| Foto: Archivo Semana

Internacional

Si EE.UU. se cae al precipicio arrastraría a América Latina

El llamado precipicio fiscal podrá estar localizado en Estados Unidos pero la caída o deslizamiento de este país hacia ese vacío financiero arrastraría tras de él al resto de América Latina cuyas economías están estrechamente ligadas a la potencia del norte.

31 de diciembre de 2012

La Casa Blanca y legisladores republicanos continúan tratando de resolver sus diferencias en torno al presupuesto de Estados Unidos antes del plazo de la media noche del 31 de diciembre, cuando entran en efecto nuevos impuestos para todos los ciudadanos y recortes al gasto nacional que, según la mayoría de los analistas, resultarían una nueva recesión.

El impacto sobre el continente también sería recesivo pues afectaría los sectores de exportación, la inversión y el turismo, entre otros, que han sido parte del buen crecimiento de la región en la mayoría de los casos.

Exportaciones y expectativas

Si no llega a haber algún tipo de acuerdo, la Oficina de Presupuesto del Congreso pronostica que, en la primera mitad del año 2013, EE.UU. caerá en una recesión por el alza de impuestos para los contribuyentes de todos los ingresos y por los recortes que significarán menos demanda de bienes y servicios y mayor desempleo.

"El desempleo se puede acercar al 9 o 10% comparado al 7,7% de la actualidad", explicó a BBC Mundo Isaac Cohen, consultor financiero, analista internacional y antiguo director regional de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).

"La consecuencia para los países que tienen relaciones económicas con Estados Unidos es que este país va a comprar menos en el exterior por que va a haber menos demanda. Eso va a generar un impacto recesivo también en esas economías".

No todos los países tienen esa relación tan estrecha con EE.UU., comentó Cohen, unos más que otros pero la región en general sentirá los efectos, inclusive los que han tenido un desempeño saludable en el año que concluye.
México y Centro América y el Caribe serían los más directamente impactados porque tienen las relaciones más intensas. Pero también aquellos que tienen tratados de libre comercio (TLC) como Chile, Colombia y Perú que son economías que lograron crecer entre 4 y 5% en 2012.

En términos de los TLC, la repercusión se hará particularmente notable con los países que recientemente firmaron los acuerdos bilaterales con Washington como Colombia y Panamá.

"Lo primero que ocurre con un TLC es un auge de las exportaciones y generalmente el país que suscribe el tratado con EE.UU. es el que experimenta el auge más importante", señaló el experto. "Ese efecto no se haría sentir en el caso de Colombia y Panamá".

Panamá ha sido excepcional en 2012 porque su crecimiento fue de más del 10%. No obstante, su economía está muy cercana a EE.UU. y tiene el dólar como moneda. La política monetaria en Washington lo afectaría al igual que otros países que han adoptado el dólar como moneda nacional como Ecuador y El Salvador.

Grandes, medianos y chicos

Por su parte, Argentina y Brasil, las economías más grandes de Sudamérica, que no dependen tanto de EE.UU. sino que tienen más relaciones con Europa y China, este año tuvieron caídas espectaculares del crecimiento.

China, de tasas espectaculares del 10% ha caído casi al 6%, indicó Cohen. "Eso puede ser un crecimiento muy respetable comparado a EE.UU. que crece al 2% pero una caída de 4% se refleja inmediatamente en la demanda de productos importados y se ve la consecuencia en las economías de Argentina y Brasil que han importado intensamente hacia China".

Argentina cayó de 9% en 2011 a más o menos 2% en 2012. Y Brasil va a registrar un crecimiento de apenas 1%. "Aunque estas grandes economías de América del Sur ya se encuentran predispuestas a una caída, la ausencia del mercado estadounidense para las exportaciones latinoamericanas profundizará sus crisis. Por otro lado, las economías medianas que crecieron bien como Chile, Perú, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, van a sufrir también", vaticinó el consultor financiero.

Isaac Cohen resalta el ejemplo de Brasil que, además de estar cayendo por la falta de crecimiento en Europa y China, tiene como principal mercado para la manufactura a EE.UU. "Se conoce muy poco que Brasil lo que exporta a China son materias primas en gran cantidad -minerales, granos, productos agrícolas- pero a Estados Unidos exporta productos manufacturados, desde aviones a jugo de naranja congelado y esas exportaciones quedarían comprometidas".

Inversión, turismo y remesas

En general el impacto inmediato de la vaticinada recesión en EE.UU. por la falta de acuerdo en Washington sería sobre comercio y las exportaciones pero hay otros renglones que también sentirían el efecto a mediano y largo plazo.

Uno de estos sería en la vía de inversión. Estados Unidos es todavía una fuente de inversiones importantes para las economías sudamericanas como también lo es en el caso de México, Centro América y el Caribe, indicó el antiguo director de la Cepal.

Estas inversiones suceden en los sectores de minería, servicios y banca. Sin embargo, con los recortes automáticos al gasto contemplados en el precipicio fiscal, Washington estaría apretándose el cinturón.

El ciudadano estadounidense también se apretaría el cinturón, agobiado por mayores impuestos que tendrá que pagar a partir del 1 de enero, 2013. Las tradicionales vacaciones a los balnearios y sitios de interés en América Latina ya no estarán en la agenda así que el turismo, que es motor de ingresos de varios países en la región, se vendría abajo.

El inmigrante no deja de quedar afectado. Con la recesión habrá menos oferta de trabajo para la manor de obra, menos dinero en su bolsillo y menos que mandar en remesas para su país de origen.

Aunque existe la posibilidad de un arreglo entre el presidente Barack Obama y los legisladores republicanos, se presume que va a ser muy diferente al que se esperaba. "Tendremos un arreglo que va a evitar las principales alzas de impuestos, especialmente el impuesto sobre la renta, pero el impuesto sobre las planillas eso va aumentar", vaticinó Isaac Cohen.

Durante una década hubo una rebaja del 2% en la retención en la fuente de los trabajadores para contribuir al seguro social y otros programas de salud. Si la rebaja caduca, como espera Cohen, un ciudadano medio tendría US$1.000 menos al año a su disposición.

Cualquier acuerdo que se tenga, sin embargo, el debate va a continuar a lo largo del año, advierte el asesor financiero. "No todo va a quedar resuelto y el tema no va a salir de la agenda milagrosamente".

A comienzos del año el ejecutivo y el Congreso se verán enfrentados al límite del endeudamiento del país. que alrededor de febrero o marzo se va a tener que aumentar. Eso dará pie a otro gran debate y posiblemente un estancamiento gobierno porque los republicanos no están de acuerdo con eso.