Primer ministro italiano Mario Monti con la canciller alemana Ángela Merkel durante la cumbre europea celebrada en Bruselas, Bélgica. | Foto: EFE

Economía

Nuevo fondo europeo de rescate: ¿cómo funciona?

Con 700 mil millones de euros, los Estados de la zona euro quieren crear un cortafuegos contra la crisis de la deuda. Sin embargo, el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) no ha salido todavía del papel.

Alianza DW
28 de junio de 2012

El Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) está pensado para ser una organización financiera, similar al Fondo Monetario Internacional (FMI) en Washington. Aunque está planeado que entre en funciones en julio de este año, el MEE aún no sale del papel.

El acuerdo para su entrada en vigor aún no ha sido ratificado por todos los países. Apenas cuando el 90 por ciento del capital social -630 mil de los 700 mil millones planificados- hayan sido confirmados, el MEDE será realidad. Pero aún no hay una fecha fija. Tampoco se ha designado aún a un director para el nuevo organismo; podría ser Klaus Regling, director del provisional Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).

Miles de millones

Según los planes, el MEDE contará con 700 mil millones de euros, de los cuales 80 mil serán aportados como capital propio por los miembros, es decir ,los 17 Estados de la zona euro. Los restantes 620 son garantías que los Estados ponen a disposición de manera vinculante.

La suma disponible para préstamos será de alrededor 500 mil millones de euros; el resto se reserva como garantía. El aporte al capital será realizado en cinco cuotas; Alemania aportará 23 mil millones de euros.

En conjunto, un buen cortafuegos

“El MEDE junto con el Pacto Fiscal forman un buen cortafuegos para controlar la situación”, opina Patrick Sensburg, catedrático miembro del Parlamento Alemán especializado en derecho europeo.

Con todo, sin haber sido fundado siquiera, ya existen dudas acerca de su alcance para financiar futuros rescates. Aunque el MEDE dispondrá de un mayor abanico de posibilidades que el FEEF, “se plantea desde ya la pregunta de si será capaz de tranquilizar a los mercados”, afirma Janis Emmanouilidis, economista del think tank Bruegel. En su opinión, lo anterior no es factible, sobre todo si la situación en España o Italia empeora.

Alemania, ineludible


La decisión en torno de qué ayuda conceder a qué países será atribución de un Consejo directivo, al cual pertenecen los ministros de finanzas de la eurozona. El voto de Alemania, con un 30 por ciento de las acciones, no puede ser pasado por alto.

“Para nosotros en el Parlamento Alemán era importante dejar claro que para todas las decisiones importantes, tenemos que dar el visto bueno”, explica a DW Sensburg, miembro del comité para Asuntos Europeos en el Parlamento. “Esta regulación está incluida en el MEDE: el representante alemán en el Consejo sólo puede dar su voto si el Bundestag le ha dado previamente luz verde”.

Los países miembros del MEDE son garantes de los créditos; éstos, hasta el momento, se otorgan bajo ciertas condiciones. Esto quiere decir que aquellos que reciben fondos de ayuda están obligados a sanear sus presupuestos y a llevar a cabo reformas en su sector financiero o en su economía. El MEDE, a diferencia de su antecesor FEEF, puede adquirir directamente bonos de los países en apuros y actuar a corto plazo en el mercado financiero.

Licencia para ser banco

Por el momento, no está previsto que el MEDE pueda acceder a créditos del Banco Central Europeo para, a su vez, ponerlos a disposición de países en aprietos. Con una “licencia bancaria” de este tipo, el MEDE podría movilizar sumas mayores. “Básicamente, es posible que el MEDE acceda a capital a través de bancos o personas para cumplir mejor con sus funciones en los mercados de capital”, explica Sensburg. “Pero eso no lo queremos, porque sabemos que el monto de 500 mil millones de euros es suficiente. No nos parece bien que el MEDE vaya creándose de esa manera un volumen mayor de fondos, por los cuales los Estados miembros tendrán que responder”.

Con todo, desde el punto de vista legal, es posible que el MEDE haga crecer así su capital. Emmanouilidis cree que ese día llegará. “Cuando nos veamos obligados a tranquilizar a los mercados, es muy posible que se haga uso de esta posibilidad. No creo que sea la panacea. En la situación que nos encontramos, la solución pasa a través de la conjunción de varios elementos”, dice el experto de Bruegel.

¿Bonos poco atractivos?

Para protegerse de pérdidas, los Estados de la zona euro han decidido que las deudas con el MEDE deberán tener prioridad; éstas irían por delante que los bonos de Grecia, España o Italia de inversionistas privados.

Por ello, los especialistas en finanzas temen que, entonces, los acreedores privados eviten estos bonos; esto llevaría a que sus costos aumentasen. Además, los bonos estatales de la zona euro en el futuro tendrán una cláusula que comprometa a los inversionistas privados a participar en una posible quita de deuda. También esto podría hacer los bonos estatales menos atractivos para los inversionistas.

Por último, el FEEF actúa, hasta julio de 2012, en paralelo al MEDE. De su capacidad de 440 millones, quedan 240 millones que podrían ser utilizados, por ejemplo, en el rescate de los bancos españoles.