Senado de EE.UU. vota hoy plan de rescate

Los líderes del Congreso, el presidente George W. Bush y los candidatos presidenciales que buscan sucederlo analizaban diversas ideas en una búsqueda desesperada para modificar los votos de 12 legisladores y aprobar un plan multimillonario de rescate económico.

1 de octubre de 2008

Al frente de la lista de prioridades está el incrementar la confianza en el sistema bancario del país al ampliar el seguro gubernamental de los depósitos bancarios.

Además, se habló de facilitarle a las instituciones financieras conservar activos cuestionables a largo plazo, una idea apoyada por algunos de los republicanos en la Cámara de Representantes que votaron en contra del plan de rescate económico, lo cual provocó el lunes un desplome de los mercados bursátiles.

Gracias a esa nueva propuesta, Wall Street recuperó la esperanza en el plan y por ello el promedio industrial Dow Jones, que había retrocedido el lunes 778 puntos _la peor caída de su historia en un solo día_, recuperó el lunes 485 unidades.

En tanto, los líderes del Congreso esperan que los cambios al proyecto que están siendo discutidos _ o algunos que podrían ser incluidos en el plan_ sean lo suficientemente buenos para convencer a seis legisladores republicanos y otros seis demócratas para descartar la votación del lunes, que sorpresivamente rechazó el plan de rescate por 700.000 millones de dólares.

Mientras el Congreso estuvo en gran medida ausente el martes por la celebración del Año Nuevo Judío, aún no parecía estar listo un plan general de rescate.

Algunos legisladores sugirieron que el Senado podría aprobar su propia versión, quizás con algunos cambios a la propuesta presentada en la Cámara de Representantes y luego darle oportunidad a ese órgano legislativo a hacerle modificaciones y aprobarla antes de que termine la semana.

Poco después, los líderes de la cámara alta programaron una votación para el miércoles sobre el plan de rescate.

Sin embargo, el líder de la mayoría demócrata Harry Reid y el líder republicano Mitch McConnell indicaron que van a agregar un paquete de recortes fiscales que la Cámara de Representantes ya rechazó el lunes.

La medida bipartidista corona un día de maniobras tras bambalinas en el Capitolio en torno a qué posibles agregados añadir a la propuesta con el fin de atraer votos de los republicanos de la cámara baja.

La medida de Reid y de McConnell podría ser atractiva entre los republicanos, pero pudiera ser rechazada por los líderes de la Cámara de Representantes, que insisten que una medida popular que extiende ciertos recortes fiscales a negocios sea financiada con incrementos fiscales en otras partes del código.

A pesar de ello, los problemas están en la cámara baja, y los líderes de ésta están analizando todo tipo de ideas para atraer el voto favorable de los 133 republicanos y 95 demócratas que rechazaron la propuesta el lunes.

Incluso se analizan ideas que se utilizaron durante las crisis económicas de las décadas de 1930 y 1980, que podrían ser incluidas en el proyecto final.

El presidente de la Comisión Bancaria del Senado, Christopher Dodd, dijo a los periodistas que "se me dijo que un grupo de personas que votaron por el 'no' ayer están teniendo serias dudas al respecto. Sin embargo, no se ha decidido aún un plan de acción".

Por su parte, el líder de los republicanos en el Senado, Mitch McConnell, señaló que ya es hora que todos los legisladores "actúen como personas adultas y logren aprobar esto por el bien del pueblo".

El legislador había pronosticado que el plan de recate iba a ser aprobado en esta semana, aunque la Cámara de Representantes, no el Senado, está en el centro de la discusión.

La idea que ha atraído el mayor apoyo fue elevar el límite del depósito federal del seguro a los depósitos, que es en la actualidad de 100.000 dólares por cuenta bancaria hasta los 250.000 dólares por cuenta.

Algunos funcionarios y hasta candidatos como el republicano John McCain y el demócrata Barack Obama, respaldan esta ampliación.

Asimismo, recibió la aprobación del organismo que asegura los depósitos bancarios de los estadounidenses.

Apenas unas horas después de que ambos candidatos presidenciales expresaron su apoyo a la medida, la Corporación Federal de Seguros de Depósitos solicitó al Congreso una autoridad temporal para incrementar los límites a esa garantía.

Sheila Bair, presidenta de la agencia, pidió le sea concedida autoridad no especificada para incrementar los límites en la garantía federal. Bair dijo que la gran mayoría de los bancos tienen finanzas sanas, pero que un incremento en el límite ayudaría a disminuir la crisis de confianza en el sistema bancario.

La votación del lunes en la Cámara de Representantes fue vista como un duro revés para los líderes de ambos partidos y para el mismo Bush.

La propuesta gubernamental, que sigue siendo la parte medular de la iniciativa de ley que está en proceso de consideración, le permitiría al gobierno adquirir hipotecas y otros préstamos que se encuentran en insolvencia y que están en poder de las instituciones financieras en problemas.

Si tiene éxito, como lo consideran los impulsores del proyecto, le quitaría un gran peso de encima a la debilitada economía estadounidense.

Sin embargo, la propuesta generó furiosas reacciones de miles de estadounidenses que inundaron los teléfonos de los legisladores. La votación final del lunes en la cámara baja, de 228 votos en contra por 205 a favor, generó el derrumbe en los mercados, lo que provocó una disminución en las llamadas de los votantes.

Por su parte, el presidente Bush renovó sus esfuerzos a conversar con los candidatos McCain y Obama y nuevamente el martes imploró al Congreso que aprobara el plan de rescate.

Bush intentó asegurar el martes al país que el Congreso aprobará el plan, y advirtió que de lo contrario millones de personas sufrirán daños penosos y duraderos.

"La realidad es que nos encontramos en una situación urgente y que las consecuencias empeorarán cada día si no actuamos", dijo Bush.

Bush insistió que el "Congreso debe actuar" y la economía aguarda "medidas decisivas de parte de nuestro gobierno". La víspera, la Cámara de Representantes derrotó por estrecho margen un plan de rescate que la Casa Blanca y los legisladores más influyentes consideraban necesario.

Bush quiso "asegurar a nuestros ciudadanos y los ciudadanos de todo el mundo que éste no es el fin del proceso legislativo".

 

AP