La propuesta aprobada prevé proporcionar fondos suficientes al Estado. | Foto: AFP

Internacional

Otro round

La Cámara de Representantes, dominada por la oposición republicana, aprobó controvertida partida presupuestaria que los demócratas del presidente Barack Obama ya han prometido vetar.

Alianza DW
22 de septiembre de 2013

La propuesta prevé proporcionar fondos suficientes al Estado, que se aboca a quedarse sin fondos en poco más de una semana, para poder afrontar sus gastos hasta el 15 de diciembre. La condición para ello, sin embargo, es retirar toda la financiación federal a la reforma sanitaria que constituye el programa estrella del gobierno de Obama y cuya principal fase entrará en vigor el 1 de octubre. Los demócratas, con Obama a la cabeza, ya han dejado claro que no permitirán que pase esa cláusula.

La Cámara baja aprobó la propuesta con 230 votos a favor –de ellos, sólo dos demócratas y el resto republicanos- y 189 en contra, que muestra una fuerte división partidista frente a la medida. El presidente de la Cámara de Representantes, el republicano John Boehner, calificó pese a ello el resultado como una "victoria del sentido común".

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"Los estadounidenses no quieren que el gobierno cierre y no quieren “Obama care” (como se conoce popularmente la reforma sanitaria de Obama)", sostuvo al término de la votación. El mandatario por su parte acusó a la oposición de realizar acciones que son "el colmo de la irresponsabilidad" y que amenazan con convertir al país en una "república bananera".

Pese a la votación de este viernes, todos los observadores coinciden en que la iniciativa, tal como está formulada, está abocada al fracaso, puesto que los demócratas que dominan el Senado –adonde la medida llegará ahora- ya han dejado claro que no la aprobarán y además la Casa Blanca ha amenazado con vetarla en última instancia.

Así lo reiteró una vez más nada más conocer los resultados de la votación el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid. "El Senado no aprobará ninguna propuesta de ley que deje sin fondos o retrase Obama care", zanjó Reid en una declaración.

El problema del "cierre del gobierno" queda por el momento de este modo sin resolver, ya que el año fiscal acaba el 30 de septiembre y el Estado corre el riesgo de quedarse sin dinero para pagar sus gastos.

"Los republicanos no están más que retrasando unos pocos días la decisión inevitable que tienen que afrontar: aprobar una propuesta de ley limpia para proporcionar fondos al gobierno o forzar un cierre de éste", dijo hoy al respecto el demócrata Reid.

Obama insta a “actuar a favor del país”

También el propio Obama instó desde Missouri, donde visitó una fábrica de coches, al Congreso a dejarse de politiqueo y "hacer su trabajo", cumpliendo con sus obligaciones: es decir, aprobar el presupuesto para evitar la falta de fondos y también, como segundo paso apremiante, sancionar igualmente un nuevo aumento del techo de la deuda para que el país no caiga en impagos a nivel internacional, otra de las amenazas inminentes que afronta su gobierno.

"Un gobierno cerrado se ve obligado a cerrar muchos servicios de los que dependen los ciudadanos (...) cientos de miles de estadounidenses no podrán ir a trabajar, nuestros hombres y mujeres militares, incluso los que están en el extranjero, no recibirán sus cheques a tiempo. No se procesarán los préstamos para los pequeños negocios", recordó Obama.

El mandatario acusó a la oposición de actuar no en interés del país sino en contra de su gobierno e instó a los republicanos a mirar más allá de sus propios fines políticos y a dejar de tener "secuestrado" al país en interés propio. "Ellos no están pensando en ustedes. Están centrados en política.

Se esfuerzan en intentar hacerme la vida imposible", lamentó. "Hagan su trabajo. Déjense de obstrucciones, de juegos, de mantener como rehén a la economía si no consiguen el 100 por ciento de lo que quieren", insistió.

DW/D.com