Candidato republicano a la presidencia de EE.UU., Mitt Romney. | Foto: Ap

Elecciones en EE.UU.

Obama y Romney se juegan su futuro

El presidente Barack Obama y el republicano Mitt Romney se sometían el martes al veredicto del electorado estadounidense en unos comicios que enmarcarán no solamente la composición del próximo gobierno, sino la trayectoria del país durante muchos años.

6 de noviembre de 2012

El suspenso en la campaña se mantenía hasta el final, y ambas fórmulas decidieron realizar actividades en el propio día de los comicios, en busca del último voto posible en una apretada contienda.

Joe Biden, el vicepresidente, llegó inesperadamente a Ohio, uno de los estados cruciales, poco después de que Romney viajó ahí. El presidente Barack Obama se quedó en Chicago, la ciudad donde creció, y trató de ganarse a los votantes en estados indecisos mediante llamadas telefónicas.

Romney y su compañero de fórmula Paul Ryan programaron la visita conjunta a Ohio apenas el lunes. Biden acudió para hacerles frente, en una muestra de la importancia que se da a este estado en los comicios.

El vicepresidente descendió del avión y no hizo comentarios a los periodistas sorprendidos, después de la llegada de Romney y antes del aterrizaje de Ryan.

Romney dijo que el acto de campaña en el día de los comicios tuvo el objetivo de disipar cualquier posible remordimiento después de las elecciones. "No puedo imaginar que se gane o se pierda una elección por unos cuantos cientos de votos y que pases tu último día sentado", dijo Romney por la mañana a la radiodifusora WRVA en Richmond, Virginia. "Quizás terminarías preguntándote: '¡Demonios!, ¿por qué no seguí trabajando?' Así, me aseguro de no mirar atrás sino con el mayor grado de satisfacción por toda esta campaña".

En tanto, los estadounidenses acudieron a las urnas lo mismo en comunidades tranquilas que en ciudades bulliciosas o en localidades devastadas por la supertormenta de la semana anterior. En muchas poblaciones, el electorado se mostró dividido entre ambos candidatos.

Y los dos rivales esperaban en particular los resultados de nueve estados que se convirtieron en un auténtico campo de batalla, pues su voto determinará quién reúne los 270 votos electorales necesarios para conseguir la presidencia.

Obama tiene más opciones para lograrlo, por lo que Romney decidió realizar el martes sus esfuerzos adicionales en Cleveland y Pittsburgh. Su compañero de fórmula Paul Ryan se detuvo en Cleveland y Richmond, Virginia.

Obama visitó una oficina de campaña cerca de su residencia en Chicago, y fue aplaudido por numerosos voluntarios, algunos de los cuales lloraban por la emoción. Tomó un teléfono para llamar a los votantes en el vecino estado de Wisconsin.

El mandatario dijo a la prensa que las elecciones se definirán por el número de simpatizantes que acudan realmente a las urnas. "También quiero decir al (ex) gobernador Romney: 'Felicidades por una animada campaña'. Sé que sus simpatizantes están igual de entusiasmados y comprometidos, y que trabajan igual de duro hoy", dijo Obama.

En una entrevista con la emisora WTAM de Cleveland, se preguntó a Romney si coincide con la expresión de que los votantes siempre tienen la razón al final. "No puedo garantizar que harán lo correcto, pero pienso que lo harán", respondió.

Biden y su esposa Jill figuraron entre los primeros votantes del martes en un puesto de Greenville, Delaware, el estado donde vivió durante décadas. Con una gran sonrisa, el vicepresidente esperó en la fila con otros votantes, y les dio un apretón de manos.

Frente al centro de votación, envió un mensaje a la gente de todo el país, que podría toparse con largas filas. "Los exhorto a seguir formados todo el tiempo necesario", dijo Biden ante las cámaras de televisión.

Obama votó ya hace 12 días y Romney lo hizo el martes en un centro comunitario de Belmont, en Massachusetts.    


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