Herman Van Rompuy, presidente del Consejo Europeo, cree que con el plan de austeridad, Grecia cumple las condiciones para seguir recibiendo ayuda de la UE.

Grecia

UE prepara el desembolso del próximo tramo de ayuda para Grecia

Tras ser aprobado el plan de austeridad por el Parlamento de Grecia, la Unión Europea considera que el país helénico ya cumple los requisitos para seguir recibiendo ayuda internacional.

30 de junio de 2011

"Se cumplen las condiciones para tomar una decisión sobre el desembolso del próximo tramo de asistencia financiera para Grecia", anunciaron los presidentes de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, en un comunicado.

Europa ha seguido con nerviosismo las dos votaciones de ayer y hoy en Atenas sobre el plan de ajuste y su ley de acompañamiento, que eran condición necesaria para desbloquear el quinto tramo de ayuda por valor de 12.000 millones de euros, en virtud del programa acordado con la UE y el FMI en mayo de 2010.

Este desembolso es necesario para impedir la suspensión de pagos durante el verano, lo que hubiera acarreado terribles consecuencias para el país heleno, pero también para la economía global y especialmente para los países europeos más susceptibles al contagio.

En este sentido, los líderes europeos habían redoblado sus presiones a la clase política griega en los últimos días para que abrazara la consolidación fiscal.

El voto supone "un paso decisivo" para Grecia y da fe de "un acto de responsabilidad nacional" en "circunstancias difíciles", dice el comunicado.

El sí parlamentario también permite que la UE y el FMI aceleren la preparación de un segundo rescate para el país, que se ha revelado necesario tras constatar que Grecia no estará en condiciones de volver a financiarse en los mercados el año que viene, como estaba inicialmente previsto con el rescate de 110.000 millones de euros que le fueron concedidos en mayo de 2010.

El segundo rescate podría ascender a una cifra similar a la del primero, según el primer ministro griego, Yorgos Papandréu, e incluirá una aportación "voluntaria" de los bancos, fondos de pensiones y aseguradoras privados que sean acreedores del Tesoro heleno.

La zona euro mantiene actualmente negociaciones con el sector bancario para tratar de avanzar en el modelo de integración, con el que se pretenden lograr unos 25.000 millones de euros, según dijo en su momento el ministro de Finanzas belga, Didier Reynders.

Estas conversaciones están encaminadas a concretar el impreciso acuerdo alcanzado en el Eurogrupo del 19 de junio sobre un "roll-over" de las obligaciones, definido como la recompra de bonos cuando venzan las obligaciones que los bancos tienen en cartera.

Alemania, el país que más ha luchado por pasar parte de la factura de la crisis griega a la banca, anunció hoy un acuerdo con las entidades de su país para reinvertir en Grecia unos 3.200 millones de euros, una cifra que corresponde a gran parte de la deuda griega en manos alemanas que madura antes de 2014.

En realidad, la exposición de las instituciones germanas se eleva a unos 10.000 millones, pero el 55 % tiene un período de vencimiento más allá de 2020.

Por su parte, los banqueros franceses han transmitido su disposición a contribuir en virtud de una fórmula diseñada para esquivar la declaración de un impago parcial de la deuda helena, situación que se pretende evitar a toda costa por considerar que tendría un impacto superior a la caída de Lehman Brothers en 2008.

La iniciativa francesa consistiría en reinvertir únicamente el 70 % de los títulos que venzan en los próximos tres años: de los cuales, el 50 % serviría para adquirir nuevas obligaciones con un plazo de 30 años; mientras que el 20 % restante alimentaría un fondo de inversión en activos de gran calidad, dedicado a avalar los nuevos préstamos griegos.

Esta modalidad supondría que sólo se volvería a prestar a Grecia el 50 % de las cantidades devueltas, pero permitiría consolidar el carácter voluntario de esta contribución, alejando el riesgo de declaración de "incumplimiento crediticio".

También busca desbloquear las reticencias del Banco Central Europeo, que ha amenazado con dejar de aceptar deuda griega como aval en las operaciones de refinanciación de los bancos griegos en caso de que la solución acordada provoque una declaración de impago.

El propio presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, criticó hoy "la estrechez de miras" con que se aborda el debate sobre esta contribución e insistió en que debe ser voluntaria.

Los ministros de Finanzas del euro abordarán el asunto en la reunión que mantendrán el domingo en Bruselas, en la que también está previsto que desbloqueen el quinto tramo de ayuda; completar el diseño del segundo rescate podría llevar hasta el 11 de julio.

Efe