La primera civilización en la historia de la humanidad se dio en el valle fértil de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Eúfrates. | Foto: Ángela Maria Umaña

Viajes

Persia, cuna de civilizaciones

Vea en un viaje de autor, los albores de la arquitectura, la ciencia y la astronomía modernas. Conozca el Imperio que se extendió desde China hasta Bulgaria. Especial de la agencia Hermes para Dinero.com

Ángela Maria Umaña
16 de marzo de 2011

La primera civilización en la historia de la humanidad se dio en el valle fértil de Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Eúfrates, en la legendaria Sumeria y fue el legado de la cultura persa, este gran imperio se extendió desde China e India en Asia, todo Medio Oriente, Norte de África y hasta Bulgaria. Los reyes Darío y Ciro fundaron y organizaron el imperio. Fueron magnánimos, nobles, ingeniosos y cultos; no imponían sus costumbres y religión a los pueblos conquistados. Esa fue la clave para su extensión y duración.

 

Fueron los primeros en tener conceptos de ingeniería, el manejo del agua, arquitectura y diseños, el concepto del jardín: fuentes y espejos de agua, la escritura, el romanticismo y la poesía, la astronomía, álgebra, medicina. Es decir las ciencias y las artes y varios inventos que usamos hoy en día, provienen de esta cultura.

 

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Hoy es lo que conocemos como Irán, un país que sorprende y seduce a quienes lo vistan. Su paisaje variado, tiene el 40% de la biodiversidad del mundo, entrelazado con una gran infraestructura de aeropuertos, autopistas, edificicaciones. País de museos, arqueología y de gran variedad gastronómica, de folclore y de religiones. Si bien su mayoría es musulmana chiita, judíos, cristianos, zoroastrismos, sufís y ortodoxos, conviven en respeto.

 

El placer para un viajero está en descubrir esta cultura entre las ciudades y poblaciones fascinantes de las Mil y una noches, entre rutas de la seda y lugares míticos Y lo mejor; la hospitalidad y sensibilidad de su gente.

 

Irán es un país diverso y de ahí la riqueza de su cultura. El próximo 20 de marzo se celebra una de las fiestas may importantes: Norwuz o año nuevo persa. En armonía con el renacimiento de la naturaleza y según una tradición de la época de Zoroastro, el año nuevo persa comienza el día de “Noruz” (el Nuevo Día), el primer día de la primavera.

 

En realidad, el equinoccio de primavera marcaba el comienzo del año. Las ceremonias de Noruz son representaciones simbólicas de dos conceptos antiguos: fin y renacimiento.

 

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El origen documentado de la celebración se remonta a las fiestas que celebraban los reyes aqueménidas hace más de 2.500 años en los palacios de Persépolis, en el sur del país. Noruz fue reconocido y llamado oficialmente por el emperador persa, Ciro el Grande (caracterizado como Shah Yamshid en mitología).

 

Fundó el primer imperio en la región y construyó el complejo Persépolis, y más tarde Takhte Yamshid (Trono de Yamshid) en la ciudad de Shiraz, reunió los iraníes y formaron el primer imperio del mundo. Los reyes sucesores siguieron el mismo camino y presentaron la celebración de Noruz en Babilona, Egipto y Etiopía. Noruz trae esperanza, paz y prosperidad al mundo.

 


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Sofreh Haft Sin – Mesa de Las Siete 'S'

El ritual más importante de la celebración Noruz se denomina “Haft Sin“ (Siete eses), e incorpora siete elementos específicos que en tiempos antiguos correspondían a cada una de las siete creaciones y a los siete santos inmortales que las protegen. 

 

Para preparar “Haft Sin“, se pone un mantel o tapetes en el suelo o sobre una mesa con los siete elementos específicos cuyos nombres en persa comienzan con la letra “s”:

 

Sabzé: brotes de lentejas o de trigo (simboliza el renacimiento).

 

Samanu: budín hecho de trigo (simboliza la nueva vida).

 

Serkeh: vinagre (simboliza la edad y la paciencia).

 

Sib: manzana (simboliza el amor y la belleza).

 

Sir: ajo (simboliza la salud).

 

Somagh: una especie de polvillo agridulce de color granate (simboliza el amanecer y la renovación).

 

Senyed: una fruta especial del tipo de la frambuesa (simbolizan el amor)

 

Además de las 7 S, en la mesa ritual están presentes otros cosas como:

 

Sonbol: un jacinto o narciso (simboliza la llegada de la primavera).

 

Sekeh: monedas (simbolizan la prosperidad y la riqueza). Y se completa con los símbolos:

 

Ainé: un espejo (reflexión sobre la vida).

 

Mahí: dos peces rojos (simbolizan el curso de la vida).

 

Tojmemorg rangi: huevos pintados (simbolizan la fertilidad).

 

Shame: velas (simbolizan la luminosidad y la felicidad).

 

Shirini: dulces (simbolizan la dulzura de la vida).

 

Narengi: una naranja y una hoja del rosal flotando en una fuente con agua (simbolizan la tierra flotando en el espacio).

 

También a veces se pone los libros: el ‘Divane Hafez’, y el sagrado – el Avestas, el Corán, la Biblia, la Torá- sucesivamente para seguidores del zoroastrismo, islam, cristianismo y judaísmo, las fotos de los seres queridos.