Sebastián Piñera, presidente de Chile.

Opaca celebración del bicentenario en Chile

El presidente Sebastián Piñera no logró deslindar de las festividades del bicentenario de la independencia la huelga de hambre de indígenas mapuches y la difícil situación de los mineros atrapados desde hace mes y medio a 700 metros bajo tierra.

18 de septiembre de 2010

Piñera, acompañado de sus colegas Evo Morales de Bolivia y Fernando Lugo de Paraguay, asistió el sábado al tradicional Te Deum ecuménico con que las iglesias celebran la independencia en la Catedral de Santiago, a un costado de la Plaza de Armas. Más tarde se sumará la presidenta argentina Cristina Fernández.

El mandatario entonó en la plaza el himno patrio. Simultáneamente miles de personas hicieron lo mismo en las plazas de sus pueblos y ciudades y los mineros en el fondo del socavón.

El gobierno derechista se esforzó por lograr que los 200 años de independencia de España se celebrara masivamente, pero cada una de las actividades programadas estuvo opacada por la situación de los 34 mapuches y de los 32 mineros chilenos y un boliviano atrapados bajo centenares de toneladas de rocas.

Antes de participar en la ceremonia ecuménica, Piñera informó que están en marcha "la Operación Jonas --el profeta Jonas que fue rescatado del vientre de una ballena-- y ellos van a ser rescatados del vientre de una montaña, y la Operación San Lorenzo, que es mantenerlos sanos".

Agregó que las autoridades han "fijado como fecha antes de la Navidad y del Año Nuevo, porque en esto puede haber muchos imprevistos...pero yo espero que podamos hacerlo antes".

Los mineros están atrapados desde el 5 de agosto en la mina San José, a unos 850 kilómetros al norte de Santiago, y en la víspera una perforadora, de tres que están trabajando simultáneamente, alcanzó el lugar donde están.

La T-130 ensanchará ahora a 66 centímetros el forado para sacarlos, de a uno, en una jaula especialmente diseñada.

Sobre los mapuches, en ayuno hace 69 días, Piñera dijo que la gran mayoría de los indígenas de las diversas etnias que hay en Chile, que suman en total menos de un millón de los 17 millones de chilenos, están celebrando el bicentenario.

Afirmó que los 34 mapuches "han escogido un camino equivocado, porque yo creo que la inmensa mayoría de los chilenos comparte que el país que vamos a construir juntos lo vamos a hacer con unidad, con dialogo, con trabajo, no con violencia ni con huelgas de hambre".

Los mapuches son el pueblo originario que combatió por 300 años a los conquistadores y al Estado chileno, pero que luego por las armas fueron arrinconados al sur, donde la mayoría vive en condiciones de extrema pobreza.

Los ayunantes exigen que se les anule sus procesos por supuesta infracción a la Ley Antiterrorista, legada por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), que endurece las condenas de los delitos de incendio, ataque a un fiscal y a un autobús que pesan sobre los 34 indígenas.

También demandan la instalación de una mesa de diálogo, rechazada por el gobierno mientras no depongan su actitud. En la víspera Piñera anunció un inicio de negociaciones para la próxima semana, pero sólo abordará temas relacionados con la mejora en sus condiciones de vida, no el problema de los juicios y el ayuno.

"Es verdad que tenemos una deuda con nuestros pueblos originarios, eso lo reconocemos todos... por eso hemos creado dos programas que son muy ambiciosos", en los que se invertirán más de 4.000 millones de dólares, declaró el gobernante.

AP