Foto: Getty | Foto: Getty

MIGRACIÓN

Los científicos que corren el riesgo de perder su trabajo por culpa de Trump

Tras el anuncio de Donald Trump de suspender durante 90 días la concesión de visados a los ciudadanos de siete países, mayoritariamente musulmanes, y el posterior bloqueo de la decisión por parte de un juez Federal, son muchos los sectores económicos que están a la expectativa y la ciencia no es una excepción.

6 de febrero de 2017

Por estos días se respira un ambiente de tensión en el mundo luego de conocerse las primeras medidas del presidente estadounidense Donald Trump para poner freno a la migración, especialmente, de ciudadanos de Irak, Siria, Irán, Sudán, Libia, Somalia y Yemen.

La decisión de cerrarles temporalmente las puertas a estas personas, a pesar de estar en el limbo por el bloqueo de un juez Federal de Seattle (Estado de Washington), aún podría hacerse efectiva pues Trump planea apelar la decisión.

Esta medida no solo podría dividir familias sino que también tendría serias repercusiones en actividades trascendentales como la ciencia, según lo dio a conocer un informe publicado por la Revista Nature.

También le podría interesar: Los musulmanes tienen las puertas cerradas en los cargos directivos

Foto: Getty/ manifestante mulsulman protesta contra las políticas antimigratorias de Donald Trump

En dicho documento se expone la dura realidad que viven hoy por hoy los habitantes extranjeros en Estados Unidos como el científico iraní Kaveh Daneshvar, quien ha sido invitado a dictar una conferencia sobre biología molecular en Banff (Canadá).

Daneshvar, como centenares de migrantes árabes y persas, corre el riesgo de no poder regresar a Estados Unidos tras haber culminado su participación en el congreso, el cual será clave para los líderes y aprendices de este campo de la ciencia.

Este científico está muy lejos de ser una ‘amenaza’ para Estados Unidos, un triste estereotipo que hoy pesa sobre las siete naciones señaladas por Donald Trump de estar “comprometidas con el terrorismo”.

En el marco de esta polémica Nature conversó con más de 20 investigadores extranjeros afectados por la nueva política del presidente estadounidense, varios de los cuales decidieron permanecer en el anonimato ante el miedo de afrontar las represalias.

En esta conversación los científicos, quienes en la mayoría de los casos adelantan investigaciones determinantes para cada uno de sus campos, describen su “sentimiento de miedo, shock y determinación”, según lo constató Nature.

Tal vez le podría interesar: Musulmanes, ¿oportunidad o amenaza?

Uno de los investigadores afectados es el economista de la Universidad Carnegie Mellon en Pittsburgh, Ali Shourideh, quien se muestra agradecido con Estados Unidos y a la vez sorprendido por este tipo de medidas.

"Siempre he estado bajo el supuesto de que este es un país libre, que una vez que emigraste no van a tratar de patearte para salir o hacerte la vida más difícil para ti”, declaró.

Otro de los expertos afectados por las más recientes decisiones de Casa Blanca es el iraní Shourideh, quien tiene tarjeta verde (residente permanente) y suele viajar muy seguido a su país a visitar a su madre que tiene cáncer.

Sin embargo, ahora teme que al salir de Irán pueda regresar y encontrarse con las puertas cerradas de Estados Unidos, un país en el cual la constitución paradójicamente se basa en la libertad y el respeto a la diferencia.

"Uno tiene que tomar una decisión: ¿Quiero ver a mi mamá o quiero mantener mi trabajo? (…) esto es algo que de seguro nos hará daño no solo personalmente, sino también a los Estados Unidos porque todos estos profesionales calificados no quieren estar más aquí”, explicó.

Los científicos han comenzado a juntar sus fuerzas para contrarrestar los posibles efectos de la política antimigratoria de Donald Trump. De hecho, recientemente más 12.000 investigadores, entre ellos 40 premios Nobel y 6 ganadores de la medalla Fields, firmaron una petición para tumbar definitivamente las acciones anunciadas.

Foto: Getty/ manifestante protesta contra las políticas antimigratorias de Donald Trump

Lea también: ¿Donald Trump es realmente bueno para los negocios?

Adicionalmente, según Nature, la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia (AAAS, por sus siglas en inglés) y la Asociación de Universidades de Estados Unidos han manifestado su rotundo desacuerdo con la política de Trump.

Además y para evitar situaciones desafortunadas, las instituciones académicas les han recomendados a sus profesores, estudiantes y otros empleados de esos siete países permanecer en Estados Unidos hasta nueva orden.

Los rostros de la migración están en todas partes. La Revista Nature también se encontró con una pareja de esposos que ahora podría quedar dividida si se mantienen la prohibición en Estados Unidos.

Se trata del genetista italiano Luca Freschi, quien planeaba su traslado a la Escuela de Medicina de Harvard en marzo, pero ahora ya no será posible pues su esposa iraní Maryam no podrá acompañarle.

Este también es el caso de la especialista iraní en glaciología Samira Samimi, pues debe ir a una expedición financiada por la NASA a Groenlandia pero antes debe cruzar a Estados Unidos.  

Sus planes en materia de investigación, que la conducirán a culminar su posdoctorado, se verán truncados ya que el equipo parte de una base aérea en Nueva York y no le será permitido cruzar la frontera.

Tampoco es una opción para ella viajar en avión comercial directamente a Groenlandia para estudiar la fusión de la nieve, pues Nature explica que así lo hiciera “no se le permitirá volar en el avión de carga que llevará al equipo de Estados Unidos a sitios remotos de campo”.

Podría interesarle: 5 cosas que podrían cambiar en el mundo con Trump como presidente

De otra cara de la moneda, está un grupo de científicos que están preocupados y confundidos por las medidas de Trump, ya que tampoco serán bien recibidos en su país pues tras vivir varios años fuera ahora sus costumbres culturales han cambiado y por ende ahora son considerados ciudadanos de ‘segunda clase’ en su propio territorio.

Tal es el caso del físico estadística computacional de Irán, Haji-Akbari y el estudiante de doctorado en neurociencia en la Universidad Virginia Tech en Blacksburg, el sirio Ubadah Sabbagh.

Ahora, lejos de su país, agobiados por la indiferencia y en medio de la desesperanza, los científicos ahora se preguntan qué será del futuro de sus investigaciones y hasta dónde irán a par las medidas de Trump, quien hasta ahora parecer desconocer el valor de los inmigrantes para la economía estadounidense.

En el caso de los hispanos, vale la pena destacar que en el 2013 los ingresos de los hogares de ese segmento de la población contribuyeron con más de US$86.000 millones en ingresos fiscales a nivel nacional.

Adicionalmente, en ese período aportaron más de US$98.000 millones a la seguridad social y unos US$23.000 millones al programa de salud Medicare, que cobija a las personas mayores de 65 años y aquellos que tienen graves patologías.

También vale destacar que en esa fecha se calculó que los ingresos de los hogares hispanos fueron de US$605.000 millones (después de impuestos), lo cual revela la influencia de esa población. 

Su influencia también se refleja en la creación de empresas, muestra de ello es que en California, por ejemplo, el 37% de las empresas fueron fundadas por ciudadanos extranjeros.

Estos negocios, de acuerdo a un estudio de la Alianza para una Nueva Economía Estadounidense, alcanzan ingresos cercanos a los US$34.000 millones anuales. Cabe resaltar que varias de las compañías más exitosas con sede en ese estado fueron fundadas por migrantes o por los hijos de ellos, entre ellas, destaca el caso de eBay, Yahoo!, Qualcomm, Mattel, The Walt Disney Company y Oracle.

Lea también: Donald Trump y la antiglobalización