Diplomáticos latinoamericanos en Moscú expresaron preocupación por el impacto potencial de la negociación de armas sobre la seguridad regional. Hugo Chávez, presidente de Venezuela y el presidente de Rusia, Dmitry Medvedev.

Presidente de Venezuela se acerca más a Moscú

Hugo Chávez, consolidó una alianza más estrecha con Rusia al reconocer como estados independientes a dos regiones rebeldes de Georgia afines a los rusos y a cambio asegurar el suministro de armas y préstamos.

11 de septiembre de 2009

El reconocimiento de Abjasia y Osetia del Sur por parte de Chávez es considerado un extraño éxito diplomático para Rusia, que ha intentado persuadir a sus aliados por más de un año para que lo apoyen y traten a estas dos pequeñas regiones como soberanas. Sólo Nicaragua las había reconocido hasta ahora.

"Venezuela a partir de hoy se une al reconocimiento de la independencia de Osetia del Sur y Abjasia", dijo Chávez al presidente ruso, Dmitry Medvedev, a través de un traductor en la residencia oficial en Barvikha, a las afueras de Moscú.

Pronto Caracas iniciará el proceso para el establecimiento de relaciones diplomáticas con ellos, añadió.

El resto del mundo considera a las dos regiones, que expulsaron al Gobierno georgiano a inicios de la década de 1990 y desde entonces se han encargado de sus propios asuntos, como parte integral de Georgia. El tema se ha convertido en un punto de tensión en las relaciones entre Rusia y Occidente.

Medvedev agradeció a Chávez, de visita en Moscú, por su apoyo. Poco después dijo que Rusia suministrará los tanques y armamentos que Venezuela buscaba comprar.

"Suministraremos a Venezuela las armas que Venezuela nos pide", dijo Medvedev tras las conversaciones sostenidas entre ambos. "¿Por qué no tanques? Sin duda, tenemos buenos tanques. Si nuestros amigos quieren tanques, se los daremos", agregó.

No ofrecieron detalles sobre la negociación de las armas, pero la agencia de noticias estatal rusa, RIA, citó a una fuente militar diciendo que Venezuela compraría 100 tanques por US$500 millones.

Ambas partes anunciaron además planes conjuntos para la creación de un banco con un capital de US$4.000 millones para financiar sus proyectos.

Chávez ha dicho que Venezuela quiere reforzar su armamento para resistir a lo que denomina la influencia del imperialismo estadounidense en Latinoamérica.

Más tensión
Las tensiones se han incrementado entre Venezuela y su vecina Colombia, un aliado cercano de Estados Unidos e histórico rival de Venezuela, a pesar de que comparten una frontera de más de 2.000 kilómetros.

Caracas y Bogotá estuvieron cerca de una confrontación bélica el año pasado y el presidente colombiano, Alvaro Uribe, ha acusado a Chávez de apoyar a la guerrilla de las FARC. Por su parte, Venezuela objeta el uso de siete bases militares en Colombia por parte de Estados Unidos para operación antidroga.

Diplomáticos latinoamericanos en Moscú expresaron preocupación por el impacto potencial de la negociación de armas sobre la seguridad regional.

"Si los tanques son enviados por Rusia para su despacho inmediato, esto desestabilizará a la región", dijo un diplomático. "Si se trata de una orden para que los tanques sean ensamblados y entregados en los próximos años, entonces se trataría más de un acto político", agregó.

El reconocimiento de la soberanía es controversial con Osetia del Sur porque la pequeña región, cercana a la capital georgiana de Tiflis, tiene una población de pocas decenas de miles de personas y sobrevive con la ayuda de Rusia.

La generosa ayuda militar y financiera del Kremlin a estas regiones ha agrietado las relaciones con Georgia, que argumenta que las acciones de Moscú contribuyen a una adhesión de facto de los territorios, y ha provocado la condena de Occidente.

"Este reconocimiento -logrado por Rusia con dinero y armas- no guarda relación alguna con la voluntad del pueblo venezolano", dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores de Georgia en un comunicado.

"Con esta decisión, el dictador venezolano legitima la limpieza étnica que ha tenido lugar", agregó, al referirse a las críticas de Georgia de que Rusia ignora a las milicias armadas que a su juicio saquearon pueblos de ese país durante la guerra ocurrida el año pasado. 

Pacto de armas y energías 
Analistas rusos consideraron esta jugada como un paso adelante para Moscú, que ha fallado hasta ahora en persuadir a sus aliados de la extinta Unión Soviética de seguir sus pasos con respecto a Abjasia y Osetia del Sur.

"La diplomacia rusa interpretará esto como una gran victoria", dijo Fyodor Lukyanov, editor de la revista Rusia en la Relaciones Globales.

Chávez luego se reunió con el poderoso primer ministro ruso, Vladimir Putin, quien elogió su decisión de reconocer a estas regiones independientes de Georgia. "Sin ninguna duda, esto confirma la naturaleza independiente de la política exterior de Venezuela", declaró Putin.

Por otra parte, la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) y un consorcio de firmas de energía de Rusia firmaron un acuerdo de creación de una asociación para desarrollar un bloque en la Faja Petrolífera del Orinoco, en el oriente venezolano, reportaron agencias de noticias rusas.

El consorcio ruso está integrado por las petroleras Rosneft, Gazprom, Lukoil, TNK-BP y Surgutneftegaz.

Venezuela sostiene que la Faja del Orinoco tiene las mayores reservas de hidrocarburos del mundo, aunque son de petróleo extra pesado. Rusia dijo que PDVSA y el consorcio ruso necesitarán invertir conjuntamente 30.000 millones de dólares en el yacimiento petrolero Junín 6.

La cooperación entre Rusia, el segundo mayor exportador mundial de crudo, y el socio de la OPEP, ha sido desestimada por Washington, pero es seguida con preocupación por Colombia