Sello final al pozo de BP aplazado hasta septiembre

El sellado permanente del pozo dañado de BP se aplazó hasta septiembre para permitir el reemplazo de una pieza clave de la estructura, dijo el jueves el funcionario estadounidense a cargo de supervisar la respuesta al derrame en el Golfo de México.

19 de agosto de 2010

Temores sobre cómo proceder con seguridad tras la inyección de cemento en el averiado pozo Macondo y retrasos por el clima, postergaron el arreglo final de la estructura desde mediados de agosto hasta después de un feriado el 6 de septiembre en Estados Unidos, dijo el almirante retirado Thad Allen.

"Conforme nos acercamos al final, estamos muy cerca de sellar este pozo", dijo Allen. "Creo que ninguno de nosotros quiere cometer un error en este momento", agregó.

Allen autorizó el jueves a BP diseñar un plan para recuperar el fallido sistema de prevención de explosiones que está en la boca del pozo Macondo, a unos 1,6 kilómetros debajo de la superficie marina, y reemplazarlo con otro mecanismo antes de reanudar la perforación de un pozo del alivio.

Este mecanismo se averió tras la explosión y hundimiento a mediados de abril de la plataforma Deepwater Horizon, que dejó 11 muertos y dañó el pozo que perforaba, provocando el enorme derrame.

Evidencia clave
Se estima que unos 4,9 millones de barriles de petróleo se vertieron al Golfo de México, contaminando pantanos, áreas de pesca y playas desde Luisiana hasta Florida. Pero no ha vuelto a escapar petróleo al Golfo desde el 15 de julio, cuando BP colocó un sello provisional en el pozo averiado.

Allen dijo que el sistema para evitar explosiones sería una evidencia clave en las investigaciones del desastre, incluyendo las del Departamento de Justicia de Estados Unidos y una pesquisa conjunta de la Guardia Costera y la oficina que administra asuntos de energía en mar adentro.

"No queremos dañar el sistema de prevención de explosiones si podemos evitarlo porque va a ser evidencia material de lo que sucedió exactamente durante el accidente", sostuvo Allen.

En tanto, BP realiza pruebas de presión en el pozo y en los equipos que están en el lecho marino. El pozo de alivio está a escasos 15 metros de alcanzar su objetivo cerca al fondo del pozo Macondo, alrededor de 4.000 metros por debajo del lecho marino.

Pero, ingenieros de BP y científicos del Gobierno estaban preocupados de que el cemento pudiera haber dejado atrapados hasta 1.000 barriles de petróleo en el espacio entre el ducto del pozo y las capas de rocas alrededor.

Quieren estar seguros de que el bombeo de lodo y cemento a través del pozo de alivio no presionará el crudo hacia arriba donde pueda ser derramado en el mar o dañar el sistema de prevención de explosiones.

Reuters