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MEDIO AMBIENTE

Estudio: la contaminación es más letal que la guerra

Un estudio elaborado por la publicación "The Lancet" afirma que las consecuencias de la contaminación causan una de cada seis muertes en todo el mundo: más que el SIDA, la tuberculosis y la malaria juntas.

Alianza DW
21 de octubre de 2017

La contaminación ambiental, desde la polución del aire hasta el agua contaminada, está matando a más personas cada año que todas las guerras y la violencia en el mundo. La contaminación también es más letal que el tabaquismo,el  hambre o los desastres naturales; y más que SIDA, la tuberculosis y la malaria combinadas.

Una de cada seis muertes prematuras en el mundo en 2015 - alrededor de nueve millones - podría atribuirse a la enfermedad por exposición tóxica, según un estudio publicado el jueves en la revista médica "The Lancet".

El costo financiero de la muerte y la enfermedad  relacionados con la contaminación es igualmente masivo, dice el informe: cuesta unos 4.600 millones de dólares en pérdidas anuales, o alrededor del 6,2 por ciento de la economía mundial.

Falta de perspectiva

"Se han realizado muchos estudios sobre la contaminación, pero nunca recibieron los recursos o el nivel de atención como, por ejemplo, el SIDA o el cambio climático", dijo el epidemiólogo Philip Landrigan, decano de salud global en la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, Nueva York, y el autor principal del informe.

El documento marca el primer intento de reunir datos sobre enfermedades y muertes causadas por todas las formas de contaminación combinadas.

"La contaminación es un problema masivo que las personas no están viendo porque están mirando partes dispersas de él", dijo Landrigan.

Los expertos dicen que las 9 millones de muertes prematuras que el estudio encontró fueron sólo una estimación parcial, y que la cantidad de personas muertas por la contaminación es indudablemente más alta y se cuantificará una vez que se realicen más investigaciones y se desarrollen nuevos métodos para evaluar los impactos dañinos

Las fibras de plástico invaden el agua potable

En todo el mundo, las micropartículas de plástico no solo contaminan los océanos, sino también el agua que bebemos. ¿De dónde vienen y cuáles son los peligros que conllevan para la salud?

Desde Nueva York hasta Nueva Delhi, las micropartículas plásticas están polucionando el agua potable que sale del grifo, de acuerdo con las investigaciones de Orb Media, un portal noticioso sin fines de lucro con sede en Washington, EE. UU.

"Eso es muy malo. Se escuchan tantas cosas sobre el cáncer", dijo a DW Mercedes Noroña, de 61 años, luego de enterarse de que una muestra de agua de su casa, cerca de Quito, en Ecuador, contiene fibras plásticas. "Tal vez esté exagerando, pero tengo miedo de las cosas que contiene el agua potable", añadió, muy preocupada.

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Un estudio reciente demostró que nuestros océanos están contaminados con plástico, así como los suelos y el aire de nuestro planeta. Y reveló que también el agua que tomamos todos los días contiene micropartículas plásticas.

Una "soga" de plástico al cuello

Los nuevos descubrimientos son un llamado de alerta, dijo Muhammad Yunus, Premio Nobel de la Paz de 2006. "Esto debería sacudirnos. Tenemos la soga al cuello". Para realizar el estudio se tomaron más de 150 muestras de agua potable en cinco ciudades de cinco continentes. En promedio, un 83 por ciento de ellas contenía sustancias plásticas.

Si las fibras sintéticas se encuentran ya en el agua potable, probablemente también estén presentes en alimentos como el pan y la comida para bebés. Aún no se sabe exactamente cómo llegan las micropartículas plásticas al agua del grifo, ni cuáles son los riesgos para la salud de la población. Según expertos, podrían provenir de los textiles sintéticos, de la vestimenta y los tapizados.

¿Cuáles son los peligros de las fibras plásticas para la salud?

Cuando se consumen, las micropartículas plásticas podrían transportar toxinas del medioambiente hasta el organismo humano, temen los expertos. Richard Thompson, investigador de la Universidad de Plymouth, señaló en entrevista con Deutsche Welle que, de acuerdo con estudios en animales, "quedó muy claro que el plástico libera sustancias químicas y que el sistema digestivo facilita ese proceso". Ya existen suficientes datos sobre cómo el plástico afecta la flora y la fauna en la Tierra, dijo a DW Sherri Mason, una pionera en la investigación sobre microplásticos que supervisó el estudio publicado por Orb Media. "Si afecta tanto a los animales, ¿cómo pensar que no nos afectaría a nosotros?", subrayó.

Por ahora, los efectos del plástico en los seres humanos no pueden determinarse con exactitud. "Las investigaciones en torno a las micropartículas plásticas aún están en pañales", dijo, por su parte, Lincoln Fox, un científico especializado en Medio Ambiente de la Universidad de Hong Kong, a DW.

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Un mundo plástico

Las fibras plásticas invaden el agua potable tanto de países ricos como pobres. La cantidad de fibras plásticas halladas en la muestra de un lavabo de la casa de comidas Trump Grill, de Nueva York, era igual a la encontrada en muestras de Yakarta. (La Organización Trump no respondió a llamadas ni a correos electrónicos de DW acerca del tema).

También se encontraron micropartículas de plástico en agua embotellada, así como en filtros purificadores hogareños. Las fibras plásticas son omnipresentes. En muestras de EE. UU. y Beirut, un 94 por ciento contenían micropartículas de plástico. Se recogieron muestras en ciudades como Nueva Delhi (82 %), Yakarta (76 %), Quito (75 %) y Europa (72 %). El ingeniero Hussam Hawwa recogió las muestras en Beirut: "Estos estudios solo son la punta del iceberg", asegura. "Un iceberg de enorme magnitud".

Poca claridad y descrédito

La noción de que el plástico inunda el agua que bebemos provoca confusión y, en muchos, rechazo y hasta negación. Un portavoz del departamento de Recursos Hídricos de Los Ángeles, California, dijo que "las pruebas realizadas no muestran un nivel elevado de plástico y/o de sus sustancias constituyentes". Sin embargo, dos de tres muestras de Los Ángeles, incluyendo el agua de fuentes públicas, contenían fibras plásticas.

James Nsereko, un pescador del Lago Victoria, en Uganda, también lo niega, de acuerdo con el estudio, pero en una muestra de agua de su ciudad se hallaron cuatro fibras plásticas. En Washington, una muestra de agua potable del Capitolio, de 500 mililitros, contenía 16 fibras, al igual que otra porción de la Agencia de Protección del Medio Ambiente estadounidense. Empero, las autoridades de Nueva York y Washington aseguran que el agua en esas ciudades cumple con los estándares requeridos.

¿Un misterio ecológico?

A pesar de las contradicciones, sí hay una fuente confirmada de polución plástica, y probablemente usted la esté usando: el hilo sintético emite hasta 70.000 fibras plásticas por lavado, según los investigadores, una gran cantidad de las cuales no desaparecen a través del tratamiento del agua residual, y va a parar al agua que consumimos. "Todos somos productores de polución plástica", dice Mason. Es más: las fibras plásticas están invadiendo el aire y desde allí, nuestras fuentes de agua. Un estudio de 2015 estima que 3 de 10 toneladas de fibras plásticas caen año tras año sobre los techos y calles de París. Johnny Gasperi, de la Universidad de París-Est Créteil, dijo a DW: "Lo que observamos en París parce demostrar que una inmensa cantidad de fibras plásticas está presente en los residuos de nuestra atmósfera".

Vengan de donde vengan, las fibras plásticas en el agua potable son un nuevo dilema, tanto para los gobiernos, como para la ciencia y la industria. Un problema muy difícil de resolver.

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