Solo en España, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, en 2012 hubo una disminución del 30% de inmigrantes ilegales y un incremento del 21% de emigrantes. | Foto: DW

Cumbre Celac

Los nuevos flujos migratorios en América Latina

Europeos que van a América Latina, latinoamericanos que vuelven a sus países o emigran a otros lugares de la misma región. El mapa migratorio ha cambiado. ¿Qué eco tendrá este complejo tema en la cumbre de Santiago?

Alianza DW
25 de enero de 2013

El panorama de la migración ha cambiado mucho desde la última vez que se reunieron los jefes de Estado y de Gobierno de la UE y América Latina. Si en la cumbre de Madrid en 2010 estaban abiertas las llagas que había provocado, sobre todo en latinoamericanos, la directiva europea que "invitaba" al retorno, en la de Santiago de Chile se tendrá que enfocar la gran movilidad actual. Hacia muchos lados.

El problema acuciante ya no se trata, como en la década de los 90, de población latinoamericana que busca nuevos horizontes en Europa y se encontraba laborando en algún país de la UE, mayoritariamente en la costa del Mediterráneo.

El tema es ahora más complejo: “Es población latinoamericana que ha venido en el pasado y que se está movilizando a otro país europeo, población europea que está yendo a América Latina, latinoamericanos que emigran a otro país latinoamericano”, dice a DW Elena Sánchez Montijano, especialista del Centro de Estudios y Documentación Internacionales de Barcelona (CIDOB). Para los latinoamericanos, el destino ya no es tanto Estados Unidos y Europa: de países como Paraguay, Bolivia o Perú, muchos emigran a países como Argentina, Brasil e incluso Chile.

Cifras de la OIM

“Migrantes europeos van a Sudamérica para escapar de la crisis económica que azota sus países. Nueve de cada diez españoles e italianos que desde el 2008 han migrado a América Latina, lo han hecho al Cono Sur, principalmente a Argentina, Chile y Uruguay. La cifra de españoles residentes en Ecuador, que no es un destino tradicional de emigración, pasó de 2.900 en 2006 a 6.700 en 2010”, afirma Ezequiel Texido en el Panorama Migratorio de América del Sur, publicado en octubre de 2012 por la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).

La tendencia es clara: en el caso español, según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, en 2012 hubo una disminución del 30% de inmigrantes ilegales y un incremento del 21% de emigrantes.

“América Latina en estos momentos parece ser un fuerte polo de atracción y se están focalizando en acceder al mercado de trabajo latinoamericano; se trata de población europea procedente sobre todo del sur de Europa pero también de Irlanda, donde hay un fuerte incremento de los niveles de desempleo”, confirma Sánchez Montijano.

Precisamente Ecuador

En la Cumbre UE-CELAC, Ecuador es el encargado de exponer el complejo tema. Precisamente de ese país andino salió durante las últimas dos décadas la tercera comunidad de inmigrantes más grande de España. Fue también el ecuatoriano uno de los conglomerados más afectados por la “crisis del ladrillo” y, ahora, uno de los más golpeados por los desahucios debido “a hipotecas abusivas”, como las denominó Ricardo Patiño, ministro ecuatoriano de Exteriores. Quito ha interpuesto una demanda contra el Estado Español ante el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo buscando proteger a los afectados por esta bola de nieve originada en la crisis europea. También, en respuesta a las nuevas tendencias, implementa planes de retorno al país de origen.

Efectivamente, el retorno es “la segunda tendencia más importante entre la población asentada en Europa y Estados Unidos, incluso población que llevaba tiempo, que no era inmigrante ni de primera generación ni de los últimos años; bien porque la situación en el país de origen ha mejorado, bien por problemas económicos del país europeo”, explica la investigadora del CIDOB.

El tema vuelve, pero diferente

Así, el tema migratorio vuelve a la cumbre entre europeos y latinoamericanos con nuevos aspectos que tornan insuficiente una política migratoria concebida para una realidad diferente.

“Cometeríamos un error si nos centráramos en una sola cara del dado. En este momento hay que centrarse en los nuevos y complejos procesos, ninguno en mi opinión más importante que otro. En esta cumbre vamos a tener que abandonar toda la línea argumentativa de construcción de política migratoria que teníamos hasta el momento”, apunta Sánchez Quijano, que acaba de publicar un estudio respecto a políticas europeas de visado.

Así, si bien el lejano ideal sería “llegar a un acuerdo amplio en el que se pasara del concepto de inmigración al de movilidad humana”, como un avance concreto vería la especialista el que en Santiago se le diera un fuerte impulso al Observatorio de la Migración.