En el mundo del mercadeo un empaque es considerado como "el vendedor silencioso".

La devaluación de Venezuela, ¿menos grave de lo que se piensa?

El gobierno venezolano había hecho una devaluación encubierta en 2009, que ya había encarecido el valor de las importaciones hacia ese país. La devaluación real fue del orden del 20%. Las medidas fiscales hacen prever que vendrán más devaluaciones en el futuro.

12 de enero de 2010

El lunes, inspectores acompañados de soldados cerraron temporalmente algunos almacenes sobre los que se tenían sospechas de haber subido los precios fuertemente como respuesta a la devaluación del viernes pasado.

La devaluación en Venezuela no tendrá un efecto tan grande como algunos analistas esperan. De esa opinión es Carlos de Sousa, economista del centro de investigación caraqueño, Econanalítica.

La razón, le dijo a Dinero.com, está en que en 2009 el gobierno venezolano había restringido fuertemente el pago de importaciones con los dólares oficiales del Cadivi, que se cotizaban a 2,15 bolívares. Una parte importante de las compras en el exterior se hizo al tipo de cambio paralelo que en promedio estuvo en 2009 a 6 bolívares por dólar. “En reiteradas ocasiones Ecoanalitica ha comentado que el gobierno había realizado una devaluación encubierta en el 2009, al restringir los desembolsos para importaciones al tipo de cambio oficial y obligar a una serie de sectores a acudir al paralelo”, dijo.

Por cuenta de esa devaluación de-facto, el anuncio del gobierno venezolano del viernes, sobre la implantación de un tipo de cambio doble, es menos dramático de lo que parecería. En el nuevo régimen se pagarán 2,6 bolívares por dólar para importaciones de bienes y servicios prioritarios y 4,30 bolívares por dólar para otras compras en el extranjero.

Los cálculos de Carlos Sousa muestran que el tipo de cambio promedio de las importaciones del sector privado para el 2009 fue de 3,36 bolívares por dólar y estima que el de 2010 será de 4,05 en las condiciones que quedan después del viernes. Así, “la devaluación promedio que enfrentara el sector privado es de 20,5% sustancialmente más baja a lo que agentes económicos del sector privado han calculado”, señaló.

La división sencilla de los dos tipos de cambio darían una devaluación de 20% para los prioritarios y de 100% para los demás, cifras que mostrarían una situación muy seria.

Inflación e importaciones
Una menor devaluación efectiva pondrá menos presión sobre los precios al consumidor, aunque casi con seguridad Venezuela seguirá siendo el país con la mayor tasa de inflación del hemisferio.

Ecoanalítica esperaba hace una semana que a final de 2010, la inflación estuviera en 35%. Con las modificaciones en el régimen cambiario espera que pueda estar entre 33% y 38%.

El control de la inflación dependerá de manera muy importante de la capacidad que tenga el banco central de ese país de controlar el nivel del mercado paralelo con compras y ventas directas. “El tipo de cambio paralelo es una variable fundamental para la formación de expectativas de precios, y de su incremento. Es decir, el impacto inflacionario de esta devaluación, podría reducirse de manera importante si el gobierno logra mantener las presiones al alza que vendrán en el mercado paralelo”, señala Ecoanalítica en su informe semanal.

En importaciones puede haber una caída, pero de nuevo, menos brusca que lo que algunos esperan. “Las importaciones se pueden contraer, pero no en una magnitud tan relevante que veamos escasez”, dijo el economista.

Los bienes prioritarios, que son los alimentos, las medicinas, la maquinaria y equipo, los bienes para la ciencia y la tecnología, los libros, así como las importaciones del sector público y los envíos de remesas familiares al exterior, que tienen el tipo de cambio preferencial, se mantendrán sin grandes caídas.

Vienen más devaluaciones
El anuncio del viernes incluía una enorme transferencia de dinero de las reservas internacionales a las arcas del gobierno.

La administración Chávez estableció lo que llamó un nivel óptimo de reservas internacionales en US$28.000 millones. Esto implica que podía trasladar US$7.800 millones que sobrepasaban esa cifra al Fonden, con lo que puede aumentar el gasto público. Para Ecoanalítica, la devaluación fue forzada por la inflación alta inflación en el pasado. “Esta nueva transferencia de reservas del Banco Central de Venezuela al Fonden, monetiza el gasto (gasto público financiado a través de la impresión de dinero) lo que traerá mayor inflación a futuro”, dice el informe del centro de investigación.

Con esto, se genera una mayor probabilidad de que se devalúe nuevamente. “Es necesario, que los hacedores de política económica frenen este círculo vicioso, eliminando y/o prohibiendo nuevas transferencias de recursos del BCV a otros organismos del estado”, concluye Ecoanalítica.


Adicionalmente, mantener los tipos de cambio diferenciales, como es usual en ese tipo de regímenes, encarecerá la administración, aumentará la burocracia y las oportunidades para los corruptos.