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Crisis Europea

Grecia: ¿adiós a la eurozona?

La confusa situación política en Grecia combinada con el agobiante peso de su deuda pública hace que en Europa comience a reflexionarse seriamente acerca de un retorno del país a la dracma.

Alianza DW
11 de mayo de 2012

La situación política en Grecia después de las elecciones es caótica. Nea Dimokratia y Pasok, Los partidos políticos que llevaron adelante las negociaciones con la UE y el FMI y pactaron la política de austeridad para recibir dinero fresco no tienen la mayoría necesaria para gobernar. Alexis Tsipras, líder de Syriza, la izquierda radical, encargado ahora de intentar formar gobierno, ya ha anunciado que quiere declarar nulo el plan de ahorro y no pagar las deudas.

En medio de la sumamente confusa situación, en Europa también comienza a imponerse el punto de vista de que, cualquiera sea el gobierno que asuma responsabilidades próximamente en Grecia, al país le va a ser muy difícil, sino imposible, pagar sus deudas

En Alemania, políticos integrantes de la coalición de gobierno comienzan también a pensar en voz alta acerca de la posibilidad de que Grecia abandone la eurozona y retorne a la dracma. Klaus-Peter Willsch, experto en presupuesto y miembro de la Comisión Presupuestaria del Bundestag, dijo en declaraciones al diario económico Handelsblatt que la UE “debería ofrecer a Grecia abandonar la zona euro, sin renunciar a su pertenencia a la Unión Europea”. Agregó que “los resultados de las recientes elecciones hacen suponer que el pueblo griego no está dispuesto a asumir los ingentes esfuerzos necesarios para devolver al país su competitividad”.

Una senda con destino incierto

La introducción de una nueva moneda ha sido realizada ya muchas veces en numerosos países. Para Willsch “un retorno a la dracma ofrece también a Grecia más posibilidades que un continuar tozudamente por una senda que a todas luces parece no conducir a nada.”

También Michael Meister, vicepresidente del grupo parlamentario cristianodemócrata en el Bundestag, ve una posibilidad factible en el abandono de la eurozona por parte de Grecia. En declaraciones a Handelsblatt online, Meister dijo que “en los últimos años, tanto en Europa como en Alemania se han tomado medidas preventivas para un caso como ese, por ejemplo, con la ley de recapitalización de los bancos, el paraguas ampliado de salvataje FEEF y el mecanismo permanente MEDE; es decir, que estamos mejor preparados que al comienzo de la crisis”.

Situación financiera: dramática

La situación financiera de Grecia es en efecto dramática. En los últimos cuatro años, su deuda pública pasó de 239.000 a 365.000 millones de euros, bastante más que todo el PIB de un año (215.000 millones en 2011). Sobre todo la estructura de la deuda es inquietante. Las obligaciones a corto y mediano plazo son enormes. Además, Atenas necesita hasta fines de junio unos 30.000 millones de euros frescos, de los cuales 7.000 millones son para pagar jubilaciones y sueldos y 23.000 millones para estabilizar el sector bancario luego del recorte de deuda.

También Frank Schäffer el experto financiero del Partido Liberaldemócrata (FDP), integrante de la coalición del Gobierno de Merkel, se manifiesta abierto a que Grecia abandone la eurozona. Hay numerosos estudios privados de cómo Grecia podría dar un paso así, dice Schäffer, “también el Gobierno alemán debería esbozar por lo menos ahora un plan B”.

El peor de los males

Conocidos economistas alemanes abogan asimismo, algunos desde hace ya tiempo, por una salida de Grecia de la eurozona. Stefan Homburg, director del Instituto de Finanzas Públicas de la Universidad Leibniz de Hannover, dijo a DEUTSCHE WELLE que “evitar la bancarrota es para Grecia cada vez más difícil, porque además de la confusión política emigran trabajadores y los empresarios no invierten”. Para Homburg, “también una salida de Grecia de la eurozona sin grandes preparativos sería posible sin más, porque la economía griega es pequeña”.

En cuanto a las perspectivas para Portugal, España e Italia, Homburg opina que “los tres países están ya en una difícil situación, aun sin que Grecia abandone la eurozona”. Agrega que “no hay que sobrestimar el eventual efecto dominó, porque los grandes deudores son evaluados por los mercados individualmente y para los tres países las perspectivas son oscuras”. En cuanto a la posibilidad de que toda la eurozona pueda desintegrarse, dice que es de difícil predicción, pero que en su opinión “Alemania debería abandonarla, para liberarse de las presiones de Francia y sus locuras”.

No obstante, otros economistas advierten que si Grecia vuelve a la dracma, ello puede tener también fatales consecuencias: “una nueva dracma se devaluaría fuertemente, las importaciones se encarecerían mucho y ello llevaría a la economía griega al colapso”, dijo a la agencia dapd Ferdinand Fichtner, director de estudios de coyuntura del Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW). En resumen, todo parece indicar que Grecia solo puede elegir entre dos males, sin saberse por el momento cuál puede ser el peor.