Foto facilitada el 16 de marzo de 2011 por la empresa operadora de la central nuclear de Fukushima (TEPCO), que muestra los daños en los reactores 3 y 4 de la central nuclear de Fukushima, dañada por el terremoto del día 11 y el devastador tsunami que lo siguió.

Internacional

Tepco, la empresa en el centro de la crisis japonesa

El desastre de la central nuclear de Fukushima en Japón ha puesto en el punto de mira de la atención mundial a la empresa operadora de esas instalaciones, la Compañía Eléctrica de Tokyo (Tepco).

17 de marzo de 2011

Es dificil no tener algún tipo de simpatía por ellos, mientras sus ingenieros siguen con los esfuerzos por evitar una catastrófica fusión del núcleo.

Al igual que le pasó a la petrolera británica BP con la explosión de una plataforma en el golfo de México en la que murieron once personas y causó el mayor derrame de crudo de la historia de Estados Unidos, a mediados de 2010, Tepco se encuentra en dificultades para enfrentarse a una situación que nunca presagió.

Las relaciones públicas no deben estar muy alto en su lista de prioridades en momentos en que libra una batalla para evitar lo peor, en medio de la devastación causada por el terremoto y el posterior tsunami el pasado viernes.

Tepco es el mayor proveedor de energía de Japón. Sin crisis de por medio, genera un tercio de la electricidad consumida en el país, incluidas las zonas más pobladas y las económicamente estratégicas, como Tokyo. Pero Tepco, que ha perdido la mitad de su valor de mercado desde el terremoto del viernes, también cuenta con un historial de fallas a la hora de comunicar sus faltas en el cumplimiento de los estándares de seguridad.

Los críticos acusan a la compañía de problemas en las comunicaciones con el público. Y se dice que entre esos críticos está el primer ministro, Naoto Kan. De hecho, el jefe del gobierno estaba furioso el martes cuando la compañía aparentemente no le habló de un nuevo incendio en una de las plantas nucleares hasta una hora después de que surgiera.

Con experiencia en lo nuclear
Tepco es la cuarta mayor compañía energética comercial del mundo, después de las alemanas E.ON y R.W.E., y Electricité de France. El año pasado declaró utilidades de US$1.660 millones con un volumen de ventas de US$62.000 millones.

Tepco comenzó como una de las nueve empresas eléctricas regionales establecidas en 1951, año en que se le asignó la tarea inicial de crear una infraestructura fiable para suministrar energía al país de cara a reconstruir su economía después de la II Guerra Mundial. Actualmente, Tepco emplea a unas 38.000 personas. Se trata de uno de los operadores con más experiencia en plantas de energía nuclear. El complejo de Fukushima entró en funcionamiento en marzo de 1970. En aquel momento, Japón consideraba a la energía nuclear como una parte importante de la solución para obtener electricidad y mantener en marcha sus fábricas.

El país tenía interés en el desarrollo de la energía nuclear para facilitar su emancipación de la importación de petróleo y carbón. Recientemente, la expansión en la capacidad nuclear era propuesta como una manera para conseguir los objetivos en reducción de gases de efecto invernadero.

Falsificaciones
Pero hay que señalar también que no es la primera vez que Tepco se enfrenta a críticas por sus reticencias a la hora de informar acerca de sus operaciones nucleares.

En 2002, el gobierno japonés la acusó de falsear reportes sobre inspecciones rutinarias en las instalaciones nucleares y de ocultar faltas en cumplir con las normas de seguridad durante muchos años. La empresa tuvo que cerrar todos sus reactores de agua en ebullición –los del mismo tipo del reactor de Fukushima– hasta que se llevaron a cabo más inspecciones. Tepco tuvo que admitir que falsificó información 200 veces entre 1977 y 2002. Cinco años después surgieron nuevas revelaciones de otras falsedades cometidas en el pasado.

Mientras la empresa lucha con la crisis actual, frecuentemente comparada con la causada en 1979 con la fusión parcial del núcleo de la central de Three Mile Island, en EE.UU, no es difícil imaginarse por qué algunos observadores japoneses comienzan a sospechar que Tepco no está facilitando toda la información que debería.

Un portavoz de la compañía reveló que 20 funcionarios del gobierno se han instalado en sus oficinas de Tokyo. El año pasado, BP sufrió un enorme daño en su prestigio, perdió a su director ejecutivo y tuvo que apartar US$40.900 millones para gastos relacionados con el derrame del golfo de México. ¿Cuáles serán las consecuencias para Tepco?