Los multimillonarios Bill Gates y Warren Buffett. | Foto: Bloomberg

Filantropía

Por qué los multimillonarios ven fácil comprometerse a regalar la mitad de su fortuna

En los cinco años que han pasado desde que Bill Gates y Warren Buffett crearon el Compromiso de Dar, 193 individuos han hecho la sencilla promesa de regalar más de la mitad de su fortuna en vida o después de muertos.

8 de junio de 2015

Esta semana, otras 16 personas se sumaron a la iniciativa, incluidos Hamdi Ulukaya, el fundador del yogurt Chobani y el magnate petrolero escocés Ian Wood.

La firma del compromiso generó una intensa cobertura de prensa, testimonios en video de Bill Gates e invitaciones a conferencias anuales en centros vacacionales de lujo con otros multimillonarios como Ray Dalio y Pierre Omidyar.

Menos publicitado es el hecho de que el quid del compromiso es subjetivo. Los signatarios no tienen obligación legal de donar su dinero y a veces no regalan nada que se aproxime a la mitad de su fortuna. Las normas que rigen a las organizaciones solidarias y el derecho sucesorio pueden impedir la publicación de información, y Buffett y Gates no les piden a quienes asumen el compromiso que demuestren nada.

“Todo consiste en pensar cómo las figuras emblemáticas que dan apoyo e inspiración pueden servir de modelo para la sociedad”, dijo Robert Rosen, coordinador del Compromiso de Dar en su calidad de director de Sociedades Filantrópicas de la Fundación Bill Melinda Gates. “No buscamos sumar ninguna complejidad”, señaló Rosen.

La información que se ha hecho pública sobre las donaciones en vida y testamentarias de los diez multimillonarios fallecidos que habían firmado el compromiso muestran que el cumplimiento de la promesa varía enormemente. Sólo dos donaron más de US$1.000 millones, y lo hicieron antes de que se lanzara esta iniciativa.

Proyecto a largo plazo

El Compromiso de Dar hace hincapié en que es un compromiso moral. Esta distinción tiene un objetivo legal muy concreto: elimina la posibilidad de que los firmantes del Compromiso de Dar demanden a otros multimillonarios que no realicen la donación, según David Scott Sloan, abogado y director nacional del estudio jurídico de derecho sucesorio de Holland Knight.

“Cuando doy dinero con fines benéficos y prometo pagarlo a lo largo de cinco años, en realidad estoy firmando un contrato”, señaló Sloan. “Estas son personas que firman montones de compromisos como esos y quieren –estoy seguro- dejar bien en claro que se trata de una cuestión moral, no de una legal”.

Rosen dice que el esfuerzo de Gates y Buffett es un proyecto a largo plazo para reubicar los niveles de las donaciones.

“La conversación sigue evolucionando con lo que se espera y con lo que se convierte en la norma de la generosidad. Esa es nuestra estrella polar”, explicó Rosen. “La gente lo hace de distintas maneras y en distintos momentos porque es una decisión muy personal”.

‘Vara baja’

Gates y Buffett se encargan de dar el ejemplo. Los dos estadounidenses más ricos, que tienen una fortuna total de US$156.000 millones, de acuerdo con el Índice de Multimillonarios de Bloomberg, han dado a la fundación de Gates más de US$46.000 millones. Michael Bloomberg y otros tres cofundadores de Bloomberg LP, propietaria de Bloomberg News, también firmaron el compromiso.

En 2010, Gates dijo en una entrevista con Fortune que consideraba que donar la mitad de la fortuna era la “vara baja”. Pero definir en qué consiste la mitad es difícil, como demostró la herencia de Albert Ueltschi.

Piloto de ascendencia suiza nacido en Kentucky, Ueltschi se hizo multimillonario al vender sus escuelas de capacitación para pilotos FlightSafety International a la firma de Warren Buffett, Berkshire Hathaway, por acciones que estaban valuadas en casi US$2.000 millones cuando murió. También mantuvo una estrecha amistad con Bill Gates.

Cuando ambos le pidieron que se sumara al Compromiso de Dar, Ueltschi no lo dudó. Prometió donar la mayor parte de su fortuna para la lucha contra la ceguera.

“Nunca vi un coche fúnebre llevando un remolque de U-Haul. Uno no puede llevársela consigo”, escribió Ueltschi en su carta de Compromiso de Dar de fecha 18 de septiembre de 2012.

Murió un mes más tarde a los 95 años.

Impuesto sucesorio


En su testamento, Ueltschi indicó que nada fuera a fines benéficos si no había impuesto sucesorio en los EE.UU., como había ocurrido dos años antes. Como el impuesto sucesorio estaba en vigencia, debía cumplirse la cláusula de que un tercio de su herencia se destinara a caridad.

En total, en vida y después de muerto, el multimillonario donó US$260 millones. Habrá otros US$200 millones una vez que el Servicio de Impuestos Internos emita la aceptación definitiva de la declaración de impuestos de la herencia, dijo su hijo James en una entrevista telefónica. Cuando esto ocurra, su padre habrá cumplido con el Compromiso de Dar, señaló.

“Hicimos los cálculos y esa era la suma, así que esa es”, declaró James Ueltschi.

Si bien su padre quizá haya acumulado una fortuna de US$4.000 millones, de acuerdo con los datos que reunió Bloomberg, gran parte del dinero no era legalmente suyo a su muerte, dijo su hijo.

Mentalidad de club


Asociarse al mayor inversor y a la persona más rica del mundo podría significar que los multimillonarios se sientan atraídos por los elogios públicos y que el acto de caridad sea una consideración menor, dijo Pablo Eisenberg, miembro sénior del Centro de Liderazgo Público y Sin Fines de Lucro de la Universidad de Georgetown.

Leonard Tow y su esposa Claire se hicieron multimillonarios gracias a Citizen Utilities Inc. y Century Communications Corp. en la década de 1990. En 2012, él firmó el Compromiso de Dar con Claire, que murió el año pasado. Tow no accedió a revelar cuánto donaron o planean donar. Su Tow Foundation tiene un activo neto de US$196 millones y ha dado US$85 millones desde 2001, de acuerdo con las declaraciones de impuestos.

“Es como ingresar a un club, nada más”, dijo Tow en una llamada de abril. “No hubo ni que pensarlo”.

(Bloomberg)