S&P cree que son muy bajas las posibilidades de que el país implemente una reforma fiscal sustancial u otras medidas para reforzar el crecimiento del PIB en la segunda mitad de la administración del presidente Felipe Calderón.

S&P Ratings baja calificación de México

La calificadora recortó la nota crediticia de México para los títulos en moneda local y extranjera. Las preocupaciones acerca del deterioro fiscal y la incapacidad del gobierno actual para ampliar su base tributaria son unas de las razones.

14 de diciembre de 2009

Standard & Poor’s Ratings Services bajó hoy la calificación soberana en moneda local de largo plazo de ‘A+’ a ‘A’ y confirmó la de corto plazo en ‘A-1’. De igual manera, bajó las calificaciones soberanas en moneda extranjera de largo y corto plazo de México de ‘BBB+’ y ‘A-2’, respectivamente,a ‘BBB’ y ‘A-3’. La perspectiva es positiva.

La calificadora atribuye el cambio de calificación a los altos niveles de deuda neta del gobierno general de México, que se ha incrementado recientemente y proyectan que se mantenga alrededor de 34% del PIB desde el 2009 hasta el 2011.

Así mismo, creen que las perspectivas de crecimiento del PIB para los próximos años son débiles, pues la economía depende mucho de los ingresos petroleros y proyectan una menor producción de crudo para los siguientes años.

Lo anterior sumado a la incapacidad para aumentar de manera sustancial la base tributaria y la baja posibilidad de que ocurra una importante reforma fiscal en la segunda mitad del gobierno del presidente Calderon, sugieren que el perfil de deuda de México se mantendrá más en línea con los soberanos calificados en la categoría de ‘BBB’.

Con estas calificaciones, la deuda de México se muestra con parámetros de protección adecuados, pero aumenta la probabilidad de que condiciones económicas adversas o circunstancias coyunturales debiliten la capacidad de pago del país para cumplir sus compromisos financieros.

La perspectiva es positiva, debido al compromiso del gobierno por mantener su trayectoria de estabilidad macroeconómica, por realizar cambios en el sistema tributario y poner todos los esfuerzos en mejorar los indicadores fiscales para mantenerlos en niveles de los países calificados ‘BBB’.

Las calificaciones podrían verse presionadas a la baja si la dinámica fiscal se deteriora y podrían beneficiarse de perspectivas de crecimiento del PIB más fuertes de lo esperado en México, que faciliten una mejor dinámica fiscal, o de otras medidas que mejoren su flexibilidad fiscal.