El problema, en parte, se agudizó con las nacionalizaciones de las fábricas de acero y cemento cuya producción está en mínimos. | Foto: Archivo Semana

Internacional

Venezuela usará carros abandonados para hacer casas

Ante la falta de materia prima, el Gobierno de Nicolás Maduro ha emprendido un operativo para fundir automóviles y motos abandonados en acero corrugado para la construcción de viviendas.

29 de abril de 2014

Ante el desplome en su producción de acero, el Gobierno socialista de Venezuela usará los vehículos abandonados para construir viviendas, en su intento por alimentar uno de los subsidios estrella creado por el fallecido Hugo Chávez.

En 2012, el Gobierno venezolano levantó 250.537 viviendas a través de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV), pero tras la muerte de Chávez en 2013, apenas entregó un 40 por ciento de su ambiciosa meta de 380.000.

"Tras estas inspecciones se han enviado a la Siderúrgica Nacional 10.485 automóviles, 9.651 motos y 539 bicicletas, para un total de 20.675", dijo María Martínez, viceministra del Sistema Integrado de Investigación Penal, durante una inspección a un depósito de vehículos abandonados a las afueras de Caracas. "Esto pasa a la Gran Misión Vivienda Venezuela para construir 32.772 viviendas de 54 metros cuadrados logrando un apoyo con las cabillas (acero corrugado) para esas viviendas", agregó.

Desde el año pasado, además, en medio de un plan para desarmar a la población civil, el Gobierno aprovecha las armas incautadas para fabricar acero. "El drama de la vivienda no tiene solución en el capitalismo. Aquí lo vamos a solucionar con socialismo y más socialismo". Con estas palabras, Chávez inauguró la "misión vivienda" hace 15 años, pero sus críticos sostienen que desde aquel discurso el déficit habitacional se duplicó y que hoy, unos 3 millones de venezolanos carecen de vivienda.

El problema, en parte, se agudizó con las nacionalizaciones de las fábricas de acero y cemento cuya producción está en mínimos.

La producción de cabillas bajó en marzo un 80,9 por ciento interanual, según cifras oficiales, a su menor nivel desde 1996. Por su parte, los despachos de cemento retrocedieron en febrero un 11,1 por ciento interanual.


Reuters/D.com