Ni la oposición republicana ni los demócratas de Obama parecen dispuestos a ceder y el bloqueo persiste. | Foto: Efe

Internacional

De aquello nada

El presidente estadounidense, Barack Obama, endureció su discurso hacia los republicanos ante la parálisis de negociaciones en el Congreso sobre el límite legal de endeudamiento.

8 de octubre de 2013

Esto sucede cuando se acerca la fecha que podría marcar, si no hay acuerdo, el primer default en la historia del país. Obama trató de dar tranquilidad a los acreedores de su país y aseguró en la Casa Blanca, que Estados Unidos "siempre pagó sus deudas" y lo seguirá haciendo.

Los líderes del mundo "no prestan atención solo a lo que digo, sino a lo que hace el Congreso. Y a fin de cuentas, dependerá del presidente de la Cámara (John) Boehner" si ese límite es elevado o no, dijo en rueda de prensa Obama, en medio de una puja con los republicanos del Legislativo. EE.UU. necesita emitir nueva deuda para financiarse. Pero ni la oposición republicana ni los demócratas de Obama parecen dispuestos a ceder y el bloqueo persiste.

Obama dijo que una moratoria de EEUU sería "mucho peor" que el actual cierre de servicios públicos que enfrenta el país por falta de una ley de presupuesto, y sostuvo que la situación "daña la credibilidad" de la nación en el mundo. "El cierre (de servicios públicos) es imprudente" pero el problema que causaría "EEUU haciendo default sería dramáticamente peor", añadió.

El reloj corre

El rechazo a un acuerdo y la ausencia de negociaciones entre los dos partidos, alientan el pesimismo a nueve días de la fecha crucial del 17 de octubre. Pasada esa fecha, y sin aumento del techo de endeudamiento actualmente de 16,7 billones de dólares y ya superado en mayo, EEUU no podría emitir deuda ni devolver dinero a algunos acreedores en función de los límites actuales dispuestos por el Congreso.

La Casa Blanca, analistas y organismos como el FMI multiplican sus advertencias sobre el potencial impacto de este escenario: alza de las tasas de interés, una vuelta a la recesión, y un duro golpe a la economía mundial. Obama exhortó al presidente de la Cámara de Representantes a que someta a votación el aumento del techo de la deuda rápidamente, con el argumento de que varios republicanos votarían a favor.

Los demócratas controlan en el Senado por lo que se supone que esa medida sería aprobada en la cámara alta. Pero Boehner rechaza esta alternativa y exige concesiones del Ejecutivo en materia de gasto social, particularmente sobre la reforma de la salud promulgada en 2010. Obama reiteró que no negociará sobre esas bases. "Al rehusarse a negociar, (el líder demócrata del Senado) Harry Reid y el presidente ponen a nuestro país en una senda peligrosa", sostuvo el martes Boehner.

Mientras tanto, unos 900.000 funcionarios públicos federales se encuentran de vacaciones sin goce de sueldo, porque el Congreso no aprobó un presupuesto que permita pagarles para el año fiscal 2013-2014.

Advertencia del FMI


Un episodio similar sobre la deuda ocurrió en 2011 cuando los republicanos recuperaron el control de la Cámara, y le costó a EEUU su calificación triple AAA de Standard and Poor's para su deuda soberana, la máxima del mundo. Wall Street y los mercados mundiales se muestran nerviosos cuando se acerca la fecha límite.

El crecimiento y el empleo no se han recuperado plenamente desde la recesión de 2007-2009, y desde marzo se produjeron recortes importantes del gasto público también por falta de acuerdo en el Congreso. El Fondo Monetario Internacional (FMI) alertó el martes sobre los riesgos de degradación de la economía de Estados Unidos, y recortó su previsión de crecimiento para el país para 2013 y 2014.

El FMI redujo en 0,1 puntos porcentuales su previsión de expansión del PIB estadounidense para este año, a 1,6%, y de 0,2 puntos para 2014, a 2,6%, en relación a sus pronósticos de julio. Estas estimaciones reflejan los recortes "prolongados" del gasto público en Estados Unidos. "A pesar de una potencial de mejora, los riesgos de degradación de la economía son importantes", resumió el FMI, para destacar que la demanda interna estadounidense se debilitó por un impacto de un aumento de impuestos y recortes presupuestarios.

El FMI estima que los recortes presupuestarios costarán alrededor de 1,75 puntos porcentuales de crecimiento en 2013 a la mayor potencia mundial.


Afp/D.com