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Lo rechazaron por ser hombre

Cuando el Parlamento Europeo rechazó a Yves Mersch para el consejo ejecutivo del Banco Central Europeo, no fue precisamente porque careciera de preparación o experiencia.

6 de noviembre de 2012

Mersch, luxemburgués al que sus compañeros tienen en muy alta estima, era el favorito para conseguir el puesto en un club formado exclusivamente por hombres. La votación parlamentaria del mes pasado no era vinculante para los gobiernos de la UE, que tienen la última voz, aunque España planteó el lunes sus objeciones.

La vacante subrayó un hecho incómodo: ninguno de los 23 responsables de la vital toma de decisiones monetarias en la zona euro es mujer. Otros bancos centrales también están dominados por hombres. Quienes simpatizan con el BCE dicen que la cuota de mujeres preparadas para este puesto es pequeña y advierten contra las designaciones "simbólicas" de mujeres mientras Europa está en crisis.

Sin embargo, los críticos dicen que el BCE y otros bancos centrales dominados por hombres tienen que buscar a conciencia candidatas femeninas, y dejar de depender de comités políticos de "clones" de traje oscuro. La Reserva Federal, en contraste, tiene una importante representación femenina.

En el Parlamento Europeo, los diputados se quejaron de que no se habían hecho suficientes esfuerzos para encontrar a candidatas adecuadas para el puesto del consejo ejecutivo de seis miembros del BCE. Otro legislador dijo que el BCE, que habitualmente alecciona a los gobiernos sobre la necesidad de cambios, debería él mismo tener esto en cuenta. "El BCE está pidiendo a todas nuestras sociedades que se modernicen. Bien. Están pidiendo reformas estructurales. Bien. Están pidiendo que más mujeres trabajen. Bien. Y en lo que respecta a ellos mismos, no se modernizan, no incluyen a mujeres", dijo Sylvie Goulard, liberal francesa.

El BCE ha tenido miembros mujeres hasta el año pasado, cuando la austríaca Gertrude Tumpel-Gugerell cumplió su mandato en el consejo. Pero actualmente todos los miembros son varones, al igual que los responsables de los bancos centrales de los 17 estados de la zona euro, que se suman a ellos en el consejo de gobierno para la toma de decisiones. La próxima vacante no será hasta 2018.

El BCE no está solo. Por lo general, hay pocas mujeres en los consejos de los principales bancos centrales y a menudo sus responsabilidades son relativamente menores. Su representación es aún inferior a la del sector privado.

De los jefes mundiales de bancos centrales, sólo 12, aproximadamente el 6 por ciento, son mujeres, según el Directorio de Bancos Centrales de este año. La mayoría están en mercados emergentes, como la sudafricana Gill Marcus y la argentina Mercedes Marco del Pont.

Una forma de afrontar el desequilibrio sería un sistema de cuotas, similar a los planes por el momento estancados para el sector privado propuestos por la comisaria de Justicia de la UE Viviane Reding, que quiere que el 40 por ciento de los consejos de administración estén integrados por mujeres para 2020.

En los bancos centrales, las designaciones a menudo las hacen los gobiernos. Un nombramiento no basado necesariamente en la preparación podría ser arriesgado considerando la responsabilidad que traen aparejados esos puestos: toma de decisiones que afectan no sólo a una firma, sino a un país, o a una unión monetaria al completo.

Pocos dudan de la preparación de Mersch. Ha tenido un puesto en el consejo de gobierno desde 1998 como gobernador del Banco de Luxemburgo. Defensor acérrimo de recortar la inflación, tiene títulos de posgrado en derecho internacional público y ciencias políticas, y pasó los primeros años de su carrera en instituciones financieras del sector público.

No al simbolismo

Rebecca Harding era la única mujer en un grupo de economistas, ex banqueros centrales y periodistas que firmó una carta enviada al Financial Times instando al Parlamento Europeo a que retirara sus objeciones a Mersch.

Harding, que es presidenta de Delta Economics, se opone a un nombramiento simbólico, que dijo minaría la consecución de un puesto por méritos propios.La proporción de mujeres con la edad, experiencia e historial adecuado en este momento es relativamente pequeña y es demasiado importante en este momento designar en términos de integración frente al mérito", dijo.

DeAnne Julius, ex miembro del Comité de Política Monetaria del Banco de Inglaterra, difiere de esos comentarios. Cree que siempre que haya voluntad, hay una vía. "Hay muchas mujeres preparadas que tienen la capacidad y las ganas de asumir esos puestos, pero hay que buscar más", añadió Julius.

Sugirió que implicar a empresas externas de reclutamiento y ampliar la búsqueda para incluir la banca comercial, las corporaciones y los servicios civiles podría requerir cambios estructurales en algunos bancos centrales. "La prueba es que, si va a haber decisiones conjuntas, habrá mejores decisiones si las toma un comité con un amplio rango de perspectivas y no un comité de clones", dijo Julius.


Reuters