Con la salida de Grecia, la Unión Europea estaría en una encrucijada, ya que se cuestionaría su capacidad de mantener el euro como moneda común. | Foto: Reuters

INTERNACIONAL

¿Qué pasa si Grecia abandona el euro?

Este sería el panorama más complejo para el país dado que se incrementan las probabilidades de que su sistema financiero colapse, lo que de seguro desencadenaría en una nueva depresión económica.

27 de marzo de 2015

Si Grecia viera como la salida más saludable para su economía, el abandono de la Zona Euro, seguramente se estaría enfrentando a un panorama muy complejo en el que le tomaría varios años volverse un país viable pare recibir créditos.

Y esta no es la única crisis que se desataría. Con la salida de Grecia, la Zona Euro estaría en una encrucijada, ya que se cuestionaría su capacidad de mantener el euro como moneda común. (Lea también: Grecia, ¿Euro o no euro?)

La salida de Grecia podría darse de dos maneras. Un primer escenario pondría a Grecia por fuera de la zona euro tras una negociación con los implicados, en medio de la coyuntura, se daría de una manera amistosa lo que no generaría turbulencia en cuanto a la viabilidad del euro como moneda común de cara al futuro. En este sentido se entendería la salida del país heleno como la mejor alternativa a la crisis. En este panorama los países emergentes sentirían una presión en sus mercados, aunque sería un efecto de corto plazo que se sortearía con el pasar de las semanas.

Otra opción, la más infortunada y la menos probable, es que la salida de Grecia de la Eurozona se produzca de manera hostil. Si esto sucediera, no existiría un anuncio oficial del abandono de Grecia al grupo continental, sino que comenzarían a producirse medidas como la impresión de su propia moneda.

El abandono del euro por parte de Grecia desencadenaría una crisis de su sector financiero. En este caso la crisis en Europa tomaría un nuevo rumbo y plantearía la duda de si el euro es viable a largo plazo. (Lea también: Seguir en el Euro, el escenario ideal para Grecia)

Así mismo, podría desatarse la intención de otros países como Italia o España de querer abandonar el grupo, fragmentando la unión y poniendo en la cuerda floja la solidez de la Unión Europea.

Entre 2008 y 2014 el PIB de Grecia registró una caída del 25%, de abandonar la Zona Euro podría registrarse una nueva depresión económica en la que su Producto Interno Bruto entre en una nueva era de contracciones haciendo aún más oscuro el panorama para el país.