Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. | Foto: Ap

Internacional

Maduro cambia sistema de control de cambios

El presidente de Venezuela presentó su primer informe de gestión anunciando cambios en su equipo económico y modificaciones en el modelo que pone en manos del Estado el monopolio de las divisas.

16 de enero de 2014

Con el trasfondo de la complicada situación que vive el país, golpeado por una inflación que superó el 56% el año pasado y el desabastecimiento, el primer informe de gestión de gobierno de Maduro giró alrededor del diagnóstico de los males que aquejan a la economía nacional y de los remedios para darle solución.

Maduro no anunció la devaluación del bolívar, algo con lo que se había especulado en las últimas semanas y que, según señaló el presidente, no va a pasar en todo el año, pero sí modificó el sistema de control de cambios, aunque sin variaciones de fondo.

Tras reconocer semanas atrás que las instituciones de gestión de moneda extranjera fueron "perforadas" por el fraude, el presidente eliminó la Comisión de Administración de Divisas (CADIVI), la principal ventanilla para que las empresas y personas pidan dólares al Estado en Venezuela.

A partir de ahora esa misión pasará, como ya había anunciado, al nuevo Centro Nacional de Comercio Exterior.

Maduro confirmó en el cargo de vicepresidente económico, Rafael Ramírez, también ministro de Petróleo, pero eliminó definitivamente de su Gabinete a Nelson Merentes, que tras ser nombrado hace nueve meses ministro de Finanzas y vicepresidente económico, cargo este último que perdió hace tres meses, volvió hoy al Banco Central.

En su lugar, el presidente nombró ministro de Finanzas al general Marcos Torres, hasta ahora ministro de la Banca Pública, cartera que se fundirá con la primera.

Además, anunció que la próxima semana modificará de forma "sustancial" la Ley de Ilícitos Cambiarios, que regula los delitos asociados al manejo ilegal de divisas en el país, para que el sector privado pueda ofertar dólares a través del Estado.

"Voy a hacer una modificación sustancial de la ley contra los ilícitos cambiarios a fin de permitir que los sectores privados puedan ofertas divisas en los mecanismos de los sistemas complementarios de oferta de divisas cosa que ya lo estamos implementando en el turismo", indicó.

Maduro insistió en responder a la "guerra económica" que, según él, libra el empresariado del país contra su Gobierno, y reiteró que su Gobierno pondrá "tras las rejas" a quienes especulen y reincidan en la manipulación artificial de los precios.

"O pueden más los usureros y ladrones, los falsos importadores, los raspadores de cupos, los legitimadores de capitales ilegítimos o puede más el pueblo organizado en defensa de sus intereses de sus derechos ese es el epicentro neurálgico de la guerra económica que enfrentamos", dijo.

Como no podía ser de otra manera, Maduro envolvió su informe de gestión como presidente con alusiones constantes a Hugo Chávez, fallecido hace 10 meses: "nuestro imprescindible, nuestro grande hombre, el más nuestro de los nuestros, el más amoroso entre los amorosos", señaló.

Puso en palabras de Chávez los motivos para justificar las medidas que anunció y el análisis de la situación que atraviesa Venezuela, incluida la defensa del rumbo al socialismo en Venezuela, bajo un modelo propio, renegando de las críticas de los extremistas de izquierda y de derecha.

"Yo sé donde estoy parado para aquellos que me subestiman desde la ultraizquierda y la ultraderecha", dijo.

Maduro pasó revista a los principales temas del país defendiendo el papel de las misiones en la forma de gestión pública, la marcha del empleo y los logros obtenidos en materia de salud pública.

En el apartado internacional, el presidente venezolano manifestó su predisposición a buscar un acercamiento con Estados Unidos, sobre la "base del respeto mutuo", para, dijo, "ver si en algún momento podamos lograr un punto óptimo para, llamemos de alguna manera, relaciones positivas".

Aún bajo el impacto que causó en el país el crimen la semana pasada de una popular actriz y su marido, Maduro reconoció la tarea pendiente que tiene su Gobierno en materia de seguridad, y volvió a llamar al Plan de Pacificación que lanzó días atrás.

"Estamos en deuda con el pueblo (...) en cuanto a la construcción de un modelo de seguridad pública", dijo el mandatario, llamando a sacar del juego político la discusión sobre la criminalidad para dar una respuesta a ese flagelo.

"Sigamos con nuestras diferencias políticas (...) pero pacifiquemos entre todos Venezuela", señaló Maduro.

EFE/D.com