Captura de una grabación de circuito cerrado que muestra al magnate de la prensa Rupert Murdoch declarando ante el Comité de Medios de Comunicación de la Cámara de los Comunes sobre el escándalo de las escuchas del "News of the World", hoy, martes, 19 de julio de 2011, en Londres, Inglaterra. | Foto: Efe

Escándalo

Rupert Murdoch: el magnate en el banquillo

El mayor magnate de las comunicaciones mundiales, Rupert Murdoch, comparece este martes ante un comité de parlamentarios británicos para responder a preguntas sobre su papel y responsabilidad en el escándalo de las escuchas ilegales que ha sacudido al Reino Unido en la últimas dos semanas.

Alianza BBC
19 de julio de 2011

Junto a él deberán comparecer su hijo -y presunto heredero- James, y su protegida, Rebekah Brooks. Es una comparecencia que tiene en vilo al Reino Unido y que es seguida con interés en el resto del mundo: uno de los hombres más poderosos del país respondiendo a las preguntas de un comité integrado por representantes de los tres partidos británicos, algunos de los cuáles -como el laborista Robert Watson- han sido fieros críticos de Murdoch y del poder político que ejerce a través de su imperio.

La audiencia con Rupert y James Murdoch empieza a 14:30 (hora local). Luego, a las 15:30, deberá comparecer ex directora de News of the World, de The Sun, así como directora ejecutiva de News International, que se encarga de los diarios británicos de la compañía.

Como trasfondo de esta comparecencia se encuentra la fluctuación de las acciones de News Corporation, la compañía madre; las versiones de que directores independientes de la empresa están considerando la posibilidad de removerlo de su cargo como director ejecutivo -aunque continuaría como presidente- y la muerte del experiodista de News of the World, Sean Hoare, uno de los primeros que reveló que las escuchas ilegales eran "endémicas" en ese semanario.

Aunque la policía británica ha dicho que la muerte de Hoare no es considerada sospechosa, aún no se conocen las causas.

El escándalo
Desde que se destapó la noticia de que periodistas del tabloide de mayor tiraje en el Reino Unido, News of The World (NoW), intervenían teléfonos y sobornaban a miembros de Scotland Yard buscando información para sustentar sus primicias, se ha producido un efecto dominó que amenaza incluso con desestabilizar el gobierno del primer ministro británico David Cameron.

La historia salió a la luz pública en 2005, cuando dos personas vinculadas a News of the World fueron acusadas de haber intervenido teléfonos de la casa reales inglesa, caso por el que un periodista y un detective privado pagaron penas de prisión. Pero fue hace dos semanas, cuando se dio a conocer que habían intervenido el teléfono de Milly Dowler, una adolescente que fue asesinada en 2002, que el caso ha tenido mayor impacto.

A raíz del escándalo han surgido voces cuestionado a Murdoch y a su imperio, News Corporation, dueño además de influyentes medios de comunicación en Australia, Estados Unidos y Asia. El fin de semana pasado, finalmente Rupert Murdoch pidió perdón de manera pública por lo ocurrido. Previamente había sacado de circulación a News of the World, un diario fundado 1.843 y renunciado a la multimillonaria compra de BskyB, la principal proveedora de TV satelital del país. Desde entonces se han producido una serie de renuncias que incluye a dos de los oficiales de mayor cargo en el principal cuerpo de la policía británica, así como altos ejecutivos de la empresa.

Murdoch al banquillo
Hoy es la primera vez que Rupert Murdoch será interrogado por el parlamento británico desde que adquirió News of the World en 1968 y posteriormente se convirtió en el más poderoso dueño de medios en el país.

El objetivo del comité, que tratará de que los implicados declaren bajo juramento, es averiguar cuánto saben el empresario australiano-estadounidense y sus aliados sobre lo que estaba ocurriendo en uno de sus periódicos y si dieron toda la información sobre el alcance de las escuchas ilegales al parlamento y a la policía en investigaciones anteriores.

También serán cuestionados sobre supuestos pagos que habrían recibido oficiales de la policía por parte de periodistas de News of the World y la admisión de James Murdoch en un comunicado de haber aprobado el pago de compensaciones a víctimas pese a no tener todo el conocimiento de lo que estaba ocurriendo.

El hijo menor de los Murdoch también reconoció que ejecutivos del periódico "declararon ante el parlamento sin estar en posesión de todas las pruebas".

La tercera persona en comparecer este martes será Rebekah Brooks, quien renunció a su cargo de directora ejecutivo de News International el pasado fin de semana, luego de fuertes presiones que incluyeron la de su amigo y primer ministro británico, David Cameron.

Se tambalea el imperio
Murdoch es el presidente y director ejecutivo del mayor imperio de las comunicaciones en el mundo y durante más de 50 años ha sido -según observadores- quizás uno de los ejemplos más representativos de la teoría del "cuarto poder" que pronunció el escritor y político irlandés Edmund Burke, al referirse a la influencia que tiene la prensa en la opinión pública. La diferencia es que el poder que representa Murdoch y no en un sólo país.

Nacido en Australia en 1931, inició a forjar su imperio cuando heredó de su padre acciones de dos importantes periódicos en Adelaida.

En la década del sesenta aterriza en el Reino Unido al comprar News of the World y el diario The Sun, a los que transforma, con un estilo irreverente y sensacionalista, en los dos principales tabloides en tierras británicas. Su imperio se expandió en plataformas (televisión por satélite y digital) y en territorios al penetrar el mercado estadounidense y asiático.

Compró 20th. Century Fox para establecer la cuarta cadena televisiva en EE.UU. y Star TV en Hong Kong, que provee de televisión satelital a toda Asia. Sus admiradores elogian su visión de negocio, su determinación, energía y dureza para asumir riesgos en impulsar un estilo de periodismo. Sus detractores resaltan su continuo interés por influenciar los poderes del Estado, manipular gobiernos y no mostrar ningún tipo de escrúpulos con el objetivo de impulsar el crecimiento de sus negocios.

De apoyar los gobiernos conservadores durante las décadas de los '70 y '80, los medios de Murdoch se posicionaron del lado del laborista Tony Blair en los '90. En la última elección general apoyó al conservador David Cameron, actual primer ministro. También ha tratado con el primer ministro conservador canadiense Stephen Harper, el presidente de Estados Unidos demócrata Barack Obama (del que su cadena estadounidense, Fox News, es una dura crítica) y el antiguo primer ministro australiano Kevin Rudd.

A sus 80 años Murdoch está siendo cuestionado por primera vez por un escándalo que podría ser el detonante de la caída de un pionero, del primer magnate de las comunicaciones que expandió su imperio por buena parte del mundo.