Una Polar con Belmont, por favor

La cerveza y cigarrillos de contrabando se han tomado ya segmentos completos del mercado. Los excesivos impuestos están acabando con la industria nacional.

GILLES CASTONGUAY
1 de octubre de 1993

El vendedor en una avenida del norte de Bogotá señaló los paquetes color azul claro de cigarrillos Belmont almacenados en su kiosco. Se venden muy bien, comentó sobre la marca venezolana. La marca Belmont es cada día más popular en Colombia debido a su bajo precio. Un. paquete de cigarrillos cuesta $350, mientras que una marca nacional, con un gravamen de 124%, cuesta $550 pesos. El Belmont es barato porque es de contrabando.

Los cigarrillos son el artículo más contrabandeado en el país. Tan grave es el problema, que está amenazando seriamente a la industria nacional del tabaco y socavando las rentas públicas. Se calcula que la venta ilegal de cigarrillos, por US$ 105 millones al año, corresponde a un 50% de la venta legal de este artículo. Ejecutivos de la industria y funcionarios del gobierno culpan al impuesto sobre las ventas de cigarrillos y al lavado del dinero del narcotráfico por la invasión del mercado. Estas mismas razones son la causa del contrabando de la cerveza.

El impuesto de 48% a la cerveza en Colombia es más alto que el de Venezuela y la diferencia entre los dos es lo suficientemente grande como para estimular el contrabando de cerveza venezolana al país. La cerveza Polar, prácticamente la única marca de contrabando en Colombia, cubre cerca de un 40% del mercado de la Costa Atlántica.

Con la reducción de los aranceles comerciales entre Colombia y Venezuela debido al acuerdo de libre comercio firmado el año pasado, Venezuela se ha convertido en la tercera fuente de contrabando después de Panamá y el sur de la Florida. El director de Impuestos Nacionales y de la Aduana, Pedro Nel Ospina, calcula que los productos de contrabando representan hasta un 20% del valor de todas las importaciones, las cuales alcanzaron casi US$ 7.000 millones en 1992.

Los cigarrillos son el contrabando predominante de Venezuela en Colombia, seguidos por automóviles, enlatados, dulces y cerveza Polar.

Un 80% del contrabando entra por tierra en pequeñas cantidades, a cargo de

miembros de familias que pertenecen a la economía informal, según fuentes aduaneras. Los puntos de entrada son Cúcuta y Maicao. Otro 15% se trae por vía aérea algunas veces en vuelos fletados y el resto entra por vía marítima. Rodrigo Cardona, director de Impuestos de Antioquia, dice que aproximadamente un 85% del contrabando que ingresa al país es de cigarrillos. Es lo que predomina, dijo Cardona, mientras observaba las cajas de cigarrillos arrumadas hasta el techo de su oficina en Medellín. El secretario de Hacienda de Cundinamarca, Alvaro J. Cruz, manifestó que Belmont es el cigarrillo de contrabando más común. El Belmont está en aumento y compitiendo con otras marcas de contrabando. Está inclusive desplazando al Marlboro, comentó Cruz.

La venta del Belmont de la Cigarrera Bigott Belmont, y de otras marcas como el Marlboro, está tan generalizada que las compañías nacionales de cigarrillos están perdiendo ventas y los gobiernos departamentales sus ingresos por impuestos. Darío Múnera, presidente de Coltabaco, manifestó que las ventas de cigarrillos de contrabando dominan más de un 50% del mercado. Y va a empeorar el año entrante, comentó. Coltabaco, que produce 10 marcas diferentes, entre ellas Derby, Royal y el tradicional Pielroja, vendió 6.8 millones de cigarrillos en el mercado interno en 1992, un 26% menos que en el año anterior. Las ventas registradas dieron un total de $99.7 mil millones, una baja de 1.9% desde 1991. Múnera atribuyó la pérdida del mercado de su compañía al alto impuesto de ventas de los cigarrillos y explicó que Coltabaco no puede competir con los contrabandistas. El alto impuesto está estimulando la evasión, dijo, hay que reducirlo. Oscar Darío Pérez, secretario de Hacienda de Antioquia, estuvo de acuerdo. La tarifa es muy alta y está estimulando a la gente a comprar contrabando, manifestó, y agregó que el contrabando está en,. aumento. Sólo un 5% de las marcas extranjeras que ingresan al país pasan por la aduana, comentó; y añadió que las marcas nacionales destinadas a la exportación y exentas del impuesto de ventas también están entrando de contrabando al país.

La cantidad decomisada por funcionarios del ejército, la policía y la aduana en Antioquia durante los primeros tres meses de 1993 fue casi la misma que durante todo el año anterior. Entre enero y marzo de 1993, casi 900.000 pacas extranjeras y nacionales fueron decomisadas, comparadas con casi un millón durante todo el año de 1992. Belmont también está haciendo una mayor presencia en el departamento. En 1992, esta marca representaba un 11% de todas las marcas extranjeras decomisadas y un 15% durante los primeros tres meses de 1993. Pérez manifestó que las ventas legales y la recaudación de impuestos están disminuyendo. En 1992, la Secretaría recaudó $9.4 mil millones en impuestos a los cigarrillos, un 45% menos de lo esperado. Como resultado, la Secretaría recientemente reactivó un premio en efectivo para luchar contra el contrabando. Está ofreciendo 15% del valor de la mercancía decomisada a cambio de información acerca de cargamentos ilegales y otro 15% a los funcionarios que realicen la redada. Y estamos pensando elevarlo a un 50%, dijo Pérez. Cundinamarca y otros departamentos han adoptado incentivos similares en los últimos meses. Pero la fuerza principal es que la gente rechace el contrabando y que las autoridades cumplan con su deber, agregó Pérez, explicando que se sabe que los funcionarios de la aduana colaboran con los contrabandistas.

El secretario de Hacienda de Cundinamarca agregó que el impuesto está estimulando la venta de contrabando, pero agregó que el lavado de dinero también contribuye a su aumento. Si no fuera por el lavado de dinero, podríamos controlar el problema, comentó Cruz. Más de US$ 300 millones de dinero del narcotráfico fueron lavados por medio del contrabando en 1990, según cálculos recientes del gobierno. Cardona también sospecha del lavado de dólares, pero dijo que era difícil de probar. Es difícil saber quién está detrás de esto, manifestó, y agregó que generalmente se detiene a los vendedores no a los que lavan el dinero. El director nacional de Impuestos no le dio importancia a la venta de cigarrillos de contrabando como una amenaza en aumento; dijo que las compañías estaban reaccionando ante una mayor competencia extranjera motivada por el programa liberal de apertura de la economía que lanzó el gobierno. La industria nacional ha estado acostumbrada a que todo siga igual, comentó Ospina. Tradicionalmente hemos tenido aranceles muy altos. Ospina dijo que las barreras de aranceles más bajos entre Colombia y Venezuela desestimularían el contrabando en lugar de estimularlo. Los aranceles altos facilitan el contrabando, manifestó, explicando que las importaciones más baratas reducirían la demanda de los productos de contrabando traídos del extranjero. Ospina también dijo que los cigarrillos no son representativos del problema en general porque tienen un impuesto alto en comparación con otros productos.

Pero aun el impuesto comparativamente bajo del 48% para la cerveza está causando problemas a las empresas y al gobierno porque de todas maneras es más alto que en Venezuela. La cerveza de contrabando se ha convertido en una amenaza a la industria local tan seria como los cigarrillos de contrabando. José Manuel Pineda, vicepresidente de ventas de Bavaria, dijo que cerca de un 95% de la cerveza de contrabando viene de Venezuela. Pineda afirma que Bavaria pierde $1.000 millones al mes debido a las ventas ilegales de cerveza y qué no decir de los millones que pierde el gobierno en recaudación de impuestos. Una caja de 24 latas de cerveza Polar puede costar hasta $1.000 menos que una caja de cerveza de Bavaria, según el lugar donde se compre. A pesar de su disponibilidad en bares y kioscos, la Cervecería Polar no distribuye en Colombia.

La huelga de los trabajadores de Bavaria hace algunos meses sólo agravó el problema. La huelga de 34 días provocó una escasez de la cerveza nacional y un aumento en la demanda de cerveza ilegal. Rubiel Valencia, presidente de la Asociación Colombiana de' Importadores de Licor (Acodil ), dijo que la huelga ayudó a que el mercado negro se instalara en el país. La huelga creó el mercado para ello da cerveza ilegal ), manifestó. Pineda afirmó que la única manera de resolver el problema sería eliminando la diferencia entre los impuestos en cualquiera de los dos países. La solución consiste en o reducir el impuesto en Colombia o aumentarlo en Venezuela, comentó. Si reducimos el impuesto (en Colombia) hasta en un 15%, podríamos prácticamente eliminar el contrabando de cerveza de Venezuela. Después de meses de conversaciones con representantes de la industria de los cigarrillos, el gobierno nacional presentó un proyecto ante el Congreso en julio para reducir el impuesto de ventas a 44%. El Congreso aún está deliberando acerca del proyecto. Y todavía falta estudiar el caso de la cerveza.