Presidenta de Brasil Dilma Rousseff | Foto: Afp

Internacional

México vs Brasil: ¿ganará la apertura comercial o el proteccionismo?

El año 2012 marcó un brusco frenazo de la economía de Brasil por la pérdida de competitividad de un modelo dependiente del mercado interno, mientras que México sigue abaratando sus costos de producción y se beneficia de su apertura comercial.

17 de diciembre de 2012

Las cifras son elocuentes. La mayor economía latinoamericana y sexta del mundo se expandirá apenas 1,27% este año según estimaciones oficiales, frente a 2,7% el año pasado y 7,5% en 2010, lastrada por el costo creciente de la mano de obra, una caída de las inversiones y la desaceleración china.

En tanto México, una de las economías más afectadas por la debacle financiera de 2008 y 2009 en Estados Unidos, crecerá a tasas de 3,5% a 4% en 2012. Los mexicanos se benefician del lento repunte de su principal socio comercial, pero sobre todo de una importante caída del 'costo país', que le permite atraer inversiones en el sector industrial, crear empleo y valor agregado para exportar.

Sebastián Briozzo, director de Calificaciones Soberanas de Standard & Poor's en América Latina, señaló a la AFP que los dos países tienen "una fórmula (y) patrones muy distintos de crecimiento".

"Brasil es una economía cerrada, donde el producto crece en base a la demanda interna y dentro de la demanda interna más que nada el consumo interno, no tanto la inversión, mientras que México es más dependiente del sector industrial de Estados Unidos", explicó este experto para quien los dos países crecen a bajo ritmo en comparación con otras naciones emergentes.

El jefe de Macroeconomía de la consultora brasileña Tendencias, Juan Jensen, dijo por su parte que la desaceleración de Brasil se explica por una importante pérdida de competitividad aunada a "inversiones (que) se han retraído de forma fuerte este año".

La pérdida de competitividad, sotuvo Jensen, se observa en "salarios que crecieron muy por encima de la inflación, y muy por encima de la productividad". "Brasil perdió porque es más caro producir aquí", resumió.

Las inversiones en tanto, cayeron porque con sus medidas sobre el tipo de cambio, con una mayor tolerancia a la inflación y menor "transparencia sobre los números fiscales", las autoridades tratan de "alterar los resultados de libre mercado", agregó. "Eso de cierta forma asustó al inversor", principalmente al extranjero, "que encuentra en otros países, y México es uno de ellos, mejores perspectivas para rentabilizar su inversión".

México en cambio, apuesta a seguir bajando sus costos para competir incluso con China, en donde las empresas deben destinar cada vez más dinero para producir. "México sigue siendo una región de bajo costo en la mano de obra, tiene infraestructura para algunos sectores de bienes duraderos" como automóviles, computadoras o aparatos eléctricos "que le permite ampliar rápidamente la base de producción para exportar a Estados Unidos", argumentó Octavio Gutiérrez, economista principal del banco BBVA en la capital mexicana.

Eso explica la reubicación de plantas industriales en México y "es uno de los pilares" del desarrollo mexicano, afirmó. Con ello, el país del norte alcanzó la mayor participación de su historia en ventas de manufacturados en Estados Unidos: "12% del total" del mercado estadounidense.

"La diferencia (con Brasil) es por costos: México ha aumentado los costos unitarios de la mano de obra muy por debajo de Brasil" y se "ha estado equiparando" en costos con China, explicó Gutiérrez.

Así, mientras Brasil registra una preocupante retracción de la inversión productiva, que habrá bajado 4,5% al terminar el año según la Confederación Nacional de la Industria (CNI), y una fuerte contracción de 2,7% de la producción industrial en los últimos 12 meses, México comienza a cosechar los frutos de un lento pero seguro incremento de la demanda de sus productos en Estados Unidos. Su industria acumula una expansión de 4,2% entre enero y setiembre de 2012 sobre igual período de 2011.

Para los economistas, la diferencia de enfoque en materia de comercio exterior es un factor clave para explicar los resultados industriales, comerciales, y en definitiva, la brecha que existe en la expansión económica de México y Brasil. "Brasil está casi volviendo a su modelo de los 60, que era mirando para adentro, que era más proteccionista, dando subsidios a las empresas", resumió Claudio Loser, presidente del centro de análisis Centennial Group para América Latina y ex director del departamento para las Américas del FMI. "México ha mantenido esta posición de apertura con Estados Unidos, con Asia en términos industriales y en general en términos de su estructura productiva, mientras que Brasil se ha metido para adentro", añadió.

Jensen, de Tendencias, coincidió. "Una diferencia entre Brasil y México que es relevante es que mientras Brasil se cierra para el comercio mundial, México ha abierto sus fronteras haciendo acuerdos de libre comercio inclusive con China. Haciendo eso México importa insumos baratos, agrega valor y reexporta ese bien para Estados Unidos, incluso para Brasil". "Brasil hace lo contrario: Brasil se cierra, trata de producir aquí, acaba produciendo un bien con insumos más caros y no consigue reexportar ese bien final para casi nadie", lamentó.

"Brasil, por estar preso con el Mercosur, acaba no haciendo ningún tipo de acuerdo de libre comercio. México por otro lado está en la Alianza del Pacífico (con Perú, Chile y Colombia), tiene acuerdos no solo con Estados Unidos en el NAFTA (ALENA en castellano, junto a Canadá), sino que ha tratado de avanzar en acuerdos bilaterales de libre comercio", enfatizó.

Según Jensen, Brasil debería tener un mejor 2013.

Aunque adoptó "medidas de restricción de importación" que pueden limitar el crecimiento futuro de la productividad al encarecer el ingreso de tecnología, a corto plazo la baja de impuestos al sector industrial y un tipo de cambio desvalorizado deberían ayudar a la industria y el PIB debería crecer en torno al 3,2%, estimó.

La CEPAL prevé un crecimiento del PIB brasileño de 4% en 2013.

En México en tanto, se abre un período de expectativa con el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto, señaló Briozzo, de Standard & Poor's. "Si este gobierno puede avanzar en reformas, que ni siquiera tienen que ser tan ambiciosas (...) algo en Pemex (la estatal Petróleos Mexicanos) y (...) en el tema fiscal, creo que esos pueden ser cambios importantes".

La CEPAL prevé un crecimiento de 3,8% del PIB mexicano en 2013.

Mirando hacia el futuro, "los dos países han hecho una lucha muy efectiva en reducción de la pobreza (...) pero creo que México tiene una economía que a la larga está siendo más efectiva y mejor integrada con el mundo que Brasil, que se durmió un poco en los laureles", concluyó Loser.
                                                               

Afp