Presidente de Francia, Nicolas Sarkozy.

Internacional

La crisis de la eurozona: le llega el turno a Francia

Después de Atenas, Lisboa y Dublín, la "gira" de la crisis de la eurozona pasó de largo por Madrid y Roma, y ahora parece haber recalado en París, donde la votalidad de la bolsa ha acabado por estropearle las vacaciones al presidente Nicolás Sarkozy.

Alianza BBC
11 de agosto de 2011

Francia y sus bancos fueron castigados en la bolsa el miércoles por rumores que, a pesar de haber sido negados por las autoridades, dejaron la pregunta en el aire: ¿está la segunda economía de la eurozona demasiado expuesta a los problemas de deuda que aquejan al continente?

Tal vez, pero el jueves la tormenta se había calmado. La bolsa de París al igual que las del resto de Europa se levantaron con sensibles alzas después del "miércoles negro".

Como señala el editor de negocios de la BBC Robert Peston es muy complicado entender las bolsas en términos racionales. Peston ve más "miedo" que otra cosa, además "los inversores creen que con el tiempo Francia perderá la tripe A".

La repentina crisis bursátil llevó al presidente francés, Nicolas Sarkozy, a suspender sus vacaciones y a convocar a sus ministros para proponer nuevas medidas de reducción de déficit con las que tranquilizar a los mercados.

Rumores
Los mercados financieros vivieron un "miércoles negro" con la mala salud de la economía Francia como nuevo combustible del último capítulo de la crisis que ya ha salpicado a Italia y España, y a los tres países que solicitaron rescates para evitar una bancarrota: Grecia, Irlanda y Portugal.

En cuestión de minutos, el pánico se apoderó de los inversores que señalaron a París como un nuevo enfermo de la crisis en la eurozona.

Los medios franceses señalan sin embargo que la súbita caída de las acciones de los bancos franceses -Société Générale perdió un 14%, Crédit Agricole un 12% y BNP Paribas un 9%- se debió a la publicación de un artículo en la prensa británica.

El diario Daily Mail publicó el domingo un trabajo en el que una fuente aseguraba que Société Générale, el segundo mayor banco francés tras BNP Paribas- estaba "al borde del desastre".

El banco negó "categóricamente" este miércoles "el rumor" y solicitó al regulador de la bolsa una investigación, mientras que el diario británico, poco después en su sitio web, ofreció disculpas "sin reservas" por las molestias causadas.

"Fundamento"
Pero algunos analistas advierten que más allá de qué originó la brusca caída de los bancos -que acabó afectando a los de otros países de Europa y Estados Unidos- el nerviosismo de los inversores tiene cierto fundamento. Señalan que las instituciones galas tienen en sus balances demasiados bonos de países con riesgo de impago, como Italia o Grecia.

Por ejemplo, los bancos franceses tienen más de US$ 56.000 millones de títulos de deuda griega, casi cuatro veces más que cualquier otro país.

Pero los rumores no afectaron solo a las instituciones de crédito del país. También hubo preocupación por la posibilidad de que la calificación de la deuda francesa, actualmente en la máxima de triple A, iba a ser rebajada.

El gobierno desmintió rápidamente esa sugerencia y las tres principales agencias de calificación -Standard & Poors, Fitch y Moody's- aseguraron que no tenían pensado revisar su valoración sobre el bono francés.

En 2010, el déficit público francés supera el 7% del Producto Interno Bruto. Esta cifra es menor que la de Reino Unido (10,4%), Estados Unidos (alrededor del 10%), Grecia (10,5%) o Irlanda (32,4%), pero es sin embargo más del doble del objetivo del 3% que la Unión Europea fija para sus miembros.

Lyn Graham-Taylor, estratega de inversión del banco holandés Radobank, cree que el temor a que Francia pierda su calificación de triple A tiene fundamento. "Creemos que del reducido grupo de países que conserva la triple A, Francia es el que menos posibilidades tiene para seguir participando en los rescates de la eurozona", le dijo a la BBC.

"Falta de racionalidad"
El jueves, sin embargo, las bolsas europeas abrieron sensibles alzas. París, que perdió un 5,45% el miércoles, subía más de un 2% en el inicio de la sesión, igual que Alemania, y algo más que el 1,80% con que se despertó Londres.

Peston cree que los mercados se están comportando de forma poco racional. "La causa más probable de la huida de la inversión en bancos europeos son simplementes esas emociones básicas que afligen a los inversores de vez en cuando, en especial recientemente: el miedo y la rendición".

Según Peston, "el mecanismo de transmisión de la confianza en la capacidad de un país para pagar sus deudas funcional así: los bancos se benefician de una garantía implícita de que si se meten en problemas serán rescatados, pero si las finanzas públicas se debilitan, esa garantía es menos valiosa, los acreedores se ponen nerviosos y los bancos encuentran dificultades para encotrar crédito y liquidez".

"Pero los grandes bancos también son dueños de enormes cantidades de bonos de deuda pública. De hecho, son animados a compras bonos gubernamentales como un colchón contra el posible pánico", explica el editor.