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Latinoamérica

Cuba quiere atraer más inversión extranjera

El instrumento para lograrlo es la nueva ley que se aprobó este sábado por la Asamblea Nacional del Poder Popular de la isla.

Alianza BBC
29 de marzo de 2014

El nuevo marco legal para la inversión extranjera, cuyo contenido preliminar fue dado a conocer esta semana, reemplaza a la Ley 77, establecida en 1995 tras el colpaso de su aliado de entonces, la Unión Soviética, lo que obligó a Cuba a abrir partes de su economía a la inversión extranjera.

Desde entonces, el número de empresas con capital extranjero en la isla ha disminuído por diversas razones, como las quejas de los inversionistas ante la falta de garantías, los altos impuestos, retrasos en los pagos, burocracia y falta de libertades para contratar personal e importar materiales.

La nueva ley se enmarca dentro del proceso de reformas impulsadas por el presidente Raúl Castro para abrir la controlada economía socialista de Cuba e incluye revisiones en materia de seguridad jurídica, pluralidad de sectores para invertir y beneficios impositivos.

"En mi opinión, el propósito de esta ley es enviar una señal a los inversionistas de que Cuba está comprometida a reconocer ciertas nociones fundamentales de propiedad y contratos", dice a BBC Mundo José Gabilondo, profesor de asuntos legales y económicos de Cuba en la Universidad Internacional de Florida.

Sus palabras coinciden con lo publicado el miércoles en la edición digital de la revista OnCuba: "El proyecto de ley tiene por objeto facilitar la participación de capital extranjero, al sacudir los fantasmas del autoritarismo y la falta de garantías".

BBC Mundo le explica algunos aspectos fundamentales del nuevo marco legal para inversionistas extranjeros.

¿Cuáles son los sectores de inversión contemplados en la ley?

De acuerdo con Juventud Rebelde, la inversión foránea podría ser autorizada en todos los sectores, excepto en los servicios de salud, educación e instituciones armadas.

En los primeros dos sectores -salud y educación-, la limitación responde a la política del estado cubano de garantizarlos de forma gratuita a los ciudadanos cubanos.

Tampoco se permitirán inversiones en el sector de los medios de comunicación. Según explicó el ministro cubano de Comercio, Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca, "la propia Constitución de la República establece que estos no serán de propiedad privada".

La ley también establece a los inversionistas extranjeros la posibilidad de participar en sectores de servicio público.

"Sobre las modalidades de inversión extranjera que se aplicarán, el Proyecto de Ley propone que sean realizadas en calidad de empresa mixta, contrato de asociación económica internacional o empresa de capital totalmente extranjero", dice el diario cubano Juventud Rebelde.

En la práctica, queda por saber si las nuevas regulaciones permitirán a los socios extranjeros controlar más del 49% de las empresas mixtas, hasta ahora solo autorizado excepcionalmente. En general, el gobierno de Cuba controla el 51% de toda empresa mixta en la isla.

¿Quiénes califican como "inversionistas extranjeros"?

En principio, todas las personas. En el texto de la ley se define como inversionista extranjero a "una persona natural o jurídica con residencia o capital en el extranjero".

En ningún caso el texto de la ley establece que la inversión extranjera debe provenir de personas naturales o jurídicas de nacionalidad distinta a la cubana, con lo que se entiende que los cubanos pueden invertir en Cuba, siempre que que vivan fuera de la isla.

Los cubanos fuera de la isla, dice OnCuba, pueden participar en sociedades económicas con las mismas regulaciones que la ley establece para ciudadanos de otras nacionalidades.

¿Esto incluye a los cubano-estadounidenses?

Sí. La ley de inversión extranjera no especifica ninguna limitación para los cubanos ciudadanos o residentes en EE.UU. Sin embargo, su alcance está limitado por las leyes territoriales de EE.UU.

El embargo financiero impuesto por EE.UU. a Cuba en 1963 impide a cualquier ciudadano o residente de EE.UU. invertir capitales en la isla.

Esto incluye, claro, a los cubanos ciudadanos o residentes en territorio estadounidense. "Las Regulaciones de Control de Activos Cubanos -el nombre formal del embargo-, que fueron establecidas por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC, por sus siglas en inglés), del Departamento del Tesoro de EE.UU., limitan el desembolso de dinero en Cuba por parte de ciudadanos o residentes en EE.UU.", dice Gabilondo a BBC Mundo.

"De modo que es un problema para cualquiera en EE.UU. invertir dinero en Cuba. En este momento la posibilidad de que los grandes capitales cubano-estadounidenses sean invertidos en Cuba es distante. Cuba va a seguir con su modelo, las regulaciones de la nueva ley se establecen dentro del modelo cubano, así que la limitaciones establecidaa por el embargo no parece que vaya a cambiar", completa Gabilondo.

¿Y respecto a la seguridad jurídica, qué?

La ley busca proveer mayor protección legal a las inversiones foráneas. Este es uno de los aspectos de mayor cuidado cuando se trata de arriesgar capital en la isla: protección y seguridad jurídica.

De acuerdo con Juventud Rebelde, las inversiones "no podrán ser expropiadas, salvo motivos de utilidad pública o interés social previamente declarados por el Consejo de Ministros".

En caso de ocurrir expropiaciones, éstas se realizarían "en concordancia con la Constitución y los tratados internacionales suscritos al respecto por el país y con la debida indemnización, establecida por mutuo acuerdo, pagadera en moneda libremente convertible, y con un árbitro que satisfaga a ambas partesañade el rotativo oficial".

"Que Cuba haga hincapié en el tema de las expropiaciones es una señal clave", dice Gabilondo. "Ahora bien, ¿es apenas una señal o es realidad? Pienso que igual hacen falta cambios jurídicos estructurales, mayor independencia en el sistema jurídico y el ceñirse a los tratados internacional, lo cual no ocurre en Cuba".

"Esta ley, sin embargo, es un buen primer paso para que Cuba le diga al mundo que no ha perdido la capacidad comercial", concluye Gabilondo.

El tema de las expropiaciones es muy sensible en la comunidad cubano- estadounidense ya que al triunfar la Revolución de 1959, todas las empresas de capital extranjero y muchas de capital cubano, fueron expropiadas sin el pago de indemnización.

¿Y los impuestos que pagarán los inversionistas?

La ley contempla que los inversionistas extranjeros pagarán 15% de impuestos sobre sus ingresos (en la actualidad pagan impuestos por 30% de sus ganancias).

No obstante, la ley señala que, por decisión del Consejo de Ministros, puede aumentar hasta 50% cuando se trate de la explotación de recursos naturales, "renovables o no".

La ley también exime del pago del impuesto sobre los ingresos personales a los inversionistas, y a las empresas mixtas del impuesto sobre las utilidades durante ocho años.

Los inversores podrían ser beneficiados también "con bonificaciones de hasta el 50% en varios impuestos".

Juventud Rebelde dijo que después de pagar un impuesto del 15% sobre sus utilidades netas, los inversores podrán repatriar el resto de sus ganancias.

Otro detalle de la ley que no varía con respecto a la ley anterior es que los empresarios extranjeros no podrán contratar directamente a sus empleados locales.

Tanto el personal cubano como los extranjeros residentes deben ser aprobados por agencias empleadoras, que se encargan de negociar el salario de los empleados y otras condiciones de trabajo.

Este ha sido un punto de conflicto de los inversionistas extranjeros en Cuba, ya que estas agencias son un mecanismo del estado para controlar quién trabaja para empresas extranjeras.