La calificación de España es el reflejo de una economía moderna y relativamente diversificada, según S&P, y tiene en cuenta el impulso que el Gobierno ha mostrado para hacer frente a los desafíos que se plantean, en especial en lo relativo al control del déficit y las reformas estructurales.

Internacional

S&P mantiene la calificación a la deuda española en AA

La agencia de medición de riesgos Standard & Poors (S&) mantuvo hoy en AA -la tercera más alta posible- la calificación de la deuda española a largo plazo debido a las medidas de consolidación fiscal y las reformas estructurales emprendidas por el Gobierno, informó la entidad.

1 de febrero de 2011

En un comunicado, S&P indicó que la perspectiva se mantiene negativa ya que, aunque se espera que España continúe por la senda emprendida, las condiciones económicas y la debilidad financiera continúan afectando negativamente la calificación.

Esta perspectiva negativa contempla la posibilidad de una nueva rebaja si la fortaleza fiscal de España se desvía de los objetivos marcados por el Gobierno español y persiste la "vulnerabilidad financiera" o dificultad para acceder al mercado de crédito.

La agencia de riesgo, por el contrario, no descarta que la perspectiva pueda cambiar a "estable" si el Gobierno español cumple o, incluso, supere sus previsiones presupuestarias para 2011 y 2012.

S&P mantiene también sin cambios en A-1 la nota impuesta a la capacidad crediticia a corto plazo.

La calificación de España es el reflejo de una economía moderna y relativamente diversificada, según la agencia, y tiene en cuenta el impulso que el Gobierno ha mostrado para hacer frente a los desafíos que se plantean, en especial en lo relativo al control del déficit y las reformas estructurales.

Sin embargo, S&P advierte de que las calificaciones van a sufrir la presión del elevado endeudamiento del sector privado, la falta de competitividad, las dificultades que aún atraviesa el mercado laboral y la debilidad financiera de España en el exterior.

Tras haber calculado una contracción del PIB español del 0,7 % en 2010, S&P calcula que este año cambiará la tendencia y estima un crecimiento positivo del 0,7 % en 2011 y del 1,5 % en 2012.

Esta recuperación, prosigue la agencia, estará sometida a riesgos significativos, como el creciente apalancamiento -proporción entre deuda y capital propio- del sector privado, así como a las restrictivas políticas fiscales.

S&P también menciona las limitadas perspectivas de crecimiento, la elevada tasa de paro, la debilidad del sector financiero y la enorme deuda externa, que sitúa en torno al 78 % del PIB en 2011.

Todo ello convierte a la economía española en muy vulnerable frente a posibles episodios de contracción del crédito, lo que podría afectar también a la recuperación del conjunto del país.

En 2011, S&P cree que el déficit caerá al 6,3 % del PIB, muy cerca del objetivo expresado por el Gobierno del 6 %, y se reducirá al 5,1 % en 2012.

 

 

EFE