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ECONOMÍA DIGITAL

Regulación con retrovisor, el obstáculo para la economía digital en América Latina

Desde varias esferas por la región, tanto el sector privado como el público coinciden en que la regulación de la economía digital debe evolucionar.

19 de abril de 2018

La promoción de ecosistemas regionales que impulsen la innovación y los emprendimientos de base tecnológica se encuentran con un tajante obstáculo en los países de América Latina y el Caribe, que es la regulación.

Aunque es normal el avance de la innovación a una velocidad más rápida que las leyes, para varios experimentados de la región, nuestros países requieren encontrar nuevas dinámicas para legislar en línea con la tecnología. Esa fue la conformidad con la que coincidieron durante eLac 2020, la Sexta Conferencia Ministerial sobre la Sociedad de la Información de América Latina y el Caribe.

"El principal problema que tenemos es que hablamos mucho y hacemos poco. Uno de los principales problemas es que regulamos con el espejo retrovisor. Cuando queremos regular un problema, ese ya no es un problema y hay otros problemas", comenta José Juan Haro, director de Regulación y Negocios Mayoristas de Telefónica en Latinoamérica.

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Haro cree que se tiene que pensar qué se quiere para la región, o si se quieren importar modelos desde afuera. Considera que el fenómeno de la digitalización no será objetivamente bueno o malo, será lo que se quiera que sea, pero es un proceso que no le corresponde a un sector específico, sino a la sociedad en general.

Pero eso debe ir de la mano de una cooperación regional. A consideración de Fabricio Gómez, del Instituto Dominicano de las Telecomunicaciones, el hecho de que las leyes tengan fronteras hace que los países pierdan el alcance del gran negocio digital que manejan los gigantes tecnológicos, por lo tanto propone que se pueda trabajar en conjunto, con la precaución de adaptar las regulaciones a cada realidad.

De la misma manera Gómez precisa que siempre habrá desigualdad en la economía digital, antes era el acceso, ahora la conectividad y quizás en el futuro sea el Blockchain.

Por otro lado, Pedro Less, director de Políticas Públicas y Asuntos Gubernamentales para América Latina de Google, está de acuerdo con que la agenda regulatoria de la región es "muy reactiva".

Una de las ventajas, que según Less, los países latinoaméricanos se están perdiendo, es que 460 millones de usuarios hablan solo dos idiomas. Y si se trabaja sumando los hispanohablantes de Estados Unidos, son cerca de 60 millones y los de Europa, los desarrollos digitales podrían escalar regionalmente.

Irvin Halman, administrador general de la Autoridad Nacional para la Innovación Gubernamental de Panamá asegura que en la región hay fugas de divisas, por lo que se tiene que trabajar en soluciones propias. "Coincido en que tenemos altos riesgos en depender en nuestros países con soluciones que fueron diseñadas para otras realidades", dijo Halman.

No obstante, Less de Google planteó que no se puede estigmatizar a los servicios globales, sino que al contrario abundan los casos de empresas locales de la región que optimizan sus procesos y crecen de la mano de servicios internacionales.

Halman hizo un llamado para tener más en cuenta a las áreas rurales, porque mientras que los cascos urbanos aumentan su capacidad de servicio, todavía hay muchas zonas de conectividad. Sugiere que cuando esas poblaciones fuera de las ciudades se conecten "son las que tendrán más impacto con la llegada de las oportunidades digitales".

"No hay que esperar tanto la solución por parte de la regulación, sino tratar de fijar principios mientras pedimos que esa regulación de largo plazo tenga en cuenta todas las partes y eso lleva tiempo. Debemos tener un entorno que nos asegure que eso va por el camino correcto y que las cosas no sean perjudiciales", expresó Christian O‘Flaherty, gerente superior de Desarrolllo para América Latina y el Caribe de Internet Society.

O‘Flaherty agregó que cuando la regulación no alcanza para solucionar los problemas,  es fundamental que todos los actores del proceso sean convocados.

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Annalisa Primi, jefe de Políticas Estructurales y de Innovación del Centro de Desarrollo de la Ocde, cree que la región si tiene posibilidades, sin embargo falta mirar más un panorama general y que a futuro se piense en el impacto transformador de la economía digital, hacia el bien común y la sociedad. Sostiene que se debe diferenciar si se benefica al consumidor o si se beneficia la sociedad.

Ella ve tres barreras por superar como lo son la infraestructura; no esperar que algo pase en el mundo para hacerlo en la región, porque la tecnología avanza muy rápido y que es muy dificil avanzar con agendas políticas segmentadas. "Tienen que pensar en redes y trabajar interconectados, pensar a futuro", dijo Primi.

Wilson Peres, oficial superior de Asuntos Económicos de la Cepal opina que lo que está haciendo la región, lo está haciendo bien, pero hay diagnósticos por revisar.

"Creo que tenemos que avanzar mucho en nuestros diagnósticos antes de decir esto no se puede e identificar que somos capaces de más. Lo digital es todo, pero no lo más importante. Si quiero tener manufactura avanzada, primero tenemos que tener algo de manifactura. La calidad de las políticas tiene que ver muy poco con el diseño y mucho con la implementación", señaló Peres.

Por otro lado Haro, de Telefónica, afirmó que aunque se cree que los trabajadores son perjudicados en el proceso de d.igitalización, en la economía no se ve por separado si se es trabajador o consumidor. "La revolución digital está aquí. Ha llegado para quedarse", precisó Haro.