Empleados municipales protestan el 20 de noviembre de 2012 en Atenas | Foto: Afp

Internacional

Grecia teme ser abandonada por la zona euro y el FMI

Atenas exhortó a la Unión Europea y al FMI a que superen sus divisiones ante el riesgo de suspensión de pagos que pesa sobre el país y de desestabilización de toda la zona euro.

21 de noviembre de 2012

El primer ministro griego Antonis Samaras --que asumió estas últimas semanas difíciles decisiones ante su opinión pública-- elevó el tono tras el fracaso de los ministros de Finanzas de la zona euro y del FMI en consensuar modalidades para reanudar la ayuda financiera a Grecia, congelada desde junio.

"Nuestros socios y el FMI tienen el deber de concretar lo que asumieron, no se trata solo del futuro de nuestro país sino de la estabilidad de toda la zona euro, que depende del éxito de la conclusión de este esfuerzo en los próximos días", declaró Samaras en un comunicado, en momentos en que Grecia se halla al borde de la suspensión de pagos.

Tras once horas de intensos debates que culminaron la madrugada de este miércoles, la zona euro fracasó en lograr un acuerdo para liberar un tramo de la ayuda a Grecia, pendiente desde junio, y tampoco pudo superar las diferencias con el FMI para aliviar la deuda griega. Una nueva reunión se celebrará el lunes.

"Las eventuales dificultades técnicas (...) no excusan ningún retraso ni insuficiencia" ya que por su lado Grecia "hizo lo que debía y aquello a lo que se comprometió" insistió el primer ministro.

Enfrentado en su país a la cólera social y política, el gobierno griego de coalición "esperaba al menos una decisión política para obtener" tramos de esos préstamos, afirmó por su lado a la AFP Costas Melas, profesor de finanzas internacionales en la universidad Pantios de Atenas.

El principal aliado gubernamental de Samaras, el socialista Evangelos Venizelos también expresó su frustración. "La zona euro no puede utilizar a Grecia como excusa para justificar su incapacidad en gestionar la crisis de forma decidida, definitiva y visionaria", afirmó.

De aquí al lunes, la cumbre europea que congrega a los jefes de gobierno, podría verse afectada nuevamente por el caso griego, según los analistas.

En todo caso, el presidente francés François Hollande declaró, tras el fracaso de la reunión sobre Grecia, que su "deber" es "buscar y hallar" un acuerdo para desbloquear la ayuda financiera a este país. "Es algo demasiado importante, para Grecia (...) y para Europa ya que (en caso contrario) habrá dudas sobre la integridad de la zona euro", afirmó en conferencia de prensa.

Por su lado la canciller alemana Angela Merkel afirmó que existe la posibilidad de un acuerdo sobre Grecia de los ministros de finanzas europeos, en esa reunión del próximo lunes.

"Hay una posibilidad, no lo sabemos, pero hay una posibilidad de que se encuentre el lunes una solución" declaró la canciller en un discurso ante el Parlamento alemán.

Para desbloquear tramos de ayudas que suman hasta 44.000 millones de euros, los acreedores --FMI, BCE, Comisión Europea-- quieren hallar los medios para reducir la insostenible deuda de Grecia y para financiar la prórroga por dos años del plan de austeridad implamentado por Atenas.

Sin embargo, los países mas intransigentes del norte de Europa --Alemania, Holanda, Finlandia-- excluyen la posibilidad de borrar las deudas que Grecia contrajo con ellos. Pero al mismo tiempo, el FMI exige medidas para reducir drásticamente la deuda griega del 190% del PIB en 2013 a 120% de aquí a 2020.

Grecia ya había advertido la semana pasada que había un límite a las acrobacias financieras a las que tiene que recurrir para financiarse y evitar la suspensión de pagos.

Así, Grecia tuvo que captar el pasado 16 de noviembre unos 5.000 millones de euros a muy corto plazo para poder reeembolsar una obligación cuyo vencimiento se iba a cumplir. En diciembre, tiene que hacer frente a nuevos vencimientos por un total de 7.000 millones de euros.

En todo el año 2013, el país debe reembolsar 30.400 millones, y en 2014 unos 25.100 millones, según la agencia de prensa griega ANA.


Afp