Revive debate de una constituyente en Perú en medio de crisis política

El presidente del Congreso peruano hasta el 9 de noviembre de este año, Manuel Merino, se posesionó como presidente del país luego de que esta corporación votara a favor de la vacancia presidencial de Martín Vizcarra, argumentando la “incapacidad moral permanente” del expresidente para ejercer el alto cargo de la nación inca.

El hecho desencadenó decenas de protestas de manifestantes que consideraban la llegada de un Gobierno ilegítimo y empezaron a exigir un cambio en la Constitución.

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La figura utilizada por el Congreso, “incapacidad moral permanente”, fue cuestionada debido a su subjetividad y a su falta de delimitación. Precisamente el Tribunal Constitucional (TC) tuvo en sus manos la oportunidad de referirse a esta figura y tipificarla para que la crisis política desatada luego de la salida de Vizcarra no volviera a ocurrir.

Sin embargo, el TC decidió no pronunciarse al respecto de la figura polémica y esperar a que cada congreso decidiera qué es considerado válido para juzgar políticamente a un presidente por incapacidad moral.

Esta figura fue arrastrada de constituciones más antiguas hasta la que hoy rige en el Perú, que es herencia del gobierno de Alberto Fujimori, recordado en el país por los abusos de poder que cometió y la corrupción a la que sumió al país.

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Tras la renuncia de Merino la semana pasada, el nuevo presidente del Parlamento y posteriormente del Perú, Francisco Sagasti, aseguró en una entrevista al diario La República que hay “cambios que introducir en la Constitución, no puede seguir como está, eso está claro. Vemos los vacíos que hay, por ejemplo, el Tribunal Constitucional devuelve el tema al Congreso en términos de aclarar qué es la incapacidad moral permanente. Lo que tiene que decir la ciudadanía en conjunto es si esto es un cambio total de la Constitución o modificaciones”.

Muchos de los manifestantes que han salido a las calles para protestar en contra de la crisis política que vivió el país suramericano han pedido una nueva Asamblea Constituyente para limpiar de ‘vicios‘ aquella que fue establecida durante el Gobierno de Fujimori.

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No obstante, Sagasti aseguró que el posible referéndum para cambiar la Constitución no se realizará en las elecciones presidenciales de abril, en las que también se elegirá al nuevo Parlamento, para no “complicar” a la ciudadanía con un “tema adicional”.

ANADOLU