unidos que los que están cerca", manifestó, al adelantar que en torno a esta realidad girarán los debates de la Cumbre de los Pueblos.

Para los movimientos antiglobalización que constituyen la Cumbre de los Pueblos, que se prolongará hasta el sábado, "se deben fortalecer los procesos de integración autónomos (...), todos aquellos que no hacen depender a los países de la exportación de productos básicos a Estados Unidos".

Se refirió así a organismos de integración regionales que excluyen a EE.UU. y Canadá, como la Unión Suramericana de Naciones (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Alianza Bolivariana de las Américas (Alba).

Daza abogó por "una política que implique una diversificación de las relaciones internacionales y no por un fortalecimiento del predominio de Estados Unidos en la política económica e internacional".

Para ello la Cumbre de los Pueblos debatirá bajo diferentes ejes temáticos: militarización, TLCs, integración, medioambiente, cambio climático, crisis económica, territorio, tierra y soberanía.

El próximo sábado celebrarán una asamblea en la que harán público un documento con sus conclusiones, antes de iniciar una manifestación por las calles de Cartagena de Indias, que coincidirá con la Plenaria de la cumbre de jefes de Estado y Gobierno.

Preguntado sobre si teme una respuesta policial ante las fuertes medidas de seguridad que han blindado la colonial ciudad de Cartagena, Daza respondió que cuentan con "permiso de la Alcaldía".

"Buscamos un recorrido que fuera aceptable para ambas partes, el Gobierno ha reconocido la importancia histórica de la Cumbre de los Pueblos, esperamos que no haya problemas y que el Gobierno cumpla su palabra. Esta no es una cumbre clandestina, sino una cumbre paralela", indicó.

Enrique Daza, vocero de la Cumbre de los Pueblos de Cartagena de Indias, además es portavoz de la Red Colombiana de Acción Frente al Libre Comercio (Recalca) y director de la revista Deslinde.

EFE